Dictaron prisión de cumplimiento efectivo para un hombre que amenazaba a su expareja en un contexto de violencia familiar
En un reciente juicio abreviado, el juez Guillermo Arecha resolvió condenar a Roberto Carlos Contreras a la pena de año y seis meses de prisión de efectivo cumplimiento por amenazas varias endilgadas en el marco de la violencia de género, además de desobediencia y resistencia a la autoridad
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En efecto, para el magistrado se acreditó que el 23 de agosto de 2017, aproximadamente a las 16, el imputado ingresó en el domicilio de calle Los Lirios al 1900, sin la autorización de su moradora y con derecho a exclusión.
En la oportunidad, Contreras con la intención de amedrentar a su expareja le manifestó: “Sos una pu… atorranta, no te importan tus hijos, te voy a matar, te voy a matar” mientras en forma intimidatoria manipulaba un cuchillo.
Al día siguiente, aproximadamente a las 17.30, el inculpado regresó al domicilio y volvió a incumplir con la restricción de acercamiento, para volver a amenazar a su exmujer, manifestándole: “Más vale que no venga más Rodríguez (la nueva pareja de la víctima) a casa porque te voy a matar a vos y a él… sí o sí te voy a matar… te voy a levantar por ahí… a mí no me da miedo de ir a la cárcel… te voy a matar así voy preso con razón”.
En relación a los dos hechos descriptos, de modo principal se tuvo en cuenta el testimonio de la mujer quien se separó del nombrado desde hace dos años con quien tuvo seis hijos en común los cuales residen con ella y mantienen visita con su padre.
La mujer en su declaración expuso que precisamente los motivos de la separación fueron los reiterados episodios de violencia que puntualmente denunció, en función de los cuales se dispuso la exclusión del hogar y la restricción de acercamiento.
La víctima relató que tenía muchas denuncias efectuadas al respecto y que creía capaz a Contreras de concretar su anuncio, lo cual le causa temor.
Al decir del fallo del juez, la circunstancias de violencia familiar atribuida al imputado, que imperó por años en su convivencia con la denunciante se encuentra reflejada suficientemente con las plurales presentaciones realizadas por ésta que se remontan al 2010, denunciando el maltrato psicológico y físico por parte de Contreras que constan en el Juzgado de Familia.
Asimismo, la misma reprochable conducta se ha visto reiterada en el tiempo y con otras convivientes, como el caso de otra mujer sobre quien también el Juzgado de Familia impuso restricción de acercamiento e impedimento de contacto personal
Otro suceso
El juez Arecha dio también por probado que el 3 de septiembre de 2017, en horario cercano a las 18, en inmediaciones del CIC de La Movediza, ubicado en calle La Pastora y Misiones, Contreras con la finalidad de atemorizar a su exmujer, les manifestó a sus hijos “las tengo para cuando vea tu madre y al novio”, exhibiéndoles armas de fuego que se encontraban sobre el asiento delantero de la camioneta.
Al respecto, la policía allanó la casa del imputado, donde se constató la existencia de una caja de cartuchos calibre 22 largo rifle, los cuales fueron secuestrados.
Dicha circunstancia no objetada por el imputado, presente al momento del allanamiento, resultó contradictoria con su afirmación de que nunca tuvo armas en su poder y que, eventualmente, el arma a que se refieren sus hijos se trata de la carabina que le fuera secuestrada a Rodríguez en un hecho de abigeato.
Al decir del juez, estos nuevos hechos no hicieron más que ratificar una conducta persistente de querer controlar y condicionar la vida de la ex pareja, cuando ya Contreras había transitado por otras relaciones sentimentales abiertas y conocidas por los integrantes de su primigenia familia.
Al respecto, se ventiló también en el juicio y se dio por acreditado que el 15 de septiembre de 2016 a las 10.30, en los consultorios externos del Hospital Municipal Santamarina ubicados en calle Pellegrini y Paz, Contreras desobedeció la orden de prohibición de acercamiento que había dispuesto la jueza de Familia sobre su nueva pareja.
En aquel incidente, arribó personal policial al lugar por pedido de auxilio de la mujer, a quien Contreras le manifestó “si me van a llevar, llévenme, déjense de hacer tanta bandera milicos de mier…” y a quienes al darle la orden de que cese en su conducta agresiva, Contreras lanzó un golpe de puño a uno de los uniformados, al tiempo que expresaba “milicos de mier…, for…, el problema es mío y de mi mujer”, lo que le valió otra causa más por desobediencia y resistencia a la autoridad.
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