El rey Carlos III evalúa sumar a sus sobrinas para cubrir el vacío del príncipe Andrés
Las hijas del príncipe Andrés vuelven a ser consideradas como figuras de apoyo para la Corona en medio del reordenamiento interno de la familia real.
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La familia real británica continúa reorganizándose tras uno de los periodos más convulsos de su historia reciente. La caída en desgracia del expríncipe Andrés, despojado de todos sus títulos y honores por decisión de Carlos III, dejó un vacío en la agenda oficial que ahora podría ser cubierto por sus hijas, las princesas Beatriz y Eugenia de York.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailAunque durante años se mantuvieron centradas en sus carreras profesionales, ambas vuelven a aparecer en el tablero como posibles figuras de apoyo para la institución, al menos de manera ocasional. Según fuentes cercanas a Buckingham, esta idea lleva tiempo analizándose, pero los últimos escándalos que involucraron a sus padres aceleraron las conversaciones. “Esto ya se estaba contemplando antes, pero no está descartado pese a todo lo ocurrido con Andrés. Sus hijas son trabajadoras, educadas y desean ayudar”, señaló un informante vinculado a la realeza.
Un mensaje claro desde el rey Carlos III
El monarca quiere dejar establecido que ni Beatriz ni Eugenia deben cargar con los errores de su padre, cuya relación con la trama de Jeffrey Epstein y la denuncia de Virginia Giuffre deterioraron para siempre su imagen. A ello se suman tensiones internas, como su salida de Royal Lodge, los rumores sobre su entorno y la caída social de Sarah Ferguson, quien incluso evalúa instalarse en Portugal.
Ante este panorama, Carlos III —respaldado por el príncipe Guillermo— busca reforzar la estabilidad del núcleo real incorporando apoyos generacionales. Las princesas de York encajan en ese objetivo: jóvenes, discretas, con experiencia profesional fuera de palacio y, sobre todo, desvinculadas de la polémica. A principios de mes, ambas fueron vistas abrazándose en plena calle en Londres, un gesto interpretado como un símbolo de unidad en medio de la crisis familiar.
Los primeros compromisos públicos
La princesa Eugenia, de 35 años, fue la primera en retomar actividades institucionales. Como mentora en The King’s Foundation, participó el 13 de noviembre en una recepción con jóvenes curadores de arte menores de 35 años. “Estaba emocionada, orgullosa de que hubieran contado conmigo”, dijo luego. También continúa su trabajo como directora en la galería Hauser & Wirth, terreno afín a su pasión por las bellas artes.
La princesa Beatriz, de 37 años, fue nombrada recientemente patrona adjunta de The Outward Bound Trust, organización dedicada a la educación al aire libre. Ya había sido consejera allí y mantiene su carrera profesional como vicepresidenta de Asociaciones Estratégicas en la tecnológica Afiniti.
Una incorporación todavía prudente
A pesar de estos movimientos, Buckingham aclara que no hay una decisión tomada. “No hay un acuerdo cerrado sobre el futuro de Beatriz y Eugenia. Siguen siendo ciudadanas privadas, pero existe la posibilidad de recurrir a ellas cuando sea necesario”, informó una fuente cercana al palacio.
El rey evalúa cómo recibiría el público británico un posible rol ampliado de sus sobrinas, en un contexto donde Harry y Meghan ya no actúan como representantes oficiales y Andrés está completamente apartado. Las hermanas podrían cubrir un espacio generacional que la institución necesita.
Amigos de las princesas confirman que viven un momento “devastador”, pero resaltan que están más unidas que nunca. “Reconocen su responsabilidad y quieren apoyar a su tío”, aseguran.