Los asaltantes que atacaron a una mujer en El Cerrito cumplían condena en un régimen semiabierto
Luego de que dos jóvenes robaran una camioneta en Santos Vega al 100, la Policía logró capturar a uno de ellos, Agustín Cisneros, oriundo de Paso del Rey, quien residía en un centro de contención local junto a su compañero, que permanece prófugo. Julieta Bosch, la damnificada, relató el suceso y valoró la rápida intervención policial.

Como se reportó en estas páginas, el miércoles pasadas las 18 dos jóvenes atacaron a punta de pistola a una mujer en Santos Vega al 100 y huyeron con su camioneta.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailTras el rápido despliegue policial, las fuerzas de seguridad lograron capturar a uno de los ladrones y recuperar el vehículo. El aprehendido fue identificado como Agustín Cisneros, de 19 años, condenado previamente por robar un automotor cuando era menor de edad. Su cómplice -no trascendió su nombre-, quien se dio a la fuga y hasta el momento no pudo ser capturado, purga una sentencia por homicidio, en el marco de un hecho en el que estuvo involucrado cuando era también menor.
Cisneros es oriundo de Paso del Rey, partido de Moreno, y el joven prófugo de otro distrito del AMBA, pero ambos estaban cumpliendo sus condenas en Tandil. Los asaltantes formaban parte de un programa de régimen semiabierto y vivían en un Centro de Contención local.
Este programa depende del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires y de la Subsecretaría de Promoción y Protección de los Derechos del Niño del Ministerio de Desarrollo Social bonaerense, y se ocupa de contener a jóvenes en conflicto con la ley penal.
El relato en primera persona
En comunicación con La Mañana de El Eco (104.1 Tandil FM), la víctima, Julieta Bosch, recapituló lo sucedido. “Fue muy rápido”, describió y detalló que mientras descargaba mercadería de su camioneta vio caminar hacia ella a dos jóvenes “muy tapados”. En el acto percibió que algo malo iba a pasar.
“Se me vinieron al humo, me agarraron, me empujaron a la puerta de mi casa, me tomaron del cuello y poniéndome una pistola en la cabeza me dijeron que me callara y entrara. Me negué a abrir la puerta y empecé a forcejear. Estaban los chicos en casa y se me ocurrió que si entraban, no salían más. Pensé que iban a entrar a mi casa sobre mi cadáver y en el forcejeo, sin querer, se apretó la alarma del auto”, relató.
Como el vehículo estaba mal cerrado, al presionar involuntariamente la traba automática del comando a distancia se activó la bocina. Entre los gritos de la mujer y el sonido de la bocina, los ladrones desistieron de ingresar al domicilio, le pidieron el celular y la llave, y se fugaron en el automotor.
“Todo fue en la vereda, estaba ya de noche pero en mi casa hay luz. Quiero destacar el accionar de la policía, actuaron muy rápido. No me hicieron nada más que un empujón y se fueron con la camioneta, que era su plan B. El plan principal era entrar a la casa. En la adrenalina del momento pensé que si me querían matar, me iban a matar de todos modos adentro de mi casa, y creí que era más fácil recibir ayuda afuera que adentro”, se explayó Bosch.
Persecución y captura
Alertadas todas las dependencias policiales por el llamado de un vecino al 101, realizaron en forma inmediata un operativo cerrojo y divisaron la camioneta Toyota Hilux en Primera Junta y Caseros.
En plena persecución, los sospechosos descendieron de la camioneta, descartaron del arma -tipo revólver calibre 22 color plateado-, y siguieron a pie. En la misma secuencia, uno de los presuntos ladrones ingresó a un predio de grandes dimensiones que oficia de depósitos micros de larga distancia en desuso.
Allí, personal del GTO con efectivos de la comisaría Segunda y UPPL procedieron a rastrillar la zona. La revisión dio resultados positivos y encontraron una mochila color negra con distintos elementos y documentación. Mientras que a escasos metros, debajo de uno de los micros abandonados, la Policía ubicó y aprehendió a Agustín Cisneros.
Asimismo, la damnificada reseñó que, tal como informó el parte policial, en la mochila del joven detenido hallaron precintos y guantes de látex, objetos que podrían haber usado para reducir a los habitantes de la vivienda y no dejar huellas.
“Fue todo muy rápido, el robo no habrá durado más de un minuto, aunque para mí fue eterno. Los sentí muy tranquilos cuando me abordaron, me dio la sensación de que no era la primera vez que lo hacían y querían a toda costa que entrara a la casa. Como yo no actué como ellos pensaban y encima comencé a gritar, su pusieron nerviosos. Gracias a Dios no pasó nada grave”, concluyó.