Se presentó en la Casa de la Cultura de la Provincia la Colección Arte Sacro 1970-2017
El catálogo fue presentado oficialmente en la ciudad el 4 de abril, precediendo a la Semana Santa y en el marco de los actos conmemorativos por el aniversario de Tandil. Esta importante nómina aborda la trayectoria histórica y artística del mítico Salón de Arte Sacro, desde sus orígenes hasta su última edición el año pasado. Sus páginas presentan un amplio conjunto de propuestas visuales sujetas a distintas décadas, tendencias y revisionismos, donde se observa la transformación en torno a los modos de interpretar nuevos soportes, lenguajes y mensajes en torno a un tema donde prima el misticismo, la metáfora y la sensibilidad estética. Este repertorio se ha ido conformando a lo largo de 47 años de historia y a partir de la adquisición de las obras distinguidas como Primer Premio en cada edición.
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La presentación en Tandil contó con la presencia de las autoridades municipales y de artistas residentes de la ciudad y la zona, quienes se acercaron a recibir un ejemplar del libro.
Recientemente, el Mumbat presentó su catálogo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El evento tuvo lugar en la Casa de la Cultura de la Provincia, donde se reunieron las autoridades afines y el público interesado. El acto formal fue oficiado por Alejandro Bonadeo, director de Turismo del Municipio; Indiana Gnocchini, directora del Museo de Bellas Artes y Cristina Bellada, presidenta de la Asociación de Amigos del Museo.
La ceremonia, además, contó con la presencia de artistas de aquella ciudad que habían participado y sido premiados en las distintas ediciones del Salón de Arte Sacro. Blas Vidal, Mauricio Nizzero, Mónica Fierro, Cristina Ferreras, Cristina Fresca y Roberto Frangella; cada uno de ellos recibió un ejemplar del catálogo.
Sobre los artistas
Mauricio Nizzero recibió el Primer Premio del Salón de Arte Sacro en 1995 por su obra “Adónde van morenitos de mi pueblo”. El artista plástico, residente de la ciudad de Buenos Aires es dibujante, pintor y muralista, su obra plástica se destaca por el carácter figurativo y los matices de hondo contenido social y político. La estética de su trabajo lo define como uno de los artistas plásticos argentinos, dedicado a la imagen ciudadana, urbana y contemporánea, donde la inclusión del hombre está presente en el paisaje metropolitano.
Otro de los homenajeados fue Blas Vidal, cuya obra “Maximizar la sanación- tema de la cura del paralítico- Los milagros”, recibió el máximo galardón del Salón Sacro en el año 2005. Este artista, también oriundo de la ciudad de Buenos Aires se define como un “autodidacta con licencias”. A pesar de no haber realizado estudios académicos en arte, supo frecuentar desde joven los talleres de reconocidos artistas, quienes lo aconsejaron y orientaron en el camino de las artes visuales.
La colección de Arte Sacro comprende también la obra de Mónica Fierro. En 2013 “La enunciación” recibió el Primer Premio, pasando a conformar el acervo patrimonial de Museo de Bellas Artes de la ciudad de Tandil. La obra consistió en un libro intervenido, propuesta acorde al estilo que trabaja la artista, dónde figuras de papel plegado resurgen de pequeños y delicados libros, generando escenas y situaciones impregnadas de una delicada fragilidad e inocencia.
Además de participar de la ceremonia, recibió un ejemplar del libro Cristina Ferreras. La obra de su autoría “El cielo se va a caer y dios lo debe saber”, se alza en una de las páginas del catálogo gracias al premio recibido en el año 2010, en el marco del XXXIX Salón de Arte Sacro. Cristina Ferreras estudió en las Escuelas Nacionales de Arte Prilidiano Pueyrredón y Ernesto de la Cárcova, especializándose en Pintura. Ha publicado diversos libros y sus obras se encuentran en colecciones museísticas y privadas.
Roberto Frangella fue el último ganador del Salón de Arte Sacro, en 2017 recibió el Primer Premio por la obra “Nacimiento 2017”, un objeto escultórico realizado con material de descarte. Frangella es arquitecto, pintor y escultor. Nacido en la ciudad porteña, su labor se ha destacado por la utilización de materiales reciclables y cotidianos, especialmente el cartón. Su arte se caracteriza por lo efímero y por remitir a los sentimientos de los hombres.
Por otro lado, formó parte de la ceremonia Cristina Fresca, una artista vinculada con el Salón por sus roles como jurado y participante con la obtención de un Segundo Premio no adquisición en el año 2016. Nacida en Buenos Aires, Fresca se formó académicamente en la Escuela Nacional de Bellas Artes, Prilidiano Pueyrredón y Ernesto de la Cárcova. Sus obras han sido partícipes de numerosas muestras nacionales e internacionales, además de formar parte de colecciones públicas y privadas.
Esta feliz propuesta se replicara con la presencia de la muestra de forma itinerante durante el 2019.
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