En medio de una crisis que afecta en gran medida a la industria cárnica, los frigoríficos de consumo interno y las plantas que trabajan para grandes expendios de carne anunciaron que cobrarán el servicio de faena a quienes realicen la actividad en la provincia de Buenos Aires.

El anuncio fue confirmado por la Cámara de Industrias Cárnicas (Cainca), organismo que si bien no precisó una fecha indicó que se cobrará en el territorio un 1,4% del precio mayorista, lo que equivale a 0,7% que abona el consumidor. Esta medida se da en un contexto de dificultad para mover el mercado interno, sumado a la suba de costos, la mejora en los precios de la hacienda y una caída generalizada de los valores de los subproductos de la industria.

A diferencia de lo que ocurre en provincias como Córdoba o Santa Fe, las plantas de faena de Buenos Aires no cobran ese servicio, sino que utilizan el “recupero” proveniente de los negocios que surgen con los subproductos bovinos. Entre estos se encuentran cueros, cebos o menudencias.

“En las últimas semanas han cerrado definitivamente dos plantas de faena de la provincia de Buenos Aires, relacionadas con la difícil situación que está atravesando el sector", indicó Cainca a través de un comunicado oficial. "Esto es el resultado de un alza muy fuerte de todos los costos y una baja constante de los subproductos, los cuales antiguamente generaban el resultado económico de las empresas”, subrayó el organismo.

Cabe destacar que los establecimientos cercanos al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) proporcionan un 35% de la carne que se consume en el país. “Pero esta es una situación imposible de mantener. Las plantas no pueden subsidiar el sistema”, añadieron, luego que seis de los primeros nueves meses del año arrojaron resultados negativos para el sector.

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