La policía realizó una inspección de rutina en El Taca y generó la molestia del extitular del lugar

Tras el amplio despliegue que realizó la Policía Federal en diciembre pasado, ayer por la mañana personal de la comisaría Tercera y de la SubDDI cumplió con una inspección de rutina en el taller de repuestos El Taca e Hijos, ubicado en Lavalle 1140.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn horas de la mañana, los efectivos de la Bonaerense comenzaron con las tareas en el predio, que estuvieron enfocadas en el registro de la documentación del local y de las autopartes a la venta.
En diálogo con El Eco de Tandil, el extitular del local, Roberto Franco, realizó su descargo, expresó su molestia frente a la nueva intervención y ratificó que los operativos no arrojaron resultados positivos. “Es inentendible lo que está pasando. Uno pregunta y está todo bien, perfecto. Fue una rutina, pero cada vez que quieren hacer eso, a mí me arruinan”, expresó.
El procedimiento
En primer lugar contó que ayer por la mañana recibió el llamado de su hijo Diego, que se encuentra a cargo del lugar, para informarle sobre la presencia de los uniformados, que se presentaron en el predio, solicitaron documentación de distinto tipo y requisaron autopartes, “todo lo que entró nuevo”.
En ese sentido, compartió su fastidio frente a un accionar que se repite de manera “muy seguida”.
“Tenemos una trayectoria de 38 años y nunca tuvimos un solo problema ni encontraron un auto con pedido de secuestro, robado o algún impedimento”, enfatizó.
Y citó el allanamiento que realizó la fuerza federal, durante el cual “no encontraron nada que no correspondiera, todo estaba en perfectas condiciones”, no solo en el local de Lavalle 1140 sino también en el de Movediza 886.
Superado aquel procedimiento, se reabrieron los locales. “Nos entregaron los vehículos en depositario diciendo que en poco tiempo íbamos a disponer de eso y hasta el momento no se hizo nada”, dijo.
“No sé cuál será el problema”, resaltó y ratificó que “siempre le di una mano a la Justicia para que esto se terminara; no podemos seguir de la misma forma porque vemos que no hay voluntad de terminar”.
Por lo expuesto, renegó de la “pérdida infernal” ante la imposibilidad de acceder a esos artículos.
“Nos perjudica”
Frente a este nuevo episodio, Franco sostuvo que “no hubo ningún inconveniente” y que “todo salió bien”, pero renegó del impacto del despliegue para la actividad comercial.
“Estuvieron cuatro horas, con móviles y ocho o diez personas adentro; no encontraron nada está todo habilitado en perfectas condiciones, listo para rodar”, remarcó.
Insistió que después de estas intervenciones “nos cuesta hacer que la gente nos compre de vuelta. Tenemos empleados, un negocio, pagamos nuestros impuestos y esto nos perjudica”.
El exresponsable de El Taca subrayó que en el local, que desde hace tres años se encuentra a cargo de su hijo, “tenemos todas las habilitaciones correspondientes” no solo en Lavalle 1140 sino también en los demás depósitos. “No podemos seguir de esta manera”, aseguró.
Un amplio
despliegue
Como se informó en estas páginas, el 5 de diciembre del año pasado una importante cantidad de efectivos de la Policía Federal Argentina llevó a cabo un megaoperativo en El Taca e Hijos.
En aquella oportunidad, los uniformados recorrieron el predio en busca de distintos elementos.
Cada uno de los lugares allanados, excepto la casa de Franco, quedaron clausurados tras la investigación realizada.
La investigación que derivó en el allanamiento a El Taca y sus distintos galpones, se inició a través de la Dirección General de Desarmaderos del Ministerio de Seguridad de la Nación, que fue el lugar donde se recibió una denuncia que apuntaba directamente al negocio.
Se dio intervención por medio del Juzgado Federal 1 de Azul a la Policía Federal Argentina, interviniendo para llevar a cabo esta tarea la División de Sustracción de Automotores, quienes protagonizaron los allanamientos detallados.
La investigación que aconteció en Tandil, comenzó mucho antes, con las distintas tareas de inteligencia llevadas a cabo por personal policial de civil, que arrojó como resultado ciertos indicios como para librar la orden de allanamientos y verificar las autopartes y otros elementos en el sitio donde se comercializan.
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