El Eco se va a las nubes
En 1930, El Eco de Tandil ya retrataba con ironía y preocupación el impacto de la suba del dólar y la pérdida del valor del peso argentino. Entre tintas importadas y huevos con precio internacional, el cronista advertía que el "carrito de la suba" no se detendría en el 10 ni en el 20 por ciento. Una historia de inflación que, en Argentina, parece repetirse.

Los argentinos saben de inflación, es decir, del aumento general de precios en una determinada unidad monetaria.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailNuestro país cambió varias veces la unidad monetaria: pesos moneda nacional, pesos ley 19.188, pesos argentinos, australes, pesos -a secas-.

Pareciera que las causales del aumento que se aducen son siempre las mismas: la suba del dólar. “A cualquier consumidor que se le ocurra protestarlas diciendo que tal cosa es de la Pampa Central (...) le responderán que no es así, hasta le asegura la bruquilla y el huevo de gallo son traídos de la patria del dólar”.
Todos estos comentarios, bajo el título “Camino de las nubes” desplegó el cronista de El Eco en 1930 para explicar el aumento del precio.
Y un aumento mayor al comunicado. ¡Se habían quedado cortos! Argumentaron que muy pocos son los artículos necesarios que se fabrican en la Argentina, “empezando por los papeles y continuando con las tintas. Hay que ser tributarios de las fábricas extranjeras, y he ahí por dónde es más sensible la baja del peso argentino y la suba del oro norteamericano.
Al paso que se va, no resultará un recargo de un 10 por ciento como en un principio lo comunicaban las circulares comerciales. Muy pronto alcanzará el 20 por ciento, y podremos darnos por satisfechos si allí, en el 20, se detiene el carrito de la suba”.