Entrevista al papá de Inés: el momento en el que su hija lo miró a los ojos, y un agradecimiento infinito
En diálogo con El Eco de Tandil, Juan Socobehere contó cómo es el estado de Inés tras recibir el trasplante.

“Hoy en un momento me iban a relevar y justo ella se despertó. Yo la tenía agarrada de la mano, con un barbijo puesto y no me conoció. Entonces como que empezó a llorar. Me bajé el barbijo y automáticamente me conoció y se tranquilizó. Fue bastante impresionante y la verdad que muy emocionante. El contacto con los ojos, con el tacto, con la voz, con todo”, contó desde el Hospital Italiano Juan Socobehere, el papá de Inés.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailTras 180 días de espera, la bebé tandilense de un año y siete meses recibió su trasplante de corazón. En diálogo con El Eco de Tandil, Juan brindó detalles del estado actual de su hija y de la continuidad de una recuperación que será “pasito a pasito”, agradeció a la familia donante, al personal médico y de salud, y a todos aquellos que se comunicaron para acompañarlos.

Según transmitió, Inés pasó bien sus primeras dos noches. Aunque continúa en terapia, ya le quitaron el respirador, le practicaron un electrocardiograma y comenzaron a tratarla con inmunodepresores. “Hasta ahora, gracias a Dios, viene todo bien, todo tranquilo”, compartió el padre, quien destacó en particular “el gesto de amor enorme” de la familia donante.
La posibilidad de que Inés sea sometida a la operación de trasplante de corazón se concretó 6 meses después de que la bebé haya ingresado a la lista de emergencia nacional. Diagnosticada con miocardiopatía dilatada severa, su caso –como el de Isi-, movilizó no solo a Tandil sino a personas de todo el país que se solidarizaron con la familia Socobehere y unieron fuerzas en la campaña “Un corazón para Inés”.
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La operación duró 6 horas, y tal como relató la madre mediante una publicación en sus redes sociales, tras la espera “escuchamos las palabras soñadas, el corazón arrancó latiendo hermoso todo salió como esperábamos. Y ahí toda la familia se fundió en un abrazo interminable y un llanto liberador. Inés volvió a nacer. Inés recibió su segunda oportunidad y a nosotros como papás nos regalaron la oportunidad de ver crecer a nuestra hija junto a su hermano. Nos salvaron la vida a todos. Gracias ángel donante prometemos cuidar tu corazón más que a nuestra vida. Donar salva vidas, de verdad”.

“Pasito a pasito”
-¿Cómo están en este momento? ¿Cómo está la familia?
-Juan Socobehere: En este momento estamos súper contentos. Profundamente agradecidos a todos, a los amigos, familia, conocidos, gente que no conocemos. Por el amor, que traspasa todas las fronteras y nos mandan mensajes y audios.
Tenemos las redes sociales explotadas. No tenemos palabras de agradecimiento. Y ni que hablar para la familia, para esa familia donante que ha tenido un gesto de amor enorme.
-¿Cómo es el estado de Inés?
-Bueno, el estado de Inés hoy es por supuesto bastante delicado. Pero sus dos primeras noches fueron buenas, y el día de hoy fue bueno. Hoy en la mañana le hicieron un ecocardiograma y dio todo bien.
Seguido de eso, le sacaron al respirador, estaba intubada ella, entonces se lo sacaron. Y ahora está con una cánula de alta presión, que es como estaba antes. Y hoy va arrancar con los inmunosupresores, y es un paso bastante importante. Así que hasta ahora, gracias a Dios, viene todo bien, todo tranquilo.
-En la publicación que hizo la mamá de Inés, ella agradecía en nombre de la familia a todo el personal médico y el personal de salud. ¿Qué palabras tenés para ellos?
-No, para ellos no hay palabras que puedan describir lo que hacen acá. La verdad es que es impresionante. Son las manos de Dios en la Tierra.
-¿Qué le transmitieron de parte de los médicos sobre cómo es la continuidad de este proceso?
-Cuando salimos, salió el doctor Barretta, que es el que la operó. Nos contó cómo había sido el procedimiento, y que había sido todo exitoso. Y nos dijo que estas 72 horas, desde que se terminó la intervención, eran cruciales. Eran súper importantes y delicadas, por supuesto.
Así que bueno, a rezar mucho, a pedir energía positiva de todo lo que uno pueda llegar a creer, todo suma.
-Fue la segunda operación por asistolia controlada. ¿Les dieron algún tipo de precisión al respecto?
-No hablamos mucho del tema porque es algo muy nuevo. Le preguntamos al doctor y nos dijo, “chicos, ustedes tranquilos ahora, procesen todo esto que es un montón”. Después, tendremos alguna entrevista y hablaremos un poquito más fluido del tema. Fue muy cauto el doctor Barretta, la verdad que impresionante. Un tipo muy humilde, muy con los pies sobre la tierra.
No hablamos mucho sobre el tema. Pero sí, es una puerta. Han abierto una puerta interesantísima, importantísima, que va a dar muchísimas más posibilidades a un montón de chicos.
-Como siempre que lo han transmitido ustedes, incluso bastante antes de la operación, la importancia de la donación, ¿no?
-Eso es clave. Todos podemos decir de la importancia que tiene la donación pediátrica. Pero si no se concientiza, es como que es un mensaje abstracto. Entonces es muy importante hablar del tema. Dar charlas, informarse, que los médicos informen, que se hagan campañas. Está buenísimo que se comparta y acompañarlo con información precisa.
-Falta, esto es paso a paso, pero deben estar soñando con el regreso a Tandil…
-Sí, eso siempre está. Por supuesto que está lejano. No soy una persona ansiosa. Y bueno, trato de disfrutar el ahora y el momento. Esto es pasito a pasito. Así que cuando sea, que tenga que ser.
-¿Están con la mamá de Inés y acompañados por más integrantes de la familia?
-Estamos los dos y están todos acá. Mi familia paterna, mis padres, mis hermanas, mi hermano. Bueno, por parte de Juli está su papá, están sus hermanas. La mamá no pudo venir ahora, pero ya irá a venir. Está acompañando desde allá de Tandil, mandando mensajes, está en total contacto con nosotros en cada momento.
Así que estamos sostenidos emocionalmente, y un montón.
-Por lo pronto vos tenés que quedarte en el lugar, por lo menos estos primeros días…
-Sí, yo ahora no me puedo mover de acá porque ella está en Hiper Terapia. Es el lugar donde están los casos más difíciles de todo el hospital. Ahora Inesita, si bien está sedada, se despierta y necesita el contacto de uno con ella.
Hoy en un momento me iban a relevar y justo ella se despertó. Yo la tenía agarrada de la mano, con un barbijo puesto y no me conoció. Entonces como que empezó a llorar. Me bajé el barbijo y automáticamente me conoció y se tranquilizó. Fue bastante impresionante y la verdad que muy emocionante. El contacto con los ojos, con el tacto, con la voz, con todo.
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Redactor El Eco de Tandil