Diversificando inversiones
¿Por qué es importante diversificar?
En el mundo de las inversiones, la diversificación de la cartera es una técnica fundamental. Técnicas para implementarla
En el mundo de las inversiones, la diversificación de la cartera es una técnica fundamental para lograr una gestión eficiente del riesgo y mejorar el rendimiento a largo plazo.
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La idea detrás de la diversificación es simple: “no poner todos los huevos en una misma canasta”. Cuando distribuimos los activos en diferentes categorías y clases, minimizamos la exposición a un solo riesgo y maximizamos la oportunidad de obtener un rendimiento positivo.
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Existen diferentes tipos de diversificación, cada uno con sus pros y contras. Podemos, por ejemplo, diversificar geográficamente incluyendo activos de Europa, Estados Unidos y países emergentes. O hacer una diversificación sectorial, donde asignemos un porcentaje al sector tecnológico, otro al minero y otro a la industria química. Tambien podemos diversificar por clase de activos e invertir en acciones, bonos corporativos, bonos del tesoro, commodities, etc. Y por último, podríamos hacerlo en función del tamaño de la empresa, la capitalización y el perfil de riesgo.
Es importante tener en cuenta que, aunque la diversificación es una técnica efectiva, no es una garantía de éxito. Cada activo tiene inherentemente un retorno esperado y una volatilidad (riesgo). Al combinarlos en un portafolio, dependiendo la proporción que tenga cada instrumento, tendremos distintos resultados. La idea detrás de la diversificación es maximizar el retorno esperado y minimizar la volatilidad, siempre estando en línea con la capacidad y la tolerancia de tomar riesgo del inversor.
Con el paso del tiempo, las condiciones económicas y de mercado cambian, por lo que es conveniente hacer una evaluación continua de la cartera para asegurarse que sigue alineada con los objetivos de inversión y la situación financiera. Es importante estar atento a las fluctuaciones en la rentabilidad de los activos, y ajustar la proporción de cada uno de ellos si es necesario para mantener un equilibrio adecuado entre el riesgo y el rendimiento esperado. Al evaluar la situación del portafolio, es posible que identifiquemos oportunidades de inversión adicionales que permitan mejorar la cartera y aumentar su rendimiento.
En conclusión, la diversificación es un aspecto clave de cualquier plan de inversión bien estructurado, pero debe ser parte de una estrategia más amplia que tenga en cuenta los objetivos individuales, la tolerancia al riesgo y la situación financiera.
tomas.docobo@animas.com.ar MBA (Politecnico di Milano), Magíster en Finanzas (UTDT) y Licenciado en Administración (UNICEN). Es asesor financiero matriculado (CNV) y director de la consultora financiera Animas