El tango como refugio y vanguardia: Julieta Alda y la mística de una milonga atípica en Tandil
En una charla que recorrió la nostalgia de los clásicos y la frescura de las nuevas propuestas, la bailarina e impulsora de "La Burbujeante" analizó el presente del género en la ciudad, destacó la importancia de abrir el juego a nuevos públicos y compartió su experiencia de reconexión con el 2x4.
El tango, esa amalgama de melancolía y pasión que define la identidad argentina, atraviesa hoy un proceso de renovación que busca despojarse de etiquetas rígidas para abrazar a nuevas generaciones. En este escenario, Julieta Alda se presenta como una figura singular: una joven bailarina que se define como un "alma vieja", amante de las plantas y la costura, pero que, junto a su compañero de proyecto Manu Mazarini, ha logrado sacudir la escena local con una propuesta que rompe los moldes tradicionales de la danza porteña.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailDurante su paso por Alto Día, programa que se emite por El Eco Streaming, Eco TV y Tandil FM 104.1, Alda explicó cómo nació la necesidad de crear un espacio diferente en la ciudad. "Empezamos a pensar qué onda esto de las milongas, porque las veíamos un poco estructuradas, como que siempre eran iguales", señaló la entrevistada, quien observó que el ambiente del tango en Tandil, aunque apasionado, solía ser pequeño y, en ocasiones, un tanto cerrado para quienes no pertenecen al núcleo duro de la actividad.
Bajo esa premisa de apertura y renovación surgió "La Burbujeante", un espacio que comenzó como una reunión íntima entre amigos y terminó convirtiéndose en una referencia ineludible para el calendario cultural tandilense. "Queríamos ver qué podíamos hacer para traer gente nueva; gente que viene de la salsa, del folklore o que simplemente no tiene un vínculo previo con el tango", relató Alda, destacando que el objetivo primordial es desmitificar la idea de que el tango es exclusivamente para la gente mayor.
