A 10 años de la primera movilización, el Ni Una Menos se hizo sentir en Tandil
Junto al colectivo LGBTTIQ+, las mujeres tandilenses coparon la zona céntrica de la ciudad, manteniendo vigente su lucha contra la discriminación y la violencia de género.
“¡Diez años de salidas colectivas, diez años de lucha feminista en las calles!”, la consigna de esta edición.
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Este martes, más de un centenar de mujeres e integrantes del colectivo LGBTTIQ+ participaron de una edición especial de la movilización denominada Ni Una Menos, que cumple este 2025 10 años de lucha contra el entramado social de la violencia machista, que tiene su máxima y repudiable representación en el femicidio.
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Convocado por La Mesa Intersectorial y la Asamblea Transfeminista, y bajo la consigna “¡Diez años de salidas colectivas, diez años de lucha feminista en las calles!”, el numeroso grupo de manifestantes se congregó desde temprano en la Plaza Independencia, donde tuvieron lugar diversas expresiones artísticas e intervenciones relacionadas a la problemática, mientras se desarrollaban los preparativos para una marcha que comenzó pasadas las 18 horas.
“Vivas y libres nos queremos”, “Mi cuerpo no pide tu opinión”, y “La violencia deja marcas... no verlas deja femicidios” son algunos de los mensajes que pudieron observarse en las banderas y carteles que marcharon por el centro.
Al igual que en años anteriores, la iniciativa continúa demostrando su capacidad de convocatoria, y si bien se celebran las luchas ganadas a partir de la intensa presencia en las calles, se sobreentiende que todavía queda un largo trecho por recorrer, en un país donde, entre muchas otras cosas, ocurre un femicidio cada 39 horas.
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En los instante previos al inicio de la movilización, varias referentes del colectivo feminista hicieron lectura del siguiente documento, que repasa tanto los 10 años de historia del Ni Una Menos, como los items que continúan y continuarán motivando su realización:
Hace 10 años salíamos masivamente a las calles por el femicidio de Chiara Paez, de 14 años, que fue asesinada por su novio en Rufino. Este hecho que conmovió a todes, nos encontró con nuestro carteles, poniendo nombre a lo que muchas y muches hemos vivido, pero molestó a quienes no querían que hablemos de patriarcado, a quienes también hoy, nos quieren calladas, a quienes defienden un sistema que nos disciplina, nos empobrece y nos mata.
Sabemos recuperar experiencias y tenemos el ejercicio de la memoria colectiva, como estrategia. Tenemos el compromiso de imaginar unas vidas futuras menos injustas y sin violencias. Y porque no le esquivamos a las urgencias, decidimos interpelar el presente.
Nuestro movimiento es amplio, diverso, abraza a todas las luchas. No arrancó en 2015, no fue una moda, es un movimiento que se gesta en las broncas históricas de nuestras ancestras. En un mundo que nos quiere hacer creer que luchar no vale la pena, nosotras y nosotres sabemos que los derechos con los cuales nacimos se los debemos a quienes nos antecedieron, que se dispusieron a entrar en la historia a los codazos, que imaginaron estrategias, construyeron alianzas y dieron los debates necesarios en ámbitos institucionales/parlamentarios pero también se enfrentaron a un sentido común machista en las propias familias, en grupos de amigues y en ámbitos laborales.
Nuestra lucha nace de la rabia colectiva que hoy nos encuentra nuevamente respondiendo a los permanentes ataques del sistema patriarcal y defendiéndonos del neoliberalismo cruel hoy promovido por su mejor títere: Milei.
Como cada 3 de junio salimos mujeres, lesbianas, travestis, trans, marikas, masculinidades trans, familias también, salimos todes porque sabemos que lo que repudiamos no es solo la violencia más extrema de los femicidios, travesticidios y crímenes de odio al colectivo LGBTTIQ+, es todo el entramado de violencia machistas que hacen nuestras vidas más precarias.
Por eso hace años decimos que nos queremos vivas y libres! Pero nuestra libertad no es la del mercado y sus falsas ofertas; rechazamos la libertad como trampa que perpetúa desigualdades. Reivindicamos la libertad de decidir sobre nuestros cuerpos, la libertad de desear sin estigmas, la libertad de circular sin acosos, de no convivir con agresores, la libertad del uso del tiempo y del disfrute, del activismo, del arte, de la crítica a los modelos de vida jerárquicos, opresores y extractivistas de nuestras energías.
La libertad que buscamos reconoce la urgencia de dar batalla a las desigualdades de género y de ampliar ciudadanía en el goce de derechos para las mujeres y la comunidad LGTBIQ+. La libertad que convidamos y que hemos aprendido a anhelar es la que nos permitirá combatir la violencia estructural. Una libertad que lejos de ser una idea abstracta se cimenta en prácticas democráticas y requiere de políticas públicas concretas.
