Theresa May pidió formalmente una corta prórroga del Brexit a la Unión Europea
La primera ministra británica solicitó a la UE una corta prórroga de la fecha de salida, y no la larga que muchos esperaban, provocando la ira de unos diputados que rechazan tanto su acuerdo como un Brexit brutal.
May anunció ante el Parlamento haber escrito al presidente del Consejo Europeo Donald “Tusk informándole de que Reino Unido desea una extensión del Artículo 50 (que rige la salida de un país miembro) hasta el 30 de junio”.
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Esta es sin embargo una opción que, según un documento interno de la Comisión Europea al que tuvo acceso la AFP, implica un “grave riesgo político y jurídico”. Según dicho informe, la prórroga debería ir hasta el 23 de mayo, fecha de las elecciones al Parlamento Europeo, o “al menos hasta finales de 2019”.
“La primera ministra no pedirá un aplazamiento largo”, había anunciado anteriormente un portavoz de Downing Street, argumentando que “los ciudadanos de este país llevan casi tres años esperando”, desde el referéndum de 2016 en que 52 por ciento de británicos votó a favor del Brexit. “Están hartos de que el Parlamento no tome una decisión y la primera ministra comparte su frustración”, agregó.
Las reacciones de los diputados iracundos no se hicieron esperar, anticipando una posible rebelión del Parlamento contra la decisión del ejecutivo.
“La primera ministra parece estar siguiendo un curso de acción que su propio adjunto describió la semana pasada como imprudente.
Theresa May está desesperada una vez más por imponer una elección binaria entre su acuerdo y un Brexit sin acuerdo, a pesar de que el Parlamento descartó claramente ambas opciones la semana pasada”, lanzó el laborista Keir Starmer.
Otros llamaron a May a dejar de insistir y concentrarse en los problemas del país.
“La pobreza es angustiante y hace que algunos maestros no sólo proporcionen alimentos a los niños en el desayuno y el almuerzo, sino que también compren ropa y zapatos, además de recaudar dinero para libros y material”, denunció la laborista Roberta Blackman- Woods.
“Así que en lugar de gastar dinero tratando de conseguir que la gente respalde su acuerdo de Brexit ¿Podría pedirle a la primera ministra que por favor lo utilice para abordar la aguda necesidad social en este país?”, agregó.
Prolongar “la incertidumbre”
Si nada cambia, Reino Unido debe abandonar la Unión Europea el 29 de marzo. Pero nueve días antes seguía sin haber aprobado un acuerdo con la UE que le permita hacerlo sin sobresaltos.
Tras rechazar el Tratado de Retirada por segunda vez la semana pasada, la Cámara de los Comunes votó contra la temida posibilidad de un Brexit sin acuerdo y a favor de pedir una prórroga a Bruselas.
May afirmó entonces que el aplazamiento debería ser “largo” si el país no lograba adoptar un acuerdo antes de la cumbre europea de este jueves y viernes en Bruselas.
Pero esa posibilidad se fue al traste cuando el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, anunció el lunes que el gobierno no podía volver a presentar “la misma propuesta” sin cambios “sustanciales”.
Se especuló entonces con la posibilidad de que Londres pidiera 12 o incluso 24 meses más, ante lo que varios de los líderes europeos advirtieron que necesitaban saber con qué propósito.
El Parlamento británico también rechazó la semana pasada diferentes propuestas que buscaban destinar el tiempo adicional a organizar un segundo referéndum o sondear si hay mayoría parlamentaria a favor de un Brexit suave.
Toda “prórroga es una prolongación de la incertidumbre”, afirmó en Bruselas el negociador europeo Michel Barnier, advirtiendo que esta tendría “un coste político y económico”.
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, aseguró que no esperaba una decisión definitiva sobre el Brexit en la cumbre de esta semana, haciendo temer que el proceso siga alargándose hasta el último minuto.
Si Londres no logra un aplazamiento, y dado que el acuerdo cerrado entre el gobierno británico y las autoridades europeas fue rechazado dos veces por el Parlamento de Westminster, la “opción por defecto” sigue siendo una salida brutal el 29 de marzo, que tendría graves consecuencias económicas. AFP-NA