Google aseguró que está más cerca de un uso concreto y ventajoso para la computación cuántica
Dos estudios muestran cómo el chip Willow de Google ejecuta un algoritmo que podría facilitar las aplicaciones prácticas de la computación cuántica, como la determinación de estructuras moleculares
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En un nuevo experimento, cuyos resultados se dieron a conocer ayer en la revista Nature, el equipo de Google Quantum AI ha conseguido medir correlaciones de tiempo inverso —conocidas como out-of-time-order correlators (OTOCs)— en un procesador cuántico superconductivo de 65 qubits. Estas magnitudes permiten observar cómo se propaga y se “revierte” la información en sistemas cuánticos, una técnica que los investigadores describen como una forma de “dar marcha atrás al tiempo” para explorar la dinámica cuántica.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEl trabajo, dirigido por Hartmut Neven, fundador y líder de Google Quantum AI, introduce el algoritmo Quantum Echoes (ecos cuánticos), que utiliza protocolos de inversión temporal para detectar los efectos genuinamente cuánticos de los sistemas a gran escala. Según los autores, las medidas de OTOC revelan propiedades microscópicas inaccesibles a la computación clásica, y podrían servir como herramienta para desarrollar demostraciones verificables de rendimiento fuera del alcance de las supercomputadoras.
Tal y como explica a SINC Tom O’Brien, físico computacional y coautor del estudio, “en última instancia, una computadora cuántica genera datos, y usamos esos datos para resolver problemas. Si no es posible verificar esa información —es decir, si no puedo demostrar por ningún medio, ni con experimentos en la naturaleza ni en una aplicación práctica, que los resultados son correctos—, ¿cómo pueden ser realmente útiles?”.
