El cuerpo necesita moverse para estar sano. En una época marcada por el sedentarismo, el ejercicio vuelve a ocupar un lugar protagónico en la prevención de enfermedades y en el cuidado de la salud mental.

“Para el cerebro y para una buena acción de vida es fundamental el movimiento, más allá de la columna, más allá de lo muscular. Somos seres que no estamos preparados para estar sentados”, indicó Julieta Van Morlegan, profesora y directora de Shala Estudio, quien junto a Leandro Ciriaco, profesor, señalaron que tienen una mirada que entiende al cuerpo como parte de un todo. “El impacto del ejercicio no se limita a lo físico, mejora la función cognitiva, el estado de ánimo y la calidad de vida”.

En diálogo con Eco Salud de El Eco Multimedios, los profesores apuntaron que desde esta perspectiva, “prácticas como yoga, pilates, meditación, mindfulness, caminar o correr no compiten entre sí, sino que se complementan. Para estar bien en nuestro cerebro, en nuestra parte cognitiva, el ejercicio es fundamental”, explicaron al tiempo que subrayaron que “el movimiento debe pensarse como un hábito sostenido y no como una solución ocasional”.

El yoga ocupa un lugar destacado, aunque con una aclaración clave. “Yoga no es una actividad que le haga bien solo al cuerpo. Trabaja la respiración, la concentración mental, el foco, la conexión entre cuerpo y mente. Es una práctica espiritual y meditativa”, apuntó Van Morlegan, y resaltó: “no es que por ir dos veces por semana a yoga estamos cubriendo la necesidad del cuerpo de movimiento”.

Esa reflexión abre paso a la importancia de combinar disciplinas. El pilates, por ejemplo, aporta un trabajo más específico sobre la fuerza y el centro corporal. “Trabaja más desde el core, con una respiración distinta, desde el abdomen. Es más ejercicio físico”, explicó Ciriaco.

Aunque yoga y pilates “son de la misma familia”, cada uno cumple una función diferente dentro del bienestar integral, resaltaron los profesores.

Un abordaje integral a través de distintas herramientas

A estas prácticas se suman la meditación y el mindfulness, herramientas cada vez más recomendadas por profesionales de la salud. “Mindfulness toma elementos de la meditación para llevarlos a la práctica diaria”, señaló la directora de Shala Estudio.

“Muchas personas llegan derivadas por médicos o psicólogos, en busca de reducir el estrés y mejorar la atención y el equilibrio emocional”, resaltó.

El movimiento también se expresa en su forma más simple y accesible: caminar o correr. “La gente necesita actividad más cardíaca, más explosiva. A veces llegan al estado mental que buscan en el yoga a través del agotamiento físico que genera correr o nadar”, indicó Ciriaco. Las caminatas grupales y las actividades al aire libre se consolidan como una herramienta de promoción de la salud y de encuentro social.

Este abordaje integral se desarrolla en el marco de Shala Estudio, un espacio que no solo funciona como centro de prácticas, sino también como escuela de formación. Allí se dictan clases de yoga y pilates, pero además se forman profesionales con certificaciones avaladas. “Funciona como una casa de encuentro y también como un lugar donde se aprende y se transmite conocimiento”, explicaron resaltando el valor educativo del proyecto.

“La idea es que las personas puedan consultar, contar qué les pasa y recibir una recomendación acorde. No siempre terminan haciendo lo mismo”, explicaron. En algunos casos la sugerencia es moverse más, en otros combinar disciplinas, y en otros aprender a frenar y descansar.

Escapada grupal y nuevo espacio

En esa misma línea, el equipo organiza una nueva escapada, como prefieren llamar a estos encuentros, que se realizará los días 26, 27 y 28 de diciembre, de viernes a domingo, en Villa Cacique, Bárker,

La propuesta apunta a integrar movimiento y descanso, con actividades como caminatas, running para quienes lo deseen, clases de yoga y pilates, espacios de meditación y mindfulness, además de momentos de pausa y recuperación.

“El objetivo es ofrecer un entorno natural que permita bajar el ritmo, reconectar con los ciclos de la naturaleza y encontrar un equilibrio entre actividad física y descanso, tanto para personas que entrenan habitualmente como para quienes buscan iniciarse en una práctica de movimiento consciente”, destacaron los profesores.

En paralelo, el proyecto sumó Shala Inn, un nuevo espacio que surgió ante el crecimiento de la propuesta y la necesidad de contar con un ámbito más pequeño y personalizado. A diferencia del estudio principal,  ofrece grupos reducidos y un trabajo más focalizado, pensado para quienes buscan entrenar o practicar con mayor acompañamiento.

Allí funcionan las mismas disciplinas, pero en un formato más íntimo, que permite profundizar en la práctica y en el aprendizaje, manteniendo la filosofía integral que caracteriza al proyecto y “reforzando la idea de Shala como casa de encuentro, formación y movimiento consciente”.

El mensaje final de los profesores hace hincapié en que “no es mágico nada. La medicación, la actividad física, lo espiritual, es todo”, y desalentaron falsas promesas. “El ejercicio no reemplaza tratamientos médicos, pero sí es una herramienta fundamental para prevenir, acompañar y mejorar la calidad de vida”.

“En una ciudad que invita al aire libre y al movimiento, la propuesta es simple pero profunda: incorporar el ejercicio como parte de la vida cotidiana. Caminen, muévanse”, invitaron los profesores, convencidos de que el bienestar comienza con pequeños hábitos sostenidos en el tiempo y con una mirada integral sobre la salud.

Shala Estudio, práctica de formación de Yoga y Pilates, funciona en la calle 25 de Mayo 566. Shala Inn en la calle Paz 423. Instagram: shalaestudio

Sobre el autor

Carola Núñez