Se tornó esencial el trabajo de atención domiciliaria en la liberación de camas para pacientes con Covid-19
El equipo dejó de atender solo a personas sin obra social y de un promedio de 10 pacientes domiciliarios pasaron a tener más de 44. La mayor demanda significa también más insumos y gestionan para obtenerlos. Además, el área de cuidados paliativos se conjuga para que las personas puedan transitar acompañadas sus eventos de salud.
Ante la demanda y necesidad de disponibilidad de camas en el Hospital Ramón Santamarina, desde el Sistema Integrado de Salud Público (SISP) destacaron la optimización del dispositivo de Atención Domiciliaria como uno de los ejes centrales para la liberación de espacios.
Recibí las noticias en tu email
Tal como contó la coordinadora del área, Gabriela Sewalt, desde hace seis años que ellos están trabajando como parte del SISP llevando la atención a la casa de los pacientes. En tiempos “normales” lo que hacen, en primer lugar, es acompañar a la gente que no tiene obra social a pasar su evento de salud en su residencia.
“Hay internaciones que llevan mucho tiempo por una medicación y eso se puede hacer tranquilamente en los domicilios, fundamentalmente para liberar camas”, explicó, asegurando que si bien las prestadoras médicas lo tienen considerado, quienes no poseen una cobertura no lo podían hacer.
La idea que tienen desde el equipo, el cual advirtió que no es muy grande pero sí eficiente, es trabajar de manera integral con cada familia. Así, se ocupan de capacitar y poner en pleno conocimiento tanto al paciente como al vínculo de referencia. “Siempre han respondido muy bien, porque la comodidad de cuidar a una persona en su casa es mucho mejor que yendo al Hospital todo el tiempo”, aseguró.
Demanda y liberación de camas
Como para acompañar al SISP, desde el inicio de la pandemia incorporaron a toda persona, tenga o no obra social, a su sistema de servicio a fin de dejar el nosocomio libre y preparado para la demanda por coronavirus.
Tal como reveló Sewalt generalmente se manejaban en un promedio de diez pacientes domiciliarios y ahora pasaron a tener más de 44.
“Siempre hay una serie de burocracias que llenar para solicitar el servicio de internación, que al principio de la pandemia estuvieron cortadas, pero después se fueron normalizando al curso habitual”, indicó, siempre poniendo el foco en la liberación de camas.
Hasta el momento no les ha tocado trabajar con pacientes con Covid-19, pero de todas maneras garantizó que pueden hacerlo dependiendo la gravedad del caso. Igualmente siempre se desempeñan con los elementos de protección adecuados.
“No hemos llegado a ese tema todavía, pero estamos predispuestos a hacer la atención en domicilio en los casos que se pueda”, enfatizó y destacó que están en permanente contacto con la gente que trabaja adentro del Hospital, de quienes resaltó el “total compromiso” tanto de enfermeros, como médicos de clínica, farmacia, laboratorio y cada una de las áreas.
La coordinadora detalló que desde su equipo tratan de hacer la atención completa, con extracción de sangre en las casas y el acercamiento de medicamentos e insumos. En este sentido reveló que tienen un stock de, por ejemplo, camas ortopédicas y sillas de ruedas, pero ante el aumento de caudal de pacientes en sus viviendas ayer justamente iniciaron las gestiones para adquirir más materiales.
Asimismo, advirtió que en cada hogar hay una realidad distinta, por lo que también siempre se mantienen en contacto con Desarrollo Social y la gente de Servicio Social, para poder brindar esta mirada integral que se propusieron.
Si bien por la circulación comunitaria que alcanzó el virus ya no van todos los días a visitar a esos pacientes, contó que cada uno tiene su número de teléfono y la contactan ante cualquier situación.
De acuerdo a sus palabras, se tata de acompañar y solventar todas las necesidades de las personas, que generalmente es gente joven y muchos jefes de familia que se quedan sin poder trabajar. Añadió que los cuadros médicos que los aquejan varían entre traumatología, clínica médica y cuadros respiratorios.
Cuidados paliativos
Por otro lado, tal como había adelantado la jefa de Emergencias del Hospital, Cecilia Martens, también se aventuraron al armado del equipo de cuidados paliativos, al cual pertenece Sewalt con su par Cecilia Kranewitter.
En su gran mayoría trabajan con estas personas y las que están atravesando un cuadro que llamó “final de vida”, para que puedan atravesarlo en su casa ese período junto a sus seres queridos, sin dolor, sin dolor “espiritual”. “Es muy importante lo que se hace”, destacó.
“Cuando la gente está en sus hogares, la evolución cambia, nos han demostrado que nada impida que puedan estar cuidados allí”, aseguró. De hecho, explicó cómo la familia pasa medicación, aprende a colgar el suero y a realizar todas las acciones no invasivas. “Llaman y pasan unas guardias excelentes”, dijo.
Con respecto al final de la vida, a la vez, subrayó la importancia de poder estar en los propios hogares, “con sus olores, sus mascotas y terminar de la mejor manera”, sobre todo ahora que se evita el ingreso de otras personas por el coronavirus. “Es un trabajo muy lindo”, consideró con emoción.