Para nuestro movimiento, cada 3 de junio es un hecho político. Llegamos a esta plaza y a estas palabras, con discusiones enfáticas, con diagnósticos variados, con muchas lecturas y análisis, buscando un consenso sin desconocer las diferencias.
Nos organizamos para hacer reclamos y pedir transformaciones en el sistema político, le hablamos al poder judicial , al ejecutivo y al legislativo. Pero también, y no menor, esta plaza es una posibilidad de encuentro y de ampliar el diálogo. El encuentro en esta plaza nos trastoca el cuerpo al sabernos parte de un cuerpo social mayor: nos permite reconocer las violencias que vivimos, las que vivieron otras y otres. Nos comprometemos en cada abrazo y en cada mirada que cruzamos, entre quienes nos conocemos y con quienes no, a nunca bajar los brazos. Nos sabemos parte de una lucha en común, aún en nuestras diferencias, porque somos hijas e hijes de los encuentros plurinacionales que hace más de 30 años nos enseñan que nadie debe quedar afuera en la lucha contra el patriarcado.
En muchos lugares del país, se resolvió salir el día de mañana, acompañar a la lucha de jubilades. Desde nuestra ciudad también decimos basta de crueldad, basta de represión, basta de hambre para les adultes mayores.
Nuestro movimiento abraza las luchas por mayores garantías estatales para las personas con discapacidad y quienes atraviesan sus vidas con enfermedades crónicas, acompaña la defensa de los territorios de pueblos originarios, se hace presente en las ollas populares y los espacios comunitarios de sostén y de cuidados, se compromete en sostener los reclamos por mejores condiciones laborales para quienes trabajan en salud y educación, para quienes se ocupan cada día de la crianza.
Nuestro movimiento apoya las reivindicaciones por mayor presupuesto para ciencia y tecnología y hace un contundente llamado a no desfinanciar la educación pública en ninguno de sus niveles. Seguiremos defendiendo la ESI, la ley de identidad de género y la implementación de todas aquellas leyes que garanticen vidas libres de violencia.
Celebramos los 20 años de la Campaña por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito y frente al intento de deslegitimar este derecho con el discurso de la culpabilidad por la baja tasa de natalidad volvemos a sostener la búsqueda de maternidades deseadas y posibles.
El problema no es el aborto, el problema es el hambre, el no acceso a la vivienda, la desocupación y la precariedad que impiden planificar nuestras vidas y proyectar futuros dignos.
Por eso, ahora más que nunca, cuando la ofensiva patriarcal y neoliberal se recrudece desde el poder, decimos que no da lo mismo, tenemos que ocupar la calle, disputar el espacio público. A quienes pretenden disciplinarnos, desorientarnos, nos quieren calladitas, calladites en nuestras casas, sepan que acá hay un fuego colectivo que sabe de su historia y que jamás va a claudicar.
Porque en nuestro ADN transfeminista está también la furia trava que sabe dar batalla! Celebramos que hoy nuestra asamblea sea transfeminista, que seamos parte también quienes motorizamos cada marcha del orgullo en nuestra querida ciudad. Porque sabemos que lo que nos horroriza, también nos activa, hoy salgamos a marchar para que nuestro mensaje se escuche fuerte y claro:
Al patriarcado, al ajuste, a la crueldad, a los trolls del odio les respondemos entre todes!
● Sin políticas de género jerarquizadas e institucionalizadas no hay Ni una Menos
● Sin financiamiento para la línea 144 no hay Ni una Menos
● Sin trabajo digno y moratoria no hay Ni Una Menos
● Con ajuste a las jubiladas y jubilados no hay Ni Una Menos
● Con ajuste y tarifazos no hay Ni Una Menos
● Con hambre y persecución no hay Ni Una Menos
● Con despidos y desempleo no hay Ni Una Menos
● Sin vivienda digna no hay Ni Una Menos
● Sin Integración socio urbana y políticas para los barrios populares no hay Ni Una Menos
● Sin acceso integral a la salud y pleno ejercicio a decidir sobre nuestros cuerpos no hay Ni Una Menos
● Sin salud mental y abordajes de los consumos problemáticos no hay Ni Una Menos
● Con DNU y Ley Bases no hay Ni Una Menos
● Con saqueo de nuestros recursos naturales no hay Ni Una Menos
● Sin políticas de cuidado para las que cuidan no hay Ni Una Menos
Hoy nos vamos con la tarea de redoblar esfuerzos para que nuestras casas, nuestros espacios de trabajo, nuestras calles estén libres de violencias. ¡Porque vivas, libres y desendeudadas nos queremos!