Cultura
La comunidad artística y cultural de la ciudad despidió al artista y escultor Eduardo Rodríguez del Pino
Mensajes en recuerdo del reconocido artista y referente de la cultura local.
El pasado lunes 24 de junio, a sus 78 años, falleció en Tandil Eduardo Rodríguez del Pino. Reconocido artista, escultor, y referente de la cultura local, su vida dejó una huella en la comunidad tandilense, que expresó a través de las redes sociales el dolor por su partida pero también el recuerdo de su legado.
Recibí las noticias en tu email
“En el día de hoy hemos sufrido una gran pérdida, nuestro querido Eduardo Rodríguez del Pino, Escultor y docente de nuestra institución, pionero del hacer cultural de nuestro Tandil, forjando a estudiantes y docentes de sus creaciones, hasta siempre querido Eduardo, queda en nosotros los mejores recuerdos de tu paso por nuestras vidas y de tu arte”, publicaron las autoridades del IPAT N° 4, donde se desempeñó como profesor.
Rodríguez del Pino se formó como escultor en La Plata, pero recaló en Tandil donde no sólo tuvo su primer contacto con la piedra nativa –el granito-, sino también con quienes fueron sus maestros, históricos picapedreros que le compartieron un oficio que motivó más de una creación del artista. Tiempo después, impulsó la creación del Taller de Picapedreros y Escultores.
Llevó a cabo obras tanto en la ciudad como en otros lugares del país y el mundo. Comprometido con diversas causas ciudadanas, intervino también en acciones de la Asamblea en Defensa por las Sierras, y junto a José Rossanigo fueron los artistas a cargo del monumento a los desaparecidos de Tandil, ubicado frente al Municipio en la Plaza Independencia.
Se hicieron eco de su partida tanto instituciones artísticas como agrupaciones, pero así también muchos vecinos que recordaron anécdotas y vivencias con el artista. Pero en particular, hicieron mención a la condición de “maestro” de Rodríguez del Pino, quien supo convocar en su taller y en distintos espacios a diferentes generaciones de tandilenses interesados tanto por la cultura, como por la historia y la memoria.
Un registro del trabajo y de la concepción del arte de Rodríguez del Pino puede observarse en “Las manos de la eternidad”, el documental que llevó a cabo el realizador Alberto “Beto” Gauna. El material está disponible de manera libre y gratuita en YouTube.
“Un ser humano extraordinario”
“Hoy queremos recordar especialmente a Eduardo Rodríguez del Pino, un integrante de la Asamblea en Defensa de las Sierras de Tandil, artista, docente, ciudadano destacadísimo y ser humano extraordinario. Entre sus muchas luchas y obras, agradecemos profundamente su compañerismo en la causa de la defensa de las Sierras de Tandil y su mirada amorosa sobre la Naturaleza. Muchísimas fueron las actividades compartidas y estará siempre con nosotrxs”, compartieron desde la Asamblea por la Preservación de las Sierras. Entre otras imágenes, publicaron una en la que Rodríguez del Pino comparte un dibujo colectivo con alumnos de jardines de infantes.
También las autoridades del Mumbat recordaron al artista. “Su habilidad para dar vida a la piedra lo convirtió en un verdadero maestro y amigo cuya presencia nos enriquecerá siempre”, postearon desde las redes sociales del Museo, junto con un sentido texto escrito por la artista Mariana Hoffmann.
“La Jefatura Distrital de Educación Tandil, se suma a las palabras de condolencias de Equipos Directivos, docentes, administrativos, auxiliares, estudiantes y familias de la comunidad educativa del Distrito, por el fallecimiento del querido docente, licenciado en Escultura en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata, artista reconocido, referente militante defensor del medio ambiente y los DDHH, Eduardo Rodríguez del Pino. Sus obras recorrieron el mundo y son hoy su legado en muchos lugares de nuestra ciudad, así como su arte y compromiso será semilla en cada uno de sus estudiantes y compañeros/as”, hicieron público desde la Jefatura Distrital.
Desde la Secretaría de Cultura de la Unicen compartieron un texto en el que definieron a Rodríguez del Pino como “nuestro artista, maestro, motorizador de Universos, promotor de derechos culturales, democratizador de saberes artísticos, entusiasta e incansable con un compromiso social inquebrantable y, sobre todo, con un alma noble y un inmenso corazón”.
El artista fue tanto docente como no docente de la Unicen, donde aportó a la creación de proyectos y programas junto a los equipos de Cultura y Extensión. “Su obra y su amor por el Arte, la Educación Pública y la Cultura son y serán bases fundamentales de un legado maravilloso que nos deja para siempre”, concluyeron desde la casa de estudios.