EL ECO PODCAST
En una campaña triguera alentadora, el rol de los fertilizantes resulta fundamental
Un panorama optimista para la campaña de cultivos de cosecha fina fie trazada desde Fertilizar Asociación Civil, institución que este año está cumpliendo 30 años, en un nuevo podcast de El Eco Campo.
Roberto Rotondaro, presidente de la entidad, explicó que “habitualmente antes de cada campaña -sea de fina o de gruesa- hacemos una reunión donde convocamos a los periodistas del medio agropecuario y trazamos las perspectivas para cada año, que siempre son cambiantes”.
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Planteó que “este año somos optimistas para la campaña de fina, sobre todo para el trigo, basados fundamentalmente en las condiciones que hay en cuanto a disponibilidad hídrica”, ya que “durante el mes de abril y parte de mayo ha habido abundantes precipitaciones en muchas regiones trigueras. Eso ha hecho que los perfiles de suelo estén bastante cargados con buenas a muy buenas condiciones de disponibilidad de agua”.
Recordó que “entre los cultivos de invierno, especialmente el trigo es muy dependiente de esa agua acumulada en el otoño, que de alguna manera garantiza cierto piso de producción”.
Se trata de un año “bien contrastante” con el anterior y que trae al recuerdo “la campaña 2021, que fue una buena campaña de trigo”.
Es que las condiciones hídricas “nos posibilitan pensar en cierto piso de rendimiento, lo que está atado a cada zona. Arrancamos con tanque lleno”, graficó.
La nutrición
Posteriormente Rotondaro dijo que “el uso de nutrientes es fundamental. Una adecuada nutrición del cultivo lo es tanto para lograr cantidad como calidad. A través de distintas redes de ensayo está comprobado que con una nutrición adecuada, balanceada, podemos llegar a aumentar la eficiencia del uso del agua. De cada milímetro que hay en el perfil de suelo, podemos aumentar hasta un 60 a un 70 por ciento. Entonces es muy importante poder nutrir adecuadamente nuestros cultivos y ahí juegan un rol muy importante nutrientes como el nitrógeno y el fósforo, entre otros”, sostuvo.
“Las rotaciones, el sistema de labranza (la siembra directa) y la fertilización son tres pilares que fundamentalmente contribuyen a una adecuada calidad de suelo”, señaló más adelante.
Añadió que “lo que vamos haciendo en rotaciones, integrar gramíneas con leguminosas e intensificar la rotación, sumando una adecuada nutrición, impacta mucho no solo en los rendimientos de los cultivos de esta campaña, sino en los cultivos que siguen”.
Roberto Rotondaro destacó que “si mejoramos la calidad de ese capital suelo aseguramos más producción y más sostenibilidad en el tiempo”.
Los números
Al momento de analizar la ecuación de una adecuada fertilización, el presidente de Fertilizar señaló que “los números vienen bastante bien. Hicimos la semana pasada algunos márgenes de cultivo comparando el trigo-soja versus el maíz o las sojas de primera, y los números son bastante buenos, adecuados. No son rentabilidades muy altas, pero son rentabilidades adecuadas”.
Es que “un factor muy importante a la hora de fertilizar es el precio del nutriente. En el caso del nitrógeno, la principal fuente que utilizamos de urea, en los últimos cuatro meses bajó prácticamente un 40 por ciento. Es muy significativo y hace que hoy la relación insumo-producto, es decir los kilos de grano que necesito para pagar un kilo de urea, esté prácticamente en los niveles históricos de los últimos diez años e incluso algo por debajo”.
Rotondaro evaluó que eso es “muy positivo, porque nos permite poder incrementar las dosis y obtener tanto cantidad como calidad de grano”.
Punto de partida
Más adelante el referente de la entidad señaló que “desde Fertilizar siempre hacemos hincapié en la importancia del muestreo y el diagnóstico de suelos. Hoy hay distintas herramientas para poder hacerlo, incluso podemos utilizar todas las digitales y la ambientación de los lotes en zonas de producción, lo que nos permite muchos más detalles”.
Añadió que “es fundamental conocer mínimamente la calidad de ese suelo y también lo que es la fertilidad química: el contenido de nitrógeno inicial ese suelo, el contenido de fósforo y de zinc, que es un microelemento muy importante para los cultivos. Si le podemos agregar el contenido de agua en el perfil, por lo menos hasta el metro de profundidad, también sería ideal”.
Concluyó en que “de acuerdo a eso y a la expectativa de rendimiento es que tenemos que fertilizar”.
Derechos y disponibilidad
Consultado acerca de la reducción de los derechos de importación, Roberto Rotondaro indicó que el lunes se oficializó y abarca urea, sustrato de amonio y las mezclas. “Al ser anunciado algunas semanas atrás ya tuvo algún pequeño impacto en el precio. Estamos hablando de alícuotas del que van entre el 3,6 al 4,6 por ciento, es decir que la quita de ese porcentaje -si bien la vemos positiva- tiene un impacto en el precio relativamente chico”.
Por otra parte, señaló que “hay disponibilidad de nitrógeno y estamos bien abastecidos, tanto por la producción interna como por la importación. En fósforo, sabemos que hay disponibilidad para el inicio de la siembra. Para más adelante, cuando estemos en plena siembra, todas las empresas que comercializan y distribuyen están previendo la importación y están viajando los barcos desde distintos orígenes con el nitrógeno y -sobre todo- el fósforo, que es tan importante”.
Tres décadas de prédica
En otro momento del diálogo, Roberto Rotondaro destacó que Fertilizar Asociación Civil cumple 30 años. “Se originó en un acuerdo con Inta, en 1994/95. En ese momento se llamaba Proyecto Fertilizar y con los años Fertilizar formó lo que es la actual asociación civil, que hoy nuclea a 31 empresas de distinto tamaño, orientadas a la producción, comercialización, distribución y venta de fertilizantes”.
Paralelamente en los últimos 30 años se ha dado un crecimiento de los rendimientos, debido en gran medida a la adecuada fertilización.
“Es fundamental nutrir no solamente a los cultivos que estamos haciendo en la actual campaña, sino también al suelo para de alguna manera asegurar no solamente producir hoy, sino también producir en los años siguientes y que eso impacte en la calidad de suelo. Cuando fertilizamos aumentamos rendimiento y vemos más producción de materia seca y granos, lo que redunda en más producción. Lo que no vemos es de la superficie hacia abajo: las raíces contribuyen también a lo que es la materia orgánica del suelo y a su calidad en el tiempo”.
Ante la pregunta acerca de si hay conciencia en los productores o es necesario seguir predicando sobre la trascendencia de la práctica, Rotondaro respondió que “es una buena pregunta. Creo que hay conciencia el productor, que sabe que su principal capital es el suelo donde produce granos, forraje, leche, carne… Pero muchas veces la coyuntura económica o la situación hace que aparezcan otras cosas que hay que atender”.
Enfatizó que “el suelo es un capital que hay que cuidar y creemos que -para tener una mirada más a mediano y largo plazo- es fundamental el cuidado de su calidad y de su productividad para para ser sostenible en el tiempo”.