Ciencia pública
Conicet: preocupa la postergación de becas que forman científicos para resolver problemas del Estado y los privados
Lo afirmó el director del organismo a nivel local, Alejandro Zunino.
Crece la preocupación en el Conicet Tandil luego de que el organismo a nivel nacional haya anunciado la postergación en la designación de las becas a partir de las cuales se financian los científicos públicos.
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Desde la sede local de la institución brindaron detalles de lo que esto significa para el sistema de ciencia y técnica –en Tandil, a la presentación vigente se habían postulado 47 a becas doctorales y 13 a becas de finalización-, precisaron ejemplos de las principales contribuciones realizadas por investigadores locales tanto al Estado como al sector privado, y transmitieron la incertidumbre por el destino de parte del personal administrativo cuyos contratos vencen a fines de marzo.
“La idea de estas becas es financiar la formación de jóvenes universitarios, que en todos los casos tienen promedios destacados, que a su vez presentaron un plan de trabajo original, nuevo a nivel mundial, con un grado de innovación y que han sido evaluados y aprobados por un comité de expertos”, explicó Alejandro Zunino, a cargo del Centro Científico Tecnológico Conicet Tandil.
El director precisó que la formación que habilitan las becas es la de “hacer ciencia”, a lo que definió como “aprender a resolver problemas complejos”. Por lo tanto, sostuvo, “preparan a profesionales y futuros científicos para resolver problemas a los que se enfrentan el Estado y los privados. Entonces, es muy importante para el país pero es más importante para Tandil también”.
Las becas otorgadas por el Conicet permiten a jóvenes universitarios de diferentes disciplinas realizar una formación doctoral o posdoctoral. A su vez les brindan un marco para que inicien investigaciones originales, muchas de las cuales a partir de su continuidad han promovido desarrollos destacados.
El aporte del Estado en las fases iniciales de investigación supone un papel fundamental en instancias que estas no reportan beneficios o ganancias inmediatas. Sin embargo, y en Tandil hay diversos ejemplos con institutos como el Pladema, muchos de esos desarrollos logran en una etapa más avanzada vincularse con el sector privado para trabajar en conjunto y obtener financiamiento.
La decisión de postergar el anuncio de las becas, señaló Zunino, provoca incertidumbre en los jóvenes investigadores. “Estamos preocupados pero además tenemos el enorme temor de que esas personas frente a esa incertidumbre decidan tomar otros caminos. Se trata de personas que son ampliamente capaces y destacadas que tienen incluso muchas ofertas laborales. Entonces creo que para el país representa una potencial pérdida muy grande el no tener la posibilidad de formar esta gente para que después se conviertan en capaces de resolver problemas complejos que es lo que necesitamos en Argentina”
La ciencia, el Estado y el sector privado
Consultado por los diversos cuestionamientos al sistema científico argentino que surgieron en el último tiempo, Zunino consideró que se trata de críticas “superficiales”. Destacó tanto los aportes en ciencias Exactas –su campo de trabajo- como de las ciencias sociales y el prestigio internacional del Conicet.
Valoró la eficiencia del resultado entre lo invertido por investigador y el impacto de la producción científica, y puso como ejemplo un desarrollo en el que intervino de manera personal que permitió mejorar el uso del tiempo en computadora, algo que supuso al Estado un ahorro de millones de dólares anuales.
“La ciencia no es un gasto. Tampoco quiero decir que necesariamente todo resultado científico se traduzca siempre a dinero porque a veces la traducción a dinero lleva mucho tiempo”, planteó para luego ejemplificar con el desarrollo de internet, que llevó décadas de inversión estatal –con avances y retrocesos- hasta la monetización a comienzos de los 90’.
“Historias de ese tipo hay por todos lados”, consideró. En ese sentido sumó “una explicación muy sencilla” en contra de la posibilidad de privatizar el Conicet. “Cualquier privado busca un retorno rápido de la inversión, que significa 1, 2 o 3 años como mucho. Eso con Internet no hubiera ocurrido. Entonces con una mentalidad de retorno rápido de la inversión, probablemente no existiría Internet hoy, ni los celulares, ni las pantallas ni muchas de las cosas que son parte del día a día del mundo moderno”, señaló.
Además, se refirió al vínculo existente en Tandil entre los desarrollos científicos del sistema público y el sector privado. “Hay una interacción permanente, y tenemos una oficina con personal capacitado en hacer estas vinculaciones que permiten que empresas que tienen problemas acudan al sector científico y nosotros les brindamos soluciones”, indicó.
“Tenemos casos de industrias que lograron bajar consumos energéticos de manera muy significativa y mejorar la producción en cuanto a calidad, tenemos casos de gobiernos que acuden a nosotros para mejorar aspectos del espacio verde, o generar mejores paseos integrados a la ciudad, o rescatar y valorizar cuestiones históricas patrimoniales”, enumeró.
El director concluyó planteando que la situación en torno a las becas y la incertidumbre con respecto al personal administrativo “sorprende, shockea, preocupa y entristece”. Por tal motivo, se encuentran en permanente contacto con todos los Centros del país, con quienes solicitaron una reunión urgente con el presidente del organismo para conocer cuál es el plan de acción a futuro.