UN TESORO QUE NO ES DE ORO: el regalo de Natalia a su hijo
Un cuento donde un pirata es el protagonista de esta historia para leer entre grandes y chicos

Natalia Cuesta es psicóloga y trabaja con chicos, es de Bahía Blanca y vive en Tandil. Desde que pudo poner en palabras su punto de vista y su sentir, escribe. La ficción y el juego en la infancia son temas que le interesan y en los que hace hincapié; es que libro y los cuentos nunca pasarán de moda, asegura.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailLe preguntamos desde Tatetí cómo era su relación con la escritura hoy, y nos contó que su escritura es, más bien, espontánea; no tiene rutinas ni horarios. Natalia es docente y trabaja como psicóloga, atendiendo a sus pacientes; lo de la escritura surgió como un regalo para su hijo Pedro cuando cumplió 4. Un poco por la pasión de su hijo por los piratas y por lo que esos personajes le generaron a ella, y otro poco por su gusto por escribir.
El pirata llamó la atención de Natalia que se preguntaba por qué a los chicos les atraen tanto estos personajes mezcla de temerarios, pícaros, ambiciosos y aventureros. Y así encontró que los chicos y grandes solemos buscar nuestro tesoro por fuera, y no descubrimos eso tan valioso que llevamos dentro.

Y así podríamos describir este cuento tan lindo de Natalia, Un tesoro que no es de oro nos lleva a encontrar eso tan valioso que llevamos dentro. Un pirata, aventuras y un mensaje para la familia.
El proceso que empezó con muchas notas sueltas y la noche previa al cumpleaños de Pedro, lo escribió Natalia de un tirón. Una editorial bahiense dedicada a educación inicial se ocupó de publicarlo y su primera tirada se repartió a mil docentes, como suplemento de una revista para tal fin. Su llegada hizo que el cuento fuera reconocido y utilizado en muchísimas salitas de todo el país.
Natalia escribe para encantar y ficcionar lo que siente. Escribe, nos cuenta, para anudar palabras y llegar a esos finales que ella sueña.
El proceso de elaboración de un cuento para que llegue a ser libro, pasa por varias etapas; muchas de ellas ya no dependen del escritor. Natalia lo escribe, pasa a ilustración, luego se imprime y allí toma cuerpo. Los tiempos son largos. Cuesta tiene una historia en el tintero que pronto saldrá a la luz.
Desde su lugar como profesional, Natalia destaca la importancia de la lectura en la infancia. Recomienda e invita a otros a narrar, a contar y a leer a los chicos. Un momento de lectura compartido con los niños es un acto de amor complejo, creativo y mágico. Es un encuentro real, dice, donde una persona entrega su tiempo a los chicos y los resultados, a corto y largo plazo, son notorios.
La función de la ficción es fundamental para la vida.