Una madre alertó porque un comercio de la zona de la Plaza del Tanque vende alcohol a menores. Además, hizo mención a un caso en el que una nena de 14 años debió ser atendida por una ambulancia y trasladada al Hospital Municipal luego de ingerir vino y una bebida a base de vodka.

Pero además, dio cuenta de la dificultad para denunciar el hecho. Contó que se dirigió a la Policía, donde la derivaron al Municipio. En la comuna le indicaron que se traslade a la Dirección General de Inspecciones y Habilitaciones, pero la oficina había culminado su horario de atención al público, por lo que la madre deberá esperar que pase el fin de semana para alertar del caso. En comunicación con el 103, sumó, le transmitieron sobre la dificultad de los controles.

“No está bueno que hay comercios cerca de las escuelas que vendan alcohol a menores de 18 años, no está bueno”, expresó Andrea. La mujer contó que supo del caso de la menor alcoholizada ya que su propia hija se encontraba con ella al momento en el que debieron llamar al servicio de salud.

“Hay locales habilitados que venden alcohol a menores. Le vendieron a chicos de 14 años”, relató la madre, quien sumó que “una de las chicas terminó alcoholizada siendo trasladada por la ambulancia y atendida en la Guardia”, precisó.

Andrea relató que fue su propia hija –de 14 años-, quien el jueves 13 entre las 2 y las 3 de la tarde la llamó por teléfono advirtiéndole que habían estado tomando alcohol, y que su amiga se encontraba descompuesta. La respuesta de Andrea fue que dieron aviso a la madre de la chica afectada, y por su parte llamó al colegio –que prefirió mantener en reserva-. 

“Ellos tienen libre un horario y vuelven a clase, estaban por entrar a un taller”, señaló la madre, quien agregó que la menor debió quedar internada en el nosocomio local.

Denuncia y después

“La mamá de la nena se acercó a mi hija después del colegio, nos pusimos a hablar y nos contó más detalles de lo sucedido”, sumó Andrea. La madre de la menor alcoholizada, indicó, revisó el resumen de la billetera virtual de su hija y comprobó la compra de alcohol en un comercio de la zona.

Tras el hecho, la comunidad de padres se puso en contacto y evalúan presentarse ante las autoridades de las escuelas para compartir la situación. “Estamos hablando con otros padres, para que tomen medidas en este sentido”, adelantó Andrea.

Sin embargo, no logró hacer la denuncia. Al terminar su horario de trabajo se dirigió a la Policía, donde fue derivada al Municipio. En la comuna fue nuevamente derivada pero a las oficinas de Inspección, ubicadas en la Terminal. Como ya había concluido el horario de atención al público, deberá esperar al lunes 17. En paralelo se propuso denunciar mediante la aplicación Centinela y el número 103, donde contó que le fue señalada la dificultad de controlar ese tipo de situaciones.

Sobre el autor

El Eco de Tandil

Más de 143 años escribiendo la historia de Tandil