Marangoni señaló que la demanda social es "terminar con la inflación más allá de cualquier grieta"
El politólogo y extitular del Banco Provincia, Gustavo Marangoni, sostuvo que el gobierno que logre estabilizar la cuestión inflacionaria obtendrá un capital político único. Criticó la política subsidiaria energética y apuntó a una reducción de la misma para que deje de distorsionar otras variables. "La situación es exigente y el verano va a hacer transpirar a todos, principalmente a los funcionarios", valoró.

Una vez detenida la sangría económica que tuvo lugar en julio pasado, tras la renuncia del ministro Martín Guzmán y la corrida cambiaria que llevó al dólar a su máximo histórico, la situación se estabilizó en el último tiempo, aunque las cuestiones de fondo siguen latentes.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn esta línea, el politólogo y docente Gustavo Marangoni, que fue presidente del Banco Provincia durante la gestión de Daniel Scioli, intentó ordenar algunas cuestiones y apuntó que, con la llegada de Sergio Massa a la cartera económica, “se estabilizó al paciente en estado crítico, lo que queda ver es si la medicina que se aplicó para salir de la fiebre más alta puede mantener las condiciones el año que viene”.
No obstante, en una entrevista con el programa “Informadísimas” (ECO TV y 104.1 Tandil FM), afirmó que las medidas delineadas por el Gobierno nacional son “muy precarias” y recordó que persiste la merma de dólares en las reservas del Banco Central, lo que influye en múltiples aspectos.
Inflación y reservas
Aunque los lineamientos aplicados permitirán aumentar la absorción de divisas del Central en el corto plazo, sin embargo faltan políticas estructurales que permitan achicar la brecha. El ritmo de compras de divisas de la entidad monetaria se ha ido deteriorando ante un fuerte aumento de las importaciones y un tipo de cambio oficial que se atrasa ante la inflación. Según detalló, esto perjudica a los que necesitan los insumos como bienes de producción y capital, que van a seguir padeciendo que los dólares se liquiden con cuentagotas.
“Cada peso cuenta, se rasca la olla de los dólares. Hay que ver cómo las últimas lluvias ayudan a recuperar las expectativas de la principal fábrica de dólares, que es el complejo agroalimentario. La situación es exigente y el verano va a hacer transpirar a todos, principalmente a los funcionarios, porque la inflación sigue por arriba del 5 por ciento y habrá que evaluar si los precios justos ayudan a esto”, explicó.
Asimismo, aseguró que “la sociedad argentina demanda, más allá de cualquier grieta, que terminen con la inflación”. Es decir, urge que la clase dirigente le ponga el cascabel al gato para que haya un freno al alza de precios, que desestabiliza tanto las economías familiares como las productivas.
En tal sentido, Marangoni consideró que no importa cuál sea la receta que se aplique para llegar a este resultado -aunque se inclinó por medidas de “shock”-, pero sí subrayó la necesidad de que la política “ponga en caja” el fenómeno inflacionario.
“El color del gato no importa, tiene que cazar ratones y acá se escapan. El que entienda que estabilizar la Argentina da capital político, seguramente pueda ganar las elecciones y después consolidarse en el gobierno”, ponderó.
Elecciones
La lucha por el poder ya se activó, pese a que faltan varios meses para la contienda eleccionaria que dirimirá la conducción del país. De este modo, los partidos políticos ya piensan en las campañas de cara al 2023 y están haciendo sus movimientos cual piezas de ajedrez en consecuencia, una dinámica que también tiene sus repercusiones en lo cotidiano.
En este juego, observó que la misión de la gestión de Alberto Fernández es “llegar a octubre de 2023 en las condiciones menos malas posibles”.
De acuerdo a su análisis, el informe final macroeconómico del año en curso arrojará datos positivos con crecimientos de las tasas de actividad, que responden a los mayores márgenes de recuperación del primer semestre, en contrapartida a la segunda mitad de 2022, que registró “malas noticias y menor actividad”. Este fenómeno será un viento de cola para los inicios del año próximo, que estará inevitablemente contagiado de estos problemas
“Habrá que esperar a ver qué pasa con las elecciones, que tampoco son garantía de nada. Nuestro país tiene la dinámica, desde hace mucho tiempo, de que el que gana -sea quien fuere- no tiene la fuerza para hacer las cosas que pretende y el que pierde tiene el ‘consuelo’ de obstaculizar”, valoró.
Esta especie de “empate instable” deriva en una situación de estanflación, en la que el país está sumergido desde hace alrededor de 12 años.
“Tanto correr para llegar a ningún lado”, parafraseó el especialista y valoró que “en algún momento se tendrá que tomar el toro por las astas”.
Subsidios
Acerca de la inflación, rebatió que el gasto público incide directamente en el aumento de precios, y sumó a ello la imposibilidad de encontrar financiamiento fuera del país. , estableció una analogía y expuso que “si tenemos 40 grados de temperatura lo que uno quiere es que le bajen la fiebre, después veremos qué la generó”.
A su criterio, los recursos destinados a subsidiar la energía han disparado los índices inflacionarios y han obturado las reservas del BCRA. “La energía se ha convertido en uno de los elementos más importante de la política global. Han dicho que la crisis por la invasión rusa a Ucrania le ha representado al Estado 5 mil millones de dólares adicionales de importación de combustible, pero la verdad es que ese es el resultado de subsidios irracionales”, precisó.
Además, sostuvo que la quita de subsidios planteada a mediados de año todavía navega en la incertidumbre y que no hay reglas claras acerca de su implementación efectiva, que podría contribuir a drenar el drenaje de recursos hacia este segmento.
En este escenario planteó ordenar el esquema de subsidios como solución más inmediata, aunque no es el único problema a atender. “No se va a resolver en un día, pero reducción tenés que hacerla ahí porque es un parámetro que distorsiona todo. Se regalan los costos de generar combustibles y energías, cuando en ningún lugar del mundo sucede”, puntualizó, a la vez que puso de relieve la necesidad de generar otra fábrica de dólares –al estilo del modelo agreoexportador- en el yacimiento petrolífero y gasífero Vaca Muerta.
“La buena noticia es que con la conclusión del gasoducto y las nuevas vetas descubiertas en Vaca Muerta, en 2024 o 2025 podríamos ser exportadores netos de energía y vender al exterior, que sea otra fábrica de dólares adicional como lo ha sido el modelo agroalimentario desde el principio de los tiempos”, cerró.