Un viaje al corazón de la historia de Tandil
En su 143° aniversario, El Eco de Tandil celebra no solo su longevidad, sino también un hallazgo histórico que reactiva la memoria colectiva: ejemplares del diario entre 1888 y 1936 que revelan cómo se forjó la identidad local. Un minucioso trabajo de las historiadoras Susana Suffredini y Patricia Gavazza.

Las páginas de un diario son mucho más que papel y tinta, son el testimonio vivo de una comunidad, el registro de sus anhelos, sus debates y su crecimiento. Este 30 de julio, El Eco de Tandil cumple 143 años de vida ininterrumpida, un hito que nos enorgullece y nos compromete a seguir siendo el fiel reflejo de la ciudad que nos vio nacer y a la que acompañamos en su incesante transformación.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEste aniversario nos encuentra en un momento de profunda conexión con nuestro pasado, un vínculo que se fortaleció de la manera más inesperada. En octubre de 2024, la historia nos hizo un regalo invaluable: dos jóvenes vecinos, al explorar un galpón recién alquilado, se toparon con cajas repletas de ejemplares de El Eco de Tandil publicados entre 1888 y 1936. Este hallazgo, un verdadero tesoro que no estaba en nuestros archivos, fue un puente directo a las raíces de nuestro periodismo y de nuestra ciudad.
Aquel "regalo histórico inesperado" movilizó a todo el equipo de El Eco Multimedios. En una tarea conjunta y minuciosa llevada a cabo principalmente por las historiadoras Susana Suffredini y Patricia Gavazza, se clasificaron esas páginas amarillentas que olían a tiempo y a memoria. En ellas redescubrimos el pulso de un Tandil de fines del siglo XIX y principios del XX, una comunidad que forjaba su identidad entre el campo y la incipiente urbanización.