EL ECO PODCAST
La hidroponia es otra alternativa productiva que también tiene sus cultivares en Tandil
La demanda de vegetales producidos por medio de la hidroponia es creciente y en Tandil hay establecimientos dedicados a esta técnica. Un nuevo podcast de El Eco Campo permite conocer algunos detalles.
La agricultura hidropónica es un método utilizado para cultivar plantas usando disoluciones minerales en lugar de suelo y en el país muestra un crecimiento constante, ya que existen producciones comerciales y de autoconsumo desde el norte hasta el sur, e incluso experiencias promisorias para el abastecimiento en la Antártida Argentina.
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Tandil tiene también sus emprendimientos de cultivos hidropónicos y el responsable de uno de ellos es el ingeniero agrónomo Alejandro Moreno Hueyo.
“Hidroponia es una palabra compuesta: hidro viene de agua; y ponía, de trabajo. Es el ponio, se llamaba en su momento. Es decir, el trabajo con agua”, planteó inicialmente el profesional.
Especificó que “la hidroponia es el cultivo de cualquier tipo de verduras, frutas, flores (es una amplitud muy grande de producción), donde no se utiliza la tierra, sino que a través de un sistema de riego y de recirculación de lo que se llama la solución nutritiva, la planta se alimenta a raíz pelada en unos perfiles de cultivo o piletas, donde la solución nutritiva se encuentra estable, circulando, pero mucho menos que en un perfil de cultivo”.
Moreno Hueyo explicó que se logra la producción en tiempos más cortos y en invernaderos, “por lo cual la producción anual es continua”, siendo ella una de sus múltiples ventajas comparando con el cultivo tradicional.
El ingeniero, responsable de La Providencia, marcó que “se genera un producto de altísima calidad” y destacó que “no se usan herbicidas, porque no hay competencia con ninguna otra planta. Además, tiene control de plagas biológico, por lo que es un producto orgánico”.
Creciente demanda de hidroponia
Al analizar el interés de la demanda mencionó inicialmente a la novedad local, ya que “acá en Tandil somos sólo dos los que hacemos hidroponia: una es la plantación cuyo titular es Máximo Pereyra Iraola, y nosotros”.
Alejandro Moreno Hueyo indicó que “con Ana -mi señora