Los beneficios de la jubilación

Por Marcos Gonzalez
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLlega una edad en la que la diferencia entre pensar y recordar se va haciendo cada vez más sutil. Porque el recuerdo es una de las formas del pensamiento (no así a la inversa) y porque uno ha vivido tanto, y por consecuencia, ha pensado tanto, que lo que se piensa ahora seguramente ya lo se lo pensó muchas veces. Entonces recuerda pensamientos o utiliza retazos de ellos para acortar caminos. Y eso es, casi, pensar.
Me pasa que a partir de cualquier circunstancia –una palabra, algo que veo o que escucho, un relato- se me viene un recuerdo. Y según de qué se trate, sé que es el punto de partida para un ovillo de recuerdos/pensamientos que me va a insumir un buen rato desenredar. Y a veces está bueno. Pero sucede que este asunto de las actividades y los compromisos no nos permiten esos ratos, porque hay que producir. Por eso, creo, que está bueno jubilarse: para poder pensar/recordar sin horarios ni culpas ni retos.