Brutal golpiza y abuso sexual a la empleada de un comercio en Tandil
El hecho ocurrió el jueves por la tarde, en la zona de Avellaneda y Sandino. La víctima se encontraba al frente de un negocio y fue sorprendida por el agresor, residente en el hogar ubicado en Sandino 122. La golpeó, la arrastró, la manoseó e intentó estrangularla. Tras diez minutos de pesadilla, la auxilió un cliente que llegó al local. La mujer, de 41 años, compartió su relato para prevenir a los vecinos.

Una escena de terror, una real pesadilla, vivió una mujer de 41 años, el jueves por la tarde, en la zona de avenida Avellaneda y Sandino, cuando un joven de 17 años ingresó al comercio donde trabaja, la privó de su libertad, la golpeó, abusó de ella y manifestó su intención de violarla. El agresor se encontraba alojado en el hogar convivencial Los Peques, ubicado en Sandino 122, hacia donde huyó una vez que la víctima fue liberada por un cliente que llegó al comercio.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailMaría José Álvarez, de 41 años, le contó lo sucedido a El Eco de Tandil para alertar a los vecinos de la zona, sobre todo a otras mujeres, pero además con el fin de denunciar la falta de contención del menor que se encontraba bajo una medida de abrigo en el hogar Los Peques.
Aún en shock pasado un día del cruento ataque, aún conmovida y muy dolorida por las violentas agresiones, la trabajadora compartió un pormenorizado relato de su agonía del jueves, que comenzó cerca de las 18 y se extendió durante unos diez minutos, en horario diurno y en una zona de la ciudad muy transitada, a pocas cuadras del centro.
“Necesito que esto se sepa de inmediato porque fue terrible”, explicó María José y explicó que “es mi interés alertar a los vecinos de la zona, sobre todo a las chicas. Está el club Independiente enfrente, hay dos gimnasios”.
Pidió a los vecinos, sobre todo a las mujeres, que estén en alerta pero además consideró importante que la comunidad conozca que está el hogar Los Peques en la zona, que aloja a menores de edad con problemáticas que no estarían contenidos por los adultos a cargo.
Tarde de pánico
“Yo estaba ordenando el depósito en mi trabajo. Sentí la puerta, me asomé y vi que entró un chico, que yo ya conocía porque en otra oportunidad había estado en el local junto con una de las empleadas de este hogar de contención, entonces ya lo tenía de vista, sabía quién era”, relató la víctima.
La mujer precisó que lo saludó, cuando “él amaga como a querer abrazarme y me dice ‘vení, dame un beso’. Ahí es cuando yo digo que no, que se calme, entro en shock. Empezó a golpearme salvajemente”. Entonces el joven, con expresiones groseras, le confesó su intención de violarla.
La víctima describió que los golpes fueron brutales, en la cara y el cuerpo, pero además “me metió la mano entre la ropa” y ante su resistencia, “me empujó contra todos los muebles” del local.
En tanto, en un momento de la lucha, el joven quedó tirado en el piso y ella amagó a salir corriendo del comercio, pensando en pedir auxilio porque sabía que había gente en el club Independiente que podría escucharla. “En ese segundo pensé si abro la puerta y grito, alguien me va a escuchar”, pero “no llegué a la puerta, me agarró antes, de los pelos y me llevó arrastrando de los pelos hasta el depósito”, añadió y aclaró que esa pesadilla transcurrió en un lapso de 10 minutos, en los que “nunca dejó de pegarme, de darme contra todo lo que podía”.
María José Álvarez afirmó que “en todo momento intenté defenderme, así que lo arañé, no sé si llegué a pegarle o no. Me quiso estrangular en un momento”.
La liberación
Todavía muy conmovida, explicó que en el instante estaba como rehén en el depósito del comercio, el joven detuvo las agresiones, como en un estado de shock. “Ahí le digo, ‘pibe, mirá lo que me hiciste, mirá lo que te hiciste a vos, estás todo lastimado, ¿por qué hiciste una cosa así?. Y todo el tiempo me preguntaba ‘me vas a denunciar, me vas a denunciar’. Entonces me dice ‘lo que pasa es que mi mamá se murió, yo estoy solo”, replicó.
En ese momento, la trabajadora le contestó que su madre también había fallecido pero no por eso atacaba a otras personas. “Me pedía un cuchillo para matarse”, confió y añadió que ella intentaba convencerlo para que se fuera del local.
“En eso siento la puerta otra vez. Era un cliente. Empecé a llorar con fuerza, hasta que logré que me salieran las palabras y pedí ayuda. Este chico se asoma y cuando abre la cortina (del depósito), me ve a mí tirada, este otro pibe sale corriendo, se escapa. El muchacho este sale a pedir ayuda”, repasó sobre la tremenda situación que transitó el jueves.
Mientras el cliente llamaba a la policía, el agresor se fugó corriendo hacia el hogar convivencial. “Nunca tuvo la intención de robar. Él sabía a lo que iba, a eso, porque me lo dijo. Me golpeó, me quiso estrangular, me dio piñas, me dio con todo lo que tuvo, me arrastró de los pelos”, insistió.
La asistencia
Tras el pedido de auxilio, la policía y una ambulancia del SAME arribaron al comercio. “La misma chica de la policía me dijo que en los últimos días habían ido varias veces (a la zona) por llamados particularmente por esta persona, por cosas que tenían que ver con él, y siempre pasa lo mismo: entra por una puerta y sale por otra del hogar, que supuestamente es de contención pero obviamente no lo contienen nada”.
Tras el rescate, la trasladaron a la Guardia del Hospital, dio aviso a los dueños del comercio y a una compañera de trabajo que, agradeció, “estuvo conmigo en todo momento”.
Ya en el centro asistencial, “me hicieron una placa, porque la parte golpeada más notoria es la cara pero estoy golpeada por todos lados. Después me fui a la Comisaría de la Mujer a hacer la denuncia pertinente y ahora estoy en el Sanatorio”, precisó ayer, mientras esperaba que le confirmaran si quedaría internada.
“Sale y entra”
Según le manifestaron, el agresor es un chico de 17 años, a quien le faltan meses para cumplir 18, que sale y entra del hogar todo el tiempo. “La oficial me dijo que vienen con este chico de una corrida de muchas situaciones”, explicó María José Álvarez.
Y lamentó que “sabiendo incluso que estaba en riesgo y que estaba poniendo en riesgo a los demás, igual andaba en la calle”, por lo cual puso el foco en la gestión de la institución de contención.
Por otra parte, señaló que “del hogar no se comunicaron conmigo ni con los dueños del local como para ofrecer su ayuda. Se lavaron las manos completamente. Cuando yo estaba en la Guardia, a dos pasos y medio estaba el borrego este con el director del hogar y un abogado, pero jamás se acercaron a mí para preguntarme nada, o a ofrecerme ayuda, o a nada, que eso también es lo que indigna”, expresó con angustia.
Internado
Fuentes policiales confirmaron que la víctima radicó la denuncia, por lo que el caso está judicializado, con intervención de la UFI 18.
En paralelo, confirmaron que el menor sindicado como el autor del ataque a la mujer permanece internado en el área de Salud Mental del Municipio, a la espera de la resolución que pueda tomar la Justicia.