El caos vial en Tandil: entre incidentes, fugas y la batalla por el control
El director de Control Urbano Vehicular, Walter Villarruel, relató los detalles del grave incidente ocurrido en Machado, donde un conductor sin licencia y con un auto no adaptado terminó impactando contra el paredón de un jardín de infantes tras fugarse de un control.
Walter Villarruel, director de Control Urbano Vehicular, brindó detalles en el programa "La Mañana" (Eco Streaming, Eco TV y Tandil FM 104.1) sobre la dramática persecución que culminó con un auto incrustado en el patio de un jardín de infantes. El funcionario, que estaba presente en el operativo, confirmó que el conductor no tenía licencia y le faltaba una mano, manejando un vehículo que no estaba adaptado.
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Accedé a las últimas noticias desde tu email"Estamos celebrando y dando suerte que no haya pasado a mayores", afirmó Villarruel, aliviado de que no hubiera víctimas fatales.
El incidente de Machado
Villarruel relató que el hecho comenzó en un control de rutina en Alem y Machado. "Estaba en el lugar. De hecho, le digo a la inspectora que detenga ese vehículo porque unos metros antes había hecho una maniobra así estilo sospechosa".
Cuando la inspectora intentó detenerlo, el conductor aceleró. "Casi pisa a la inspectora", relató Villarruel, y agregó que también pasó "más que cerca" de una motociclista que acababa de ser controlada y de un policía de caballería.
El vehículo huyó por Machado hacia Paz, donde dobló en una calle sin salida. Al retomar, fue interceptado por inspectores en moto y un policía en el semáforo de Colón. En la fuga, "casi pisa a un chico de los mandados" y, al llegar a la esquina del jardín, "encierra al inspector y al policía haciéndolos caer". Fue en ese momento, al intentar retomar en "U" por Machado, que el conductor "no puede controlar el auto y sale despedido hacia el paredón del jardín".
El auto impactó en "uno de esos patiecitos individuales de las salas", donde estaban "las mesitas y las sillitas típicas del jardín".
El conductor
Tras el choque, se constató la situación del conductor. "La dificultad estuvo que este muchacho no tiene una mano", reveló Villarruel. "No presentó absolutamente nada" de documentación, ni carnet ni seguro, y el auto "no era automático, adaptado, por supuesto que no".
El director señaló que, si bien no lo conocían de controles habituales, el conductor tenía un antecedente: "Creo que fue en pandemia, es el mismo que una vez chocó en el hogar de varones".
Villarruel apuntó contra la reincidencia y los límites del sistema: "Lo retenemos porque no tuvo licencia y al tiempo lo vemos exactamente igual. Uno hace una contravención, se manda al juzgado y hasta ahí, pero eso no te da la seguridad que la persona no vaya a volver a manejar".
Violencia social y el "50/50" con la policía
Villarruel, quien lleva 16 años en el área, reconoció que el "descontrol" en la calle pudo haber influido en los resultados electorales adversos para el oficialismo.
Vinculó la violencia en el tránsito con el contexto social: "En todos estos años la Argentina ha tenido 24 crisis. Y en todas esas crisis, vos ves cómo se va alterando la situación social. A veces hay picos que son terribles, y en este momento es uno de esos picos".
Sobre el fenómeno de las motos (ruidos, picadas, "willys"), aseguró que "no es de Tandil, es de todo el país", y apeló a la "responsabilidad social" del entorno (amigos, vecinos, hermanos) de quienes cometen las infracciones.
También se refirió a la dificultad de los operativos, mencionando que el sábado anterior fueron "recibidos por cantidades de piedra que ni te imaginas" en el playón del Dique.
Villarruel reflexionó sobre la culpa que recae sobre los inspectores en casos de tragedia: "Si hubiese pasado algo más en el jardín, hoy ¿quién serían los culpables? Muy seguro que estarían diciendo que Villarruel fue el culpable porque los mandó a correr". Y criticó la actitud de algunos padres que, al retirar vehículos retenidos de sus hijos (incluso por alcoholemia), "se la agarran con el inspector o con el director" en lugar de reprender al joven.
Consultado sobre la relación con la policía, fue contundente: "Son sensaciones dispares. Tenés policía que dan gusto trabajar con ellos y tenés otros que la verdad que le faltan ánimo para bajarse del móvil. En resumidas cuentas, 50 y 50".
Herramientas frenadas y respuestas a vecinos
Villarruel defendió dos ordenanzas clave que están estancadas en el Concejo Deliberante:
- Potestad a Jueces de Faltas: Para ordenar secuestros y allanamientos. Argumentó que esto evitaría persecuciones peligrosas, ya que se podría identificar al infractor (por cámaras) e ir a buscar el vehículo a su domicilio. "Aquel que te hace un willy sin casco ni nada, está filmado y todo, no le pasa absolutamente nada".
- Fotomultas: Aseguró que son "disuasorias" y desestimó que sean recaudatorias. "Si el Estado recauda es por culpa mía [del conductor], porque si yo cumplo con la norma, el Estado no va a recaudar absolutamente nada".
Sobre los reclamos de vecinos, respondió:
- Divisores en Balvín y Pellegrini: Confirmó que "estaba evaluado ponerlo antes" del nuevo supermercado. "Lamentablemente vivimos en la Argentina. La fábrica que los provee no tiene stock, así que estamos esperando".
- Doble fila en colegios: Sostuvo que la prioridad del inspector en esos horarios es "el cruce de los peatones", no la infracción. Apeló a la "responsabilidad individual de cada uno" y contó que él mismo camina "tres, cuatro cuadras" para buscar a sus hijos.
Finalmente, informó que en lo que va del año llevan 1.800 retenciones (800 de ellas motos), y que el predio de secuestros "ya está casi colapsado" porque "el 60% no te retira los vehículos".