La cruz del viejo cementerio que quedó en el medio de Tandil

Fuente: archivo El Eco. 

Autor: Juan R. Castelnuovo (1935-2022).

Cuando al cabo de varios años de ausencia regresó a Tandil, allá por 1884, Francisco Juldain -primer maestro que tuvo el pueblo- exteriorizó públicamente su desagrado por el traslado del cementerio a su emplazamiento actual. Entendía el antiguo poblador de la aldea, que la remoción de restos, era lisa y llanamente una profanación inaceptable, una ofensa grave contra vecinos a los que se debía veneración, porque habían contribuido con su esfuerzo a cimentar la ciudad "próspera y rica" que había concebido su fundador, el Brigadier General Martín Rodríguez.