Gracias al llamado rápido de una vecina, la policía evitó un robo en la Sala Abierta de Lectura
Este domingo por la mañana dos delincuentes intentaron ingresar a la sala ubicada en Chacabuco al 700. El fuerte golpe con el que rompieron la cerradura del portón de acceso, alertó a una vecina que recurrió rápido al 101 provocando la intervención de las fuerzas de seguridad para evitar el robo. Las dos personas fueron aprehendidas.

La Biblioteca Sala de lectura Abierta fue el blanco de un intento de robo en la mañana del domingo. Cerca de las 10:30, en pleno centro de la ciudad, la alarma del espacio cultural se disparó exponiendo una situación anormal. Lucia, responsable del mismo, contó a El Eco de Tandil que es la primera vez que le sucede un hecho de estas características. Al mismo tiempo se mostró agradecida por el accionar de los vecinos y se sorprendió con la rapidez en la que quedaron liberados los aprehendidos.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailSegún informó el parte policial, Carlos Alfredo Acosta, de 23 años, y Julián Alberto Ortíz Guevara, de 33, fueron aprehendidos en Chacabuco y avenida España mientras intentaban ingresar en la "Sala de Lectura Abierta". Lo hicieron luego de romper el portón principal de una patada, dañar la cerradura y quebrar parte de la estructura de madera. Los ladrones se retiraron tras no poder sustraer nada, pero ante el seguimiento de la vecina en cuestión y el rápido arribo de los efectivos, fueron aprehendidos y trasladados a la comisaría Primera por el delito de “Robo en grado de tentativa”.
“Ni bien llegué me encontré con una vecina que justamente ella había avisado a la policía, se comunicó porque los vio y escuchó la patada que le dio al portón que da ingreso a la biblioteca”, comentó Lucía Veiga a este medio y luego continuó: “El daño fue terrible, es más teníamos miedo de no poder cerrar la biblioteca ese día al ser domingo”.
De acuerdo a lo detallado por la víctima, además de romper el portón, adentro del lugar forzaron una puerta e intentaron ingresar por otra pero nunca llegaron a la sala central de la biblioteca donde están las computadoras. “Eso fue gracias a la vecina que pudo avisar a la policía justo a tiempo y los aprehendieron a las dos personas”, aseguró.
En el trayecto de una mañana complicada apareció otro personaje que fue destacado por las integrantes de la cogestión de la Biblioteca: Mario, un carpintero que reparó la puerta dañada sin cobrar un peso. Sobre él, Lucia afirmó: “Cuando finalizó su trabajo me dijo que no lo quería cobrar y que lo tomemos como una donación. Frente a todo el horror que vivimos, estamos muy agradecidas con el gesto de estas personas”.
Al mismo tiempo se informó que todo lo que se dañó ya está reparado. Las puertas se arreglaron el mismo domingo y el lunes a la mañana fue el turno del sensor de la alarma, el cual fue dañado sin tener en cuenta que estos artefactos tienen una batería para permitir su funcionamiento a pesar de no contar con conexión eléctrica. Por esa razón, la alarma sonó de todas maneras y alertó a los vecinos de la zona.
Además de reconocer a estos vecinos, también hubo un destaque para Magalí Verde, directora de Educación del Municipio, quien se hizo presente en el lugar y acompañó a la denunciante las dos horas que esperó en la comisaría Primera para realizar su descargo pertinente.
A su vez, Lucía Veiga se mostró sorprendida por “lo rápido que quedaron en libertad” los dos aprehendidos, y más aún después de enterarse que uno de los implicados contaba con una causa anterior. “No sé si nos preocupa, pero sí lo que es el sistema burocrático, la inseguridad y el hecho de que ya quede libre, la impunidad sorprende sobretodo” culminó.