Tras una intensa pelea de la comunidad teatrera, la sala del teatro La Fábrica no cerrará
Días atrás, la continuidad de la sala del teatro La Fábrica en su dirección de Pinto 367 estaba en duda. Es que desde el rectorado de la Unicén habían solicitado resolver en un tiempo corto algunas problemáticas de seguridad que presentaba la sala y a partir de ahí las propuestas habían sido varias.
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Cabe recordar que desde la tragedia de Cromañón hasta el presente se fueron encontrando complicaciones en La Fábrica, como por ejemplo su ubicación al fondo del otro edificio y que, entre ambos, está ubicada la caldera de la Universidad. Por otro lado, La Fábrica tenía una salida de emergencia en el fondo de la sala que daba a un terreno baldío pero la construcción que está haciendo la empresa constructora, pegada al fondo, tapó esa salida.
Finalmente, tras distintas reuniones entre los teatreros independientes, autoridades de la Facultad de Arte, alumnos, docentes y graduados, pudieron llegar a un acuerdo para mantener el espacio y reacondicionarlo para su mejor funcionamiento, teniendo en cuenta lo que significa para la comunidad la sala del teatro.
Así fue que el rector de la Universidad Nacional del Centro, Roberto Tassara, firmó el compromiso de llevar adelante todas las adecuaciones que sean necesarias y que garanticen el mejor funcionamiento de la sala, tanto en cuestiones de seguridad como en el mantenimiento de la misma.
Esta decisión se dio en el marco de otra reunión de la comisión ad-hoc con el secretario general de la Universidad, Guillermo Corres; el ingeniero y responsable del servicio de seguridad, salud ocupacional y medio ambiente de la Universidad, Mario Jaureguiberri y equipo; y el docente Silvio Torres en su rol de perito nacional de salas del Instituto Nacional de Teatro.
Este equipo logró con su exposición legal/profesional ante la situación, poder concretar una contrapropuesta hacia los informes ya detallados de la Universidad sobre el teatro La Fábrica con los cuales se pedía su Cierre.
Así fue que elaboraron un informe en el que pusieron en conocimiento que ante la necesidad de continuar realizando de manera segura las actividades programadas en el espacio denominado teatro La Fábrica, se deberán adoptar distintas medidas de carácter provisorias hasta que se lleven a cabo las reformas definitivas.
En primer término, se deberá constituir para cada función un comité de actuación ante emergencia. Por otro lado, el comité estará formado por personas debidamente capacitadas para actuar ante emergencias. Los roles a distribuir deberán cubrir como mínimo: a) Actuación ante accidentes b) Actuación ante incendios c) Control de acceso d) Control de salidas de evacuación. Los nombres de los responsables deberán figurar en los carteles de roles de emergencia, que se colocarán en el hall de acceso al teatro. A los efectos de facilitar la evacuación se retirarán las sillas plásticas, se abrirá la puerta que da al depósito y se desocupará el mismo para mantener abierta la puerta que da acceso al hall. Se reemplazarán los extintores cuya revisión anual se encuentre vencida.
Soluciones rechazadas
Antes de arribar a esta resolución, pasaron distintas soluciones posibles por las cuales la comunidad de teatreros salió al cruce de las autoridades.
En primera medida y dentro de las transitorias, estaba la de poder hacer una nueva salida hacia algún vecino que les permitiera una sesión de uso. Entre ellas, se evaluó y conversó con la propia empresa constructora sobre la posibilidad de adquirir una cochera del edificio para poder tener ahí la salida, pero eso fue desestimado por el consorcio. Así se gestionó con todos los vecinos sin lograr una salida alternativa.
En paralelo, avanzaron en las conversaciones con el rectorado para ver dónde reubicar la sala teatral, asegurando las medidas de seguridad necesarias y continuar funcionando así en búsqueda de la solución más adecuada y posible.
Desde el primer momento evaluaron la posibilidad de alquilar un lugar alternativo que se adecue, pero no avanzaron en la definición de una ubicación definitiva. Después de varias reuniones y conversaciones con el rectorado, encontraron un compromiso de construcción de una sala nueva en el fondo del edificio de 9 de Julio, donde actualmente está el estacionamiento.
Por otro lado consiguieron también el compromiso de alquilar un espacio externo para ubicar de manera transitoria la sala, hasta tanto se construya la definitiva en el fondo de 9 de Julio.
En otro orden de cosas, desde el consejo académico de la Facultad fue crear una comisión que se va a ocupar de este tema y analizará las posibilidades de lugares externos y trabajará sobre el desarrollo del proyecto en sí. Actualmente existía un boceto que realizó el departamento de obras de la Universidad, por lo que hay que trabajar sobre ese boceto para intentar que quede el mejor proyecto posible.
Así fue que se procedió a la conformación de una comisión del consejo académico integrada por el docente Martín Rosso; las alumnas Martina Cabrera y Guillermina Buckle; la graduada Cristina Carone por el lado no docente, Santiago Lombar, Julio Cicopiedi en su carácter de secretario general de la Facultad, y presidida Mario Valiente.
Así fue que gracias al trabajo en equipo de todos los ámbitos del teatro, La Fábrica finalmente permanecerá en su espacio físico con las modificaciones pertinentes que garanticen no sólo la seguridad del público sino también de los artistas en cuestión.
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