El lunghismo en alerta extrema por el "efecto Bullrich" en Tandil: ¿y si el arrastre hace que Nicolini gane la interna?

Por José Di Bártolo 

Hay algo que perturba constantemente a Miguel Ángel Lunghi: la posibilidad de perder la interna del próximo 13 de agosto. Esa sensación la compartió uno de los jefes de campaña del lunghismo. ¿Qué escenario están mirando?

La intención de voto de la precandidata a presidenta de Juntos por el Cambio, Patria Bullrich, viene en alza constante, mientras que la de Horacio Rodríguez Larreta, está estancada. Esos datos, son de Tandil y condicen con las encuestas publicadas a nivel nacional.

En este Multimedios habló el encuestador Oscar Nigro, que refirió que la candidata del "ala dura" de Juntos por el Cambio estaría en un 19% de intención de voto a nivel local, mientras que su par del "ala moderada" alcanzaría el 15%. En otras palabras, en Tandil, Bullrich vence a Rodríguez Larreta.

Estos datos van en sintonía de lo que se está conociendo en éstos últimos días a nivel nacional: la encuestadora Atlas Intel señaló que Patricia Bullrich sería la favorita en su interna y la segunda candidata más votada en las PASO, con un 22% (el primero, Massa con 26%). En tercer lugar quedaría el candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, con 20%, y cuarto el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, con 16%.

¿Qué pasa si esos números se replican en el territorio? ¿Es lineal la acción del votante?

“Tandil está acostumbrada al corte de boleta, algo de arrastre hay. Lo interesante ahora de ver es el voto arrastre que tendrá la interna de Juntos por el Cambio en las PASO. Bullrich nos daba 19 a 15 contra Larreta, pero hay que considerar el arrastre al revés. A Larreta lo favorece tener al Intendente de su lado, por eso lo tomaría con pinzas. Siempre hay que ver en las encuestas los armados territoriales en los lugares donde se vota lo local”, sostuvo Nigro.

Recordemos un dato central: la boleta que lleva a Patricia Bullrich como precandidata a Presidenta va con la de Marcos Nicolini como precandidato a intendente, y tanto Miguel Lunghi como Juan Manazzoni comparten espacio con Horacio Rodríguez Larreta.

Interesante también el planteo de Nigro: “Las encuestas dan que gana Lunghi, habría que ver cómo funciona la interna. Ellos dicen que está difícil, pero hace 20 años lo repiten, ya es una especie de fetiche, tipo cábala”.  

Lo cierto es que el lunghismo está en alerta extrema por la posibilidad latente de poder llegar a perder el poder y el Estado después de 20 años. Se trataría de un verdadero cimbronazo que ni propios ni ajenos lo piensan como una realidad, aunque desde la mesa chica radical saben qué puede suceder cualquier cosa.

Pero a todo esto, ¿qué están haciendo los precandidatos para pasar de la intención del voto al voto efectivo?

Lunghi no está haciendo campaña, se ampara en los actos de gestión para mostrarse y no quiere salir del libreto establecido minimizando sus apariciones públicas y mediáticas. En este marco, rechazaron el intercambio de precandidatos propuesto por este Multimedios con el argumento de "el debate siempre fue en las elecciones generales". La decisión obtura la posibilidad de la ciudadanía, que piensa en votar a Juntos por el Cambio, de poder contrastar en vivo las ideas y propuestas de los tres precandidatos del espacio (Lunghi, Nicolini y Manazzoni).

"El que tiene que jugársela y no lo está haciendo es Marcos", señalaron a este periodista diversas fuentes consultadas sobre el rumbo de la campaña. Al precandidato le reprochan que, en un escenario presuntamente favorable para sumar votos y poder dar el batacazo al ganarle en la interna a Lunghi, no está realizando acciones necesarias para mostrar a la ciudadanía dos cuestiones: que es la alternancia dentro de ese espacio al actual jefe comunal y que representa la opción de Bullrich a nivel local.

El precandidato a gobernador por el espacio de Bullrich, Néstor Grindetti, estuvo días atrás en Tandil y respaldó a Nicolini prometiendo trabajo en conjunto por la ciudad y la Provincia. Ahora será turno del propio exfuncionario local de jugar en el terreno de la palabra para diferenciarse de los otros precandidatos de Juntos por el Cambio y mostrarse de forma más fuerte frente a la comunidad.

Por su parte, el tercero de los precandidatos de JxC, Juan Manazzoni, sabe que esta contienda no será fácil pero apuesta a su permanencia de hace años en el espacio de Rodríguez Larreta para traccionar votos. El salto de Lunghi sobre la hora del cierre de listas para quedar en la misma papeleta que el actual jefe de gobierno porteño y tener una propuesta más fuerte en la instancia nacional le bajó las aspiraciones a Manazzoni que de igual modo se mantuvo en su propuesta y buscará seguir siendo un actor de peso dentro del armado de JxC a nivel Tandil.

Si bien no es parte de la interna de ese espacio, el que también disputa por el sufragio de esos votantes es Gonzalo Santamarina, que apalancado por la candidatura nacional de Javier Milei y la base lograda en 2021 por Acción Tandilense, podría tener un lugar de expectativa en las PASO. En este marco hace uso de la palabra para criticar a la gestión actual y su falta de eficacia en diversas temáticas, como la inseguridad y su política de viviendas, para diferenciarse y mostrar una alternativa.

Del otro lado, el precandidato de Unión por la Patria, Rogelio Iparraguirre, sigue con su periplo de recorrer barrios, obras en marcha con gestión propia ante Provincia y Nación, y se diferencia del actual jefe comunal pero habla todo el tiempo de "asociación conjunta" con el Municipio, una estrategia ya mencionada en este espacio, que le reconocen propios y ajenos. Incluso el propio Lunghi lo hizo días atrás luego de conocerse detalles de lo que será la ampliación de la obra de la Planta Depuradora Norte: "El acompañamiento en las gestiones para obras en Tandil de Iparraguirre nos habla de que en Tandil no tenemos grieta, somos capaces de reunirnos y construir a partir de consensos".

A dos semanas de las PASO, los protagonistas de la campaña deberán decidir si juegan realmente para lograr un triunfo en las elecciones o si solamente serán espectadores, una vez más, de la decisión de la ciudadanía.