Recientemente, vecinos compartieron con El Eco de Tandil su preocupación por la presencia de “claveles del aire” en árboles de la Plaza Independencia de Tandil. Por tal motivo fueron consultadas las áreas municipales abocadas al tema, quienes marcaron que no se trata de especies nocivas o que representen peligro, sino que son funcionales al ecosistema urbano.

“La presencia de Tillandsia spp en ejemplares de las plazas de Tandil no es una plaga ni parásito, sino un componente natural y funcional del ecosistema urbano. El riesgo asociado es de naturaleza físico-mecánica, no biológica, y está directamente relacionado con la salud estructural del árbol hospedador”, marcaron desde la comuna en un informe elaborado desde la Dirección de Espacios Verdes. El texto fue elevado a la Comisión de Arbolado.

Vecinos se comunicaron con El Eco para dar cuenta de su preocupación por los árboles de la Plaza Independencia, en particular por haber observado “parásitos” sobre las ramas. Indicaron que años atrás el Municipio había intervenido para despejar parte de estas presencias observables en particular en un pino de gran porte, pero que las mismas se extendieron hacia otros ejemplares en el último tiempo.

Sin embargo, desde la Comuna descartaron que tal situación pueda generar un efecto negativo para el arbolado de la Plaza. “La abundancia de Tillandsia a menudo es percibida negativamente por la ciudadanía, que la asocia erróneamente con una plaga, enfermedad o falta de mantenimiento del arbolado”, señala el informe de Espacios Verdes, que agrega que “tiene un rol trascendente como ‘centinelas de la calidad del aire’ y el Municipio se rige por criterios técnicos para su manejo”.

Diagnóstico de Espacios Verdes

La Dirección de Espacios Verdes elaboró un informe técnico a partir del cual constató “una gran carga de ejemplares de claveles y barba de viejo sobre los cedros de gran porte (Cedrus libani y Cedrus atlantica) en la Plaza Independencia”. Explicaron además que “estas plantas no son parásitas, sino que utilizan al árbol como soporte físico”.

Dicho diagnóstico a nivel local –indicaron- “se alinea con patrones documentados a nivel nacional e internacional”, y en ese sentido hicieron mención a que “la colonización de arbolado urbano por Tillandsia es un fenómeno común en Argentina, estudiado por Conicet e INTA”, y que  “la evidencia científica demuestra que la abundancia de epífitas está fuertemente influenciada por las características del árbol hospedante, como la textura de la corteza, la arquitectura de la copa y la disponibilidad de luz y humedad”.

A su vez, refirieron también a casos registrados en Medellín –Colombia- y Juiz de Fora –Brasil-, centros urbanos que de acuerdo al informe “reportan una alta diversidad y dominancia de Tillandsia en sus bosques urbanos, demostrando la resiliencia y adaptabilidad de estas especies a entornos antropizados”.

Por tal motivo, indicaron que “la situación en Tandil no es una anomalía, sino un fenómeno ecológico cuya gestión se sostiene en un entendimiento profundo de su doble rol en el ecosistema urbano”, y que “ignorar el valor de Tillandsia spp  sería un error técnico. Estas plantas ofrecen servicios ecosistémicos significativos que deben ser considerados en cualquier plan de manejo”.

Al respecto precisaron que benefician en los bio indicadores de la calidad del aire, que acumulan metales pesados y otros contaminantes, permitiendo mapear la polución proveniente de fuentes industriales, agrícolas o del tráfico vehicular, y que su respuesta fisiológica es un indicador sensible de la presencia de contaminantes atmosféricos. Sumaron que “son capaces de retener y acumular partículas magnéticas emitidas por la combustión, lo que ofrece una metodología complementaria para el bio monitoreo de la calidad del aire”, así como también que aportan a la diversidad urbana.

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