Tras la queja, desguazan todos los colectivos del predio en Villa Gaucho
La empresa inició el desguace de los colectivos tras la publicación del malestar de los vecinos. A partir de entonces tomó intervención la Dirección de Ambiente con el pedido de un informe. Paralelamente, la firma presentó una denuncia en la Fiscalía para investigar los hechos.
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Luego de los tres incendios en menos de un mes que consumieron alrededor de 40 unidades en desuso pertenecientes a la empresa Río Paraná, los vecinos lindantes expresaron su malestar por las consecuencias sufridas. Tras hacerse público el descontento vecinal, el propietario de la empresa tomó la decisión de desguazar todos los colectivos y denunció los hechos para que la Fiscalía investigue.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEl temor por el avance de las llamas sobre las propiedades y el humo asfixiante durante las tres tardes de los incendios, y las casas desbordadas de hollín los días posteriores a cada foco ígneo, fueron las principales quejas que presentaron los vecinos en diálogo con El Eco de Tandil la semana pasada. “No apareció nadie, se borraron todos”, señalaron ante la ausencia de funcionarios y concejales.
Los vecinos mostraron sospechas sobre la intencionalidad de los incendios, alegando que el predio debe ser entregado en pocos meses y que el propietario de las unidades las está vendiendo como chatarra. La desconfianza se intensificó debido a que cada incendio se generó oportunamente después de que la máquina que desarma y compacta los fierros “se quedara sin trabajo” al no haber más vehículos quemados.
Luego de tres semanas consecutivas donde se repitió la misma dinámica con la pinza desarmando los colectivos quemados, en esta ocasión, y tras hacerse público el enojo vecinal, la metodología cambió. Los frentistas contaron a este Diario que al día siguiente de publicada la nota, la máquina empezó a trabajar para desarmar las pocas unidades que todavía no habían sido alcanzadas por ninguno de los tres incendios.
Hasta la tarde de ayer solo quedaban dos unidades en pie. La lluvia caída desde la noche del lunes provocó un barrial en el predio, ubicado entre las calles Rosales, Las Malvinas, Darragueira y Palacios, que funciona como depósito de colectivos en desuso de la empresa Río Paraná, e imposibilitó la continuidad del trabajo de la máquina encargada del desguace.
Incluso, como dato de color que ilustra el cambio de accionar, los vecinos afirmaron que durante el fin de semana hubo vigilancia en el predio para evitar que se produzca un incendio por tercer domingo consecutivo. Algunos de los frentistas aseguraron que el propio Mario Morel, responsable de la firma, se hizo presente en el predio, pero no hubo imágenes ni confirmación oficial al respecto.
Intervención de Ambiente
Sumado a los inconvenientes ya descritos, los vecinos contaron el malestar que les generó la ausencia de las autoridades municipales los días después de los incendios. En el primero de ellos, el que fue de mayor proporción y alcanzó a 19 vehículos, estuvo presente personal de Defensa Civil, pero en los últimos dos “no apareció nadie”.
Esa ausencia la relacionaron con el paso de las elecciones legislativas y aseguraron: “Ya no es necesario recurrir a la gente. Eso nos da bronca”. Agregaron que “pasaron las elecciones y listo, ya se olvidaron que estamos. No apareció nadie, ningún concejal, ningún candidato a nada, se borraron todos. Acá tenemos que depender de ellos, cuando nos necesitan acá estamos; ahora nosotros necesitamos que vengan y vean cómo estamos viviendo”.
No obstante, como consecuencia del malestar informado a través de estas páginas, la Dirección de Ambiente del Municipio de Tandil, a cargo de Nicolás González, tomó cartas en el asunto y solicitó un informe al propietario de las 50 unidades presentes en el predio para conocer el estado de situación. La justificación se asentó en los problemas que estaba generando cada incendio para los vecinos.
Como respuesta, desde la parte responsable de los colectivos informaron que se iba a realizar la remoción completa de los vehículos, situación que se está llevando a cabo por estos días. Al mismo tiempo, señalaron que presentaron una denuncia en la Fiscalía con el objetivo de que se investiguen las causas que ocasionaron los focos ígneos.
Los incendios y el miedo
El primer incendio ocurrió el domingo 14 de octubre y generó temor por la magnitud que cobraron las llamas, a tal punto que los vecinos tuvieron que autoevacuarse ante un posible avance del fuego sobre las viviendas. La columna de humo negro se pudo ver desde varios puntos de la ciudad, pero afortunadamente los bomberos lograron controlar el foco ígneo, que consumió 19 unidades.
La segunda ignición tuvo lugar el sábado 4 de octubre, en las primeras horas de la tarde y, según contaron los vecinos, “se notó más” a pesar de que el fuego consumió 16 colectivos, menos que en el primer foco. Las llamas se propagaron muy cerca de una vivienda ubicada en la calle Darregueira, a tal punto que la temperatura llegó a derretir el plástico de las ventanas.
El último suceso tuvo lugar el domingo 12 con la caída de la noche y el inicio de una lluvia que, mezclada con el viento, generó inconvenientes en los hogares aledaños al dispersar el humo y las cenizas. De hecho, una de las principales quejas fue que los frentistas pasaron varios días intentando quitar el hollín de sus casas tras el tercer incendio.
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