Alimentación vegetariana y vegana: filosofía de vida, salud y mitos a derribar
Cada vez más personas optan por reducir o eliminar los alimentos de origen animal. Cuáles son las diferencias entre vegetarianismo y veganismo, cómo planificar una alimentación equilibrada y por qué es clave el acompañamiento profesional.
La alimentación vegetariana y vegana gana terreno en todo el mundo, tanto por motivos éticos como por salud o cuidado del ambiente. “Aunque suelen usarse como sinónimos, no son lo mismo”, diferenció la licenciada Rocío Franco, nutricionista, especialista en nutrición vegetariana y vegana.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn diálogo con Eco Salud de El Eco Multimedios, la especialista explicó que “cuando hablamos de vegetarianismo, hay distintos tipos: algunos consumen huevos, otros lácteos, o ambos. En cambio, el veganismo excluye por completo cualquier producto de origen animal, no solo en la alimentación, sino también en cosmética o vestimenta”.

Más que una dieta, una filosofía
“El veganismo es más que un tipo de alimentación: es una filosofía de vida”, señaló la nutricionista. Y aunque muchas personas se acercan por motivos éticos o ambientales, cada vez más lo hacen por salud: “Hoy sabemos que una alimentación bien planificada basada en plantas puede ser muy beneficiosa, especialmente para la prevención de enfermedades cardiovasculares”, agregó.
Asimismo indicó que este cambio no tiene edad. “Si bien se observa con más frecuencia en jóvenes y adolescentes, también se da en personas adultas que buscan una alimentación más natural y menos basada en productos de origen animal”.
“Tanto el vegetarianismo como el veganismo son seguros en todas las etapas de la vida, incluyendo infancia, embarazo, lactancia y adultez mayor. Eso sí, siempre deben estar bien planificados y contar con asesoramiento profesional”, advirtió Franco.
Nutrientes críticos: foco en la planificación
Durante años se pensó que eliminar los alimentos de origen animal podía generar deficiencias, indicó la nutricionista. “Hoy se sabe que eso no es necesariamente así. En este tipo de alimentación hablamos de nutrientes críticos, como el hierro, el calcio, las proteínas, algunos ácidos grasos y la vitamina B12. No porque no estén presentes, sino porque hay que prestarles especial atención”.
¿Y dónde se encuentran esos nutrientes que mencionó la especialista, como el hierro, por ejemplo? “En legumbres como lentejas, porotos y garbanzos. El calcio se puede obtener de semillas (como las de sésamo) o vegetales como el brócoli y el kale. Las proteínas están en los frutos secos, legumbres, cereales integrales y semillas”, detalló.
“El único nutriente que sí requiere suplementación obligatoria es la vitamina B12”, aclaró, ya que, “es esencial para prevenir anemias y cuidar el sistema nervioso. La suplementación debe estar guiada por un profesional, idealmente tras un análisis de sangre”, explicó.

¿Todo lo vegano es saludable?
“Ser vegetariano o vegano no es sinónimo automático de comer sano”, remarcó Franco y puntualizó que “hay personas que consumen exclusivamente fideos, galletitas, arroz o bebidas azucaradas, que no tienen productos de origen animal pero son pobres nutricionalmente”.
Por eso, “la clave está en basar la alimentación en productos reales: frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos y semillas”.
“Incluso hay que tener cuidado con los alimentos veganos industrializados”, porque, mencionó, “pueden tener ingredientes poco saludables, aunque se etiqueten como ‘veganos’. Hay que leer siempre la lista de ingredientes, no quedarse solo con el frente del envase”, subrayó.
Nutrición vegetariana
La alimentación vegetariana se basa en el predominio de alimentos de origen vegetal como frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, semillas y frutos secos.
“Existen distintos tipos de vegetarianismo según los alimentos de origen animal que se incluyan: algunos consumen huevos (ovo), otros lácteos (lacto) o ambos (ovo-lacto). Incluso se habla de flexitarianismo para describir a quienes, sin ser estrictamente vegetarianos, reducen su consumo de carnes”, indicó la licenciada.
Asimismo destacó que esta alimentación, “cuando está bien planificada y acompañada por profesionales, es segura en todas las etapas de la vida, incluyendo infancia, embarazo y adultez mayor”.

Un cambio posible, con acompañamiento
Cada vez más profesionales se capacitan en alimentación basada en plantas y pueden acompañar esta transición de forma personalizada, destacó la nutricionista.
“Hoy hay más información y evidencia científica, pero también mucha desinformación en redes sociales. Por eso es importante consultar con un nutricionista y no hacer cambios bruscos sin guía”, resaltó.
Y destacó que “una alimentación más consciente, saludable y amigable con el entorno es posible. Pero como todo cambio profundo, se hace mejor con información, planificación y acompañamiento”.
Por consultas con la nutricionista, lo pueden hacer en Montevideo 819 o a través de su Instagram: @rociofranconutricionista.