María Mercedes Ridao, una mujer con gran resiliencia
estaba en el esplendor de su carrera de eventos en CABA cuando estalló la pandemia y luego dio lugar a que el gobierno de Alberto Fernández decretara el aislamiento total. Después del primer desconcierto, del asombro y la incertidumbre, comprendió que algo debía hacer. Con una hija chiquita volvió a su ciudad natal y después de mucho esfuerzo aquellos días parecen estar quedando atrás, gracias a su capacidad de resiliencia.

“La pandemia fue un gran tema para mí, para los argentinos y para el mundo entero, creo yo. Fue un proceso difícil y lo sigue siendo, al menos para mí. De un momento a otro se te cierran las puertas, lo digo literalmente. Yo en ese momento tenía cuatro promotoras que estaban trabajando en La Rural para Expo Presentes, y me llaman las chicas y me dicen que por el Covid suspendían todo, los estaban sacando a todos y cerraban las puertas de La Rural. Fue el viernes 12 de marzo del 2020 y la Expo era hasta el domingo. Fue tal cual, se cerraron las puertas. No entendíamos nada en ese momento. Luego decretaron el aislamiento social obligatorio y ya el 20 de marzo decretaron la cuarentena. Y nadie te explicaba demasiado, y no se sabía mucho de nada, y pasaban los días, las semanas y los meses…” relata Mechi.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu email“Nunca fui una persona de poner todos los huevos en la misma canasta porque soy muy inquieta, curiosa, proactiva, me gustan muchas cosas. Entonces si bien mi actividad principal era Logan PR, mi agencia de promotoras y eventos con la que trabajaba colocando recursos humanos eventuales en eventos empresariales y con la que ya empezaba a producirlos en su totalidad, con un servicio integral tenía otras cosas. Todo esto sucedía antes de la pandemia. Hacía 12 años que daba clases de modelaje en una escuela-agencia en CABA, todos los sábados, con un programa completo creado por mí y trabajábamos a la par con la dueña. A veces no era por necesidad económica sino por gusto, porque lo cierto es que amo el modelaje y es algo en lo que me formé y tuve experiencia también. Otra de las cosas que hacía -llevaba cinco años hasta ese momento- fue incursionar en el mundo de la decoración de tortas, vendiéndolas así como cupcakes, cookies con mi emprendimiento Remando en Dulce de Leche. En temporadas bajas de Logan PR, los empleados trabajaban para la agencia y yo en lugar de mirar el techo, vendía ambientaciones, souvenirs, candy bar y pastelería decorada para eventos sociales con Remando. Era mi manera de ingresar, por esa puerta, a los eventos sociales”.
“Para mí fue muy difícil”