Avance legislativo
Con el dictamen favorable de Cultura, Diputados podrá declarar al Calvario como Monumento Histórico
Finalmente, la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados de la Nación aprobó el dictamen para que el Monte Calvario de Tandil se transforme en Monumento Histórico Nacional, en el año de su 80mo. aniversario. El proyecto fue presentado en junio pasado por el diputado nacional Rogelio Iparraguirre y tras tomar estado legislativo, fue derivado a la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, un ente autárquico que funciona en la órbita del Ministerio de Cultura nacional.
Recibí las noticias en tu email
De este modo, en enero el expediente obtuvo el visto bueno del organismo y retornó a la Cámara baja, donde la comisión que preside el diputado de Juntos, Hernán Lombardi, le otorgó el dictamen favorable.
Ahora el desafío para el legislador tandilense será poder introducir el proyecto en algún orden del día para que el recinto lo trate en sesión. De aprobarse, será el Senado quien lo convierta en ley.
De este modo, si el predio es declarado Monumento Histórico Nacional, la normativa habilita que el Ministerio de Obras Públicas de la Nación realice inversiones para mejorar la seguridad y accesibilidad del espacio.
Cabe destacar que en los últimos años han proliferado las denuncias por reiterados hechos de vandalismo y robos en el Calvario. Las estrategias a largo plazo implican un desembolso de recursos que hasta el momento ni la Iglesia ni el Municipio están en condiciones de afrontar y se generó una especie de vacío en torno a la protección del lugar.
“Acto de justicia”
En contacto telefónico con el ciclo “Cosas que pasan” (104.1 Tandil FM), el diputado Rogelio Iparraguirre se refirió al tema y señaló que tras insistirle a Hernán Lombardi, el titular de la Comisión de Cultura de Diputados, convocó a una reunión e incorporó el expediente al temario del día para avanzar con ello.
“Nunca se junta la Comisión de Cultura, no se junta ninguna en realidad”, se sinceró el legislador. Si bien es un proyecto sobre el que no hay desacuerdos, era necesario que el presidente citara a una reunión de comisión para tratarlo, lo que finalmente sucedió ayer, tras meses de demoras.
“Después de que hablamos con Lombardi la semana pasada, él se comprometió a hacerlo y obtuvo el dictamen. Ahora hay que meterlo en un orden del día, que hay que decir que se arman con el cuchillo entre los dientes”, expuso.
Además, Iparraguirre ponderó que la medida es importante porque constituye “un acto de justicia con los tandilenses y el patrimonio, merece estar en el registro nacional”.
En simultáneo, observó que el Monte Calvario no pertenece a ningún nivel del Estado, sino que es propiedad de una entidad civil, la Sociedad San José, entonces se obtura la transferencia de fondos públicos para su preservación.
El marco legislativo, en consecuencia, permitirá al Gobierno nacional aportar recursos, porque independientemente de la titularidad del dominio tendría responsabilidades en su conservación.
Al respecto, el diputado del Frente de Todos indicó que, en esta línea, se pueden llevar a cabo diferentes obras de restauración e iluminación; un cerco olímpico de cerramiento para evitar el vandalismo; y también la colocación de un acceso mecánico para personas con movilidad reducida, que mejoren la experiencia del visitante y democraticen el acceso al emblemático sitio.
El valor del espacio
Asimismo, en el dictamen tratado y aprobado en la Comisión Nacional de Monumentos durante los primeros días de 2023, se destacó que por el hecho de estar erigido sobre una sierra, paisaje distintivo de la ciudad, el Monte Calvario es “único en su especie”.
Así, tanto monseñor Fortunato Devoto en 1938, como más tarde el arquitecto Alejandro Bustillo, encontraron en esa característica topográfica una posibilidad única por su atractivo que lo hacía tan singular.
Los especialistas en patrimonio también resaltaron que cada año, especialmente en las festividades de Semana Santa, el predio congrega a miles de fieles, tanto por su valor religioso como por su atractivo turístico y argumentaron que, por lo tanto, "se trata de un bien patrimonial que es apropiado y resignificado por la propia comunidad”.