FATSA acordó aumentos por encima de lo permitido y complica la estrategia del Gobierno
El sindicato de Sanidad que lidera Héctor Daer cerró un acuerdo por fuera de la pauta oficial del 1% mensual, en medio de un escenario paritario dividido y con convenios que siguen sin ser homologados.

En un movimiento que desafía abiertamente la pauta salarial impulsada por el Gobierno, la Federación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA) acordó este miércoles un aumento salarial del 4,5% para el trimestre mayo-julio, acompañado de sumas fijas de $25.000, $40.000 y $60.000. El incremento, alcanzado tras semanas de tensión y amenazas de paro, se pagará en tres tramos mensuales del 1,5%, superando el tope oficial del 1% mensual que defiende la Secretaría de Trabajo, a cargo de Julio Cordero.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailPese a que el acuerdo no sería homologado por el Gobierno, existe un compromiso por parte del sector empleador —clínicas, sanatorios y hospitales— de que el incremento será abonado de todos modos.
La mejora salarial fue negociada por el sindicato conducido por Héctor Daer, uno de los líderes de la CGT, quien en los últimos días había endurecido su discurso. “Vamos a resistir para que no nos perjudiquen, para no perder y para que no nos bajen los salarios”, dijo, y acusó de “irresponsables” a los empresarios que se resistían a recomponer los sueldos del sector asistencial. “Con trabajadores mal pagos no hay sistema de salud que funcione”, agregó.
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Un escenario paritario fragmentado y lleno de tensión
El acuerdo de Sanidad se da en un contexto en el que algunos gremios han acatado la pauta del 1% mensual, mientras que otros se han animado a superarla, sin recibir aún la homologación correspondiente por parte del Ministerio de Capital Humano.
Entre los que sí se alinearon con la pauta oficial figura el Sindicato de Camioneros, liderado por Hugo Moyano, que firmó un aumento del 3% en tres cuotas del 1% (junio, julio y agosto), acompañado por una suma fija de $45.000 y una contribución patronal a la obra social de $18.500 por trabajador. Antes, Moyano ya había acordado un 3,2% para el trimestre marzo-mayo, lejos del 8% de inflación registrada en ese período.
También se destacó el acuerdo del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, que firmó un incremento total del 4,3% para el trimestre enero-marzo de 2025 (1,8%, 1,5% y 1%), junto a un aumento anual del 12% para el ciclo abril 2025-marzo 2026, con un impacto mensual inferior al 1%. Este fue uno de los pocos convenios que el Gobierno celebró públicamente, a través de un comunicado del Ministerio de Capital Humano.
En contraste, gremios como UOCRA, Comercio y UOM han firmado aumentos por encima del límite oficial, muchos de ellos sin homologación.
La UOCRA, que lidera Gerardo Martínez, firmó un acuerdo del 3,2% para mayo-junio más sumas fijas de hasta $40.000. A pesar de las dudas, logró la homologación oficial el 3 de junio, una señal de la influencia negociadora del histórico dirigente.
En cambio, Armando Cavalieri (FAECYS) sigue esperando la validación de un acuerdo del 5,4% trimestral, que se descompone en subas de 1,9%, 1,8% y 1,7%, respectivamente. Lo mismo ocurre con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), que firmó un 7,6% para abril-agosto en cinco tramos, junto con sumas fijas mensuales.
Sumas fijas: el nuevo eje de tensión
La inclusión de sumas fijas no remunerativas se ha convertido en una herramienta central para mejorar los ingresos reales sin modificar los porcentajes oficiales. Aunque permiten recomponer salarios frente a la inflación, también generan resistencias dentro del equipo económico por su impacto a futuro en las paritarias.
Con el acuerdo de FATSA, crecen las tensiones dentro del modelo de control salarial que impulsa el Gobierno.