Semana de la Cefalea
Las migrañas acaparan las consultas médicas
En la Semana de la Cefalea, el médico neurólogo Mariano Coppola celebró la realización de las jornadas que buscan concientizar a la población sobre esta patología que, en casos severos, puede ser invalidante. Destacó las ventajas del diagnóstico precoz, la efectividad de los tratamientos y aseguró que las mujeres son las más afectadas.
Desde el 9 al 16 de septiembre, la Sociedad Neurológica Argentina impulsa la Semana de la Cefalea. La iniciativa tiene la finalidad de concientizar a la población sobre este padecimiento que constituye uno de los motivos de consulta profesional más frecuente y que se manifiesta principalmente a través del dolor de cabeza.
Recibí las noticias en tu email
Según el Primer Estudio de Prevalencia sobre Migraña realizado en el país por la Sociedad Argentina de Neurología, el 53 por ciento de los argentinos adultos presentó algún tipo de cefalea en el último año.
La migraña figura como la patología más común y por definición, puede ser con o sin aura. Asimismo, existen de tipo episódica o crónica, dependiendo de la cantidad de ataques que haya tenido el paciente en los últimos tres meses. Otras categorías son la asociada al ciclo menstrual y la menstrual pura, donde los factores hormonales forman parte del riesgo de desencadenar un ataque.
En todo el mundo, sólo una minoría de las personas que las sufren recibe un diagnóstico apropiado, ya que para el abordaje de la patología existen diferentes barreras que impiden un correcto diagnóstico y tratamiento. Entre ellas se suscriben la dificultad en el acceso a la consulta especializada, la educación en salud y la expectativa del paciente.
La entidad médica estima que a nivel país, siete de cada diez consultas a un profesional de su especialidad son por cefaleas.
La migraña en Argentina
Un grupo de trabajo especializado realizó en 2019 el Primer Estudio de Prevalencia de Migraña en Argentina. La tarea consistió en la aplicación de un cuestionario específico a una muestra de 2500 casos representativos de la población general, de acuerdo a parámetros censales. El objetivo fue comprender el alcance y las características de la migraña.
De los resultados se desprende que el 53 por ciento de los argentinos sufrió al menos un dolor de cabeza en los últimos 12 meses; el 9,5 por ciento de los encuestados respondió afirmativamente al menos 4 preguntas del test y fueron considerados migrañosos. Estos valores se encuadran dentro de los parámetros de estudios internacionales.
Según los datos obtenidos, a 6 de cada 10 personas que sufren de dolores de cabeza les molesta la luz o los ruidos durante la crisis. La mitad de ellos siente que el dolor de cabeza limita su actividad física o intelectual.
Al ser consultados respecto a la duración del dolor, cerca del 40 por ciento declaró que sus cefaleas duran habitualmente más de 4 horas (si no toma ningún analgésico) y un porcentaje similar manifestó tener dolores frecuentes.
El origen de las consultas
En diálogo con El Eco de Tandil, el médico especialista en Neurología, Mariano Coppola, compartió su experiencia profesional, ponderó los avances en el tratamiento de la patología y destacó la necesidad de educar en la materia.
-¿Qué objetivo persigue la Semana de la Cefalea?
-Sobre todo se trata de crear conciencia puntualmente en la población acerca de la importancia que tiene el diagnóstico precoz de esta patología a la que denominamos cefalea o dolor de cabeza. Cuando hablamos de concientizar, también se busca que la gente no opte por el autodiagnóstico al cual accede por medio de la información que recibe a través de Internet, porque esto genera muchísima confusión y en algunos casos, una batería de estudios y costos innecesarios. La idea principalmente es que las personas se puedan informar de primera mano de qué se trata esta dolencia y en qué situaciones es preciso realizar una consulta médica.
-¿La cefalea se encuadra dentro de un síntoma o un diagnóstico?
-Es necesario distinguir primero que hablar de dolor de cabeza es hablar de un síntoma que comparten múltiples enfermedades, pero que no se apuntan sólo dentro de las neurológicas. Se pueden clasificar en dos grandes grupos. Por un lado, se ubican las cefaleas primarias, donde el dolor es el síntoma y la enfermedad per se, y por otro, las secundarias, cuando el dolor aparece como un síntoma de otra patología. Entre las cefaleas primarias la más común es la migraña, que es una patología neurológica en sí misma. Alrededor del mundo una de cada diez personas la sufre, en general el rango etario se ubica entre los 15 y 50 años y la padecen en mayor grado las mujeres por una cuestión hormonal. Además tiene una carga genética importante y el diagnóstico es netamente clínico ya que parte de lo que cuenta el paciente a su médico.
-¿En qué caso el diagnóstico clínico necesita una derivación hacia la especialidad?
-Aquí vemos de todo, con o sin derivación porque la gente ya tiene arraigada la idea de que el dolor de cabeza debe ser atendido por un neurólogo. Lo primero que se hace desde la especialidad es un estudio simple que puede ser una imagen lograda por medio de una radiografía o una resonancia para determinar a qué tipo de grupo pertenece el síntoma. La gran mayoría de los casos que atendemos pertenecen a dolores de cabeza primarios y básicamente migrañas.
-¿Cuál es la característica principal de esta enfermedad?
-La migraña se manifiesta con crisis de dolor de cabeza severos, invalidantes, que se producen por ciertos desencadenantes. Entre ellos figuran la ingesta de algunas comidas (chocolate, vino, quesos, frituras), la falta o el exceso de sueño, mantenerse en ayunas o los cambios hormonales, sobre todo en la etapa premenstrual. Los pacientes consultan por estos dolores porque se presentan con mucha intensidad, empiezan a sentir náuseas, ganas de estar en la cama, molestias producidas por la luz y a veces infieren que tienen un ataque al hígado. Esta es una confusión muy típica pero en realidad son las migrañas las que producen dolores hepáticos. Es un circuito muy común y debido a esto, tenemos mucha derivación de los gastroenterólogos.
-¿Es una patología en la que hay mucha automedicación?
-Sí, muchísima. La gente acude a cualquier método ya sean fármacos, remedios caseros, curanderos y esto es complicado porque en muchos casos no se tiene un diagnóstico. Hay pacientes que naturalizan y conviven con el dolor porque desconocen que hay tratamientos y, salvo contadas excepciones, son muy efectivos. Tener una crisis de migraña una vez al año no es grave. Ahora, padecerla una vez por semana es mucho y de hecho, es una de las causas más frecuentes de ausentismo laboral porque afecta cada tarea de la rutina diaria y prácticamente, no deja hacer nada. Además, la migraña interfiere tanto en la calidad de vida que se encuentra entre las seis causas más comunes de invalidez.
-¿Y puede derivar en otro tipo de enfermedad?
-Son muy pocos los casos y de poca relevancia en los que la migraña puede tener relación con un ACV (accidente cerebro vascular) y esto aún es discutido en la comunidad científica. Lo que sí puede es generar ansiedad, depresión, angustia y también mucho gasto médico, porque el paciente se la pasa de estudio en estudio hasta llegar a dar con un tratamiento específico. Con un buen diagnóstico se llega a un buen tratamiento. Desde la farmacología hay medicamentos para atenuar el dolor y que, a su vez, permiten evitar el abuso de analgésicos que muchas veces son contraproducentes o están contraindicados.
-Al ser la cefalea una afección tan frecuente, ¿en qué casos es recomendable realizar una consulta?
-Nosotros tenemos que estar atentos a los signos de alarma que en la especialidad denominamos “banderas rojas”. Cualquier dolor de cabeza que se origine de manera brusca y repentina debe ser tenido en cuenta. Una cefalea que genere un déficit neurológico como, por ejemplo, pérdida de fuerza en una pierna, en un brazo o visión doble, requiere una consulta. Un dolor que empieza o aumenta durante una actividad física o que logre interrumpir el sueño durante la noche, necesita revisión médica. Todo esto no implica que al paciente le esté sucediendo algo malo, pero son síntomas que deben ser analizados por un profesional.
-¿Existe alguna relación en el incremento de casos por la cuestión estacional?
-No, la migraña no. Hay otros dolores de cabeza primarios, más raros, que tienen una variante estacional y que compromete más que nada a los varones. En este sentido, el espectro es muy grande. La cefalea por tensión, que es aquella que se manifiesta por cuestiones posturales, cervicales o con presión en las sienes, puede tener relación con los últimos meses del año, cuando ante determinadas tareas el cuerpo está más fatigado o estresado al culminar la jornada laboral, pero en ningún caso son dolores invalidantes. Los dos grandes grupos de cefaleas que se ven en consultorio son las jaquecas y las cefaleas tensionales o muchas veces mixtas.
Las vías de tratamiento
Es importante que la persona que sufre de dolores de cabeza consulte con el médico para saber si se trata de migraña u otro tipo de afección.
El doctor Mariano Coppola explicó que el adecuado diagnóstico tiene como objetivo lograr que la persona que padece esta enfermedad neurológica tenga la mejor calidad de vida posible y pueda controlar sus episodios. Para ello, hay tratamientos preventivos que pueden hacerse por un tiempo prolongado y no necesariamente de por vida.
-¿Qué alternativas hay en materia de tratamientos?
-Existen dos vías diferentes pero complementarias que se utilizan a la hora de iniciar un tratamiento. Por un lado, el no farmacológico que está asociado a la actividad física, aeróbica y sobre todo placentera, porque el placer genera endorfinas y esto mejora el dolor. Es necesario evitar los desencadenantes que se producen a través de las comidas o ciertos insumos cuando uno reconoce qué alimento es el que puede disparar la dolencia y en este sentido, mantener una dieta regular como para no hacer grandes períodos de ayuno. Abandonar el hábito de fumar, es una indicación a tener en cuenta y también sumar terapias como yoga o mindfulness que son de gran ayuda en este tipo de patologías.
-¿Y desde lo farmacológico?
-Aquí se puede optar por un tratamiento que se aplique directamente para atacar el dolor de raíz o en su defecto, por asistir con medicación preventiva a los pacientes que tienen episodios de migraña con mayor frecuencia y tratan de evitar el abuso de analgésicos. En estos casos en particular, se dosifica una medicación a corto plazo y se va evaluando a través de un registro la respuesta que, mes a mes, tiene la persona. En todo lo que a medicamentos se refiere, es importante educar al paciente porque hay mucho placebo, mucha automedicación y mala administración de la misma y por eso estas jornadas sirven para instruir y brindar herramientas de conocimiento ante una enfermedad que mal atendida, puede generar trastornos de por vida.
Hormonas y dolores de cabeza
La migraña afecta con mayor frecuencia a las mujeres que a los hombres. El hallazgo de que el 60 por ciento de las mujeres que padecen migrañas relaciona los ataques con su ciclo menstrual, sustenta este nexo entre los cambios hormonales femeninos y los dolores de cabeza migrañosos.
Los ataques pueden presentarse varios días antes o bien durante el período menstrual. Hay mujeres que sufren los dolores de cabeza en la mitad del ciclo y en el momento de la ovulación. El nivel de estrógenos fluctúa durante el ciclo menstrual. Los dolores de cabeza típicamente ocurren simultáneamente con la caída del nivel de estrógeno.
Los métodos anticonceptivos hormonales, como las píldoras anticonceptivas, los parches o los anillos vaginales pueden cambiar los patrones de dolor de cabeza existentes. Pueden mejorar o empeorar o, a veces, no cambiar.
Bajo esta premisa el neurólogo Mariano Coppola especificó que “los anticonceptivos orales por lo general pueden llegar a intensificar el dolor o promover el incremento de crisis migrañosas”. Para mantener un adecuado control es necesario que desde la especialidad ginecológica se estudien las opciones que tiene cada paciente en particular.
“También hay algunos medicamentos o tratamientos para la migraña que pueden no ser efectivos si paralelamente se utilizan anticonceptivos pero se pueden hacer cambios desde lo farmacológico o desde los hábitos”, señaló.
Por último, el especialista destacó que “las mujeres son las más afectadas desde la adolescencia hasta la menopausia, ya que los cambios hormonales que se dan durante esta etapa de la vida suelen desatar episodios con mayor frecuencia”.