Diálogo con mi viejo
Creo haberlo escrito en alguna ocasión: ante ciertas circunstancias políticas o sociales, a menudo me pregunto qué pensaría mi viejo.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailMás que un sentimiento vinculado a extrañarlo -que me surge también, de tanto en tanto, en esas y otras ocasiones- es casi un ejercicio cívico. La práctica de pensar y volver a pensar desde otra óptica.
Porque ciertamente, en materia política no teníamos mayores coincidencias con mi padre. Para mi gusto, tenía un exceso de sentido común, que tantas veces se dice que es el menos común de los sentidos, pero que en lo personal creo que nos lleva a adoptar posturas más cercanas a la intolerancia o al sermón que a la comprensión misma de los acontecimientos y de la gente. También es cierto que el sentido común que se manejaba en la época de mi papá estaba menos contaminado que el de ahora. Así y todo, no me quedo ni con aquel ni con este.