De cara al inicio del año, el escenario turístico en las sierras presenta una mezcla de cautela y optimismo moderado. Marcos Ugalde, presidente de la Asociación Cabañas de Tandil, analizó el presente de la actividad en diálogo con El Eco, tras una Navidad que calificó como "un poco floja" y que no cumplió con las expectativas del sector. Sin embargo, el panorama para el cierre del año se muestra más dinámico debido a la tendencia de los turistas de realizar escapadas para recibir el Año Nuevo, lo que ha generado un mejor nivel de reservas para esos días específicos.

Respecto a la proyección general para el próximo ciclo, Ugalde manifestó que, aunque siempre mantienen buenas expectativas, “no va a ser la mejor temporada; no me animo a decir que va a ser la peor, pero bueno, va a estar complicado”, aseguró, mencionando además que la facilidad económica para viajar al exterior compite directamente con los destinos nacionales.

En cuanto al nivel de ocupación para el mes de enero, el dirigente gremial reconoció que las primeras semanas están presentando dificultades para alcanzar las cifras deseadas, aunque confía en que se logrará una ocupación "lógica". Utilizando una metáfora escolar, Ugalde definió el objetivo del sector para este verano: “aspiramos a que sea buena, como cuando nos ponían la nota en el colegio, un bueno es un seis; así que estamos ahí aspirando a tener una buena ocupación”, manifestó. Asimismo, sostuvo que el público que elige Tandil por sobre la costa atlántica busca principalmente tranquilidad y servicios específicos como pileta, sombra y parrilla, factores que hacen que la cabaña sea la primera opción de búsqueda frente a otros tipos de alojamiento.

El cabañero señaló que, a diferencia de veranos anteriores donde el promedio de estadía era de cinco noches o incluso una semana completa, hoy predominan las consultas por estadías cortas de dos o tres noches. Esta nueva configuración de la demanda ha permitido a los prestadores captar al turista que viaja desde provincias como Mendoza o San Juan hacia la costa y utiliza a Tandil como punto de descanso intermedio. “Antes no le podíamos dar ese servicio porque normalmente alquilábamos por una semana; ahora la ecuación cambió un poquito y podemos darle esas dos o tres noches que necesita”, explicó el titular de la Asociación.

A pesar de que el anuncio de nuevos feriados puente representa un alivio y un aliciente para la industria, el sector enfrenta preocupaciones estructurales que van más allá de la temporada estival. Ugalde advirtió sobre el impacto negativo de los altos costos operativos, un tipo de cambio que no favorece la competencia con países vecinos y, especialmente, el crecimiento del alojamiento informal en Tandil. Según el referente, la competencia desleal de propiedades que se alquilan sin estar inscriptas ni abonar tasas e impuestos perjudica seriamente a los establecimientos registrados. Con un sector que arrastra el impacto de dos o tres años difíciles, Ugalde concluyó que, si bien el 2026 no será fácil, la predisposición se mantiene intacta: “nosotros nos dedicamos a esto y tenemos que vender igual el año; tenemos que estar predispuestos, aunque la cosa no venga del todo bien”, finalizó.

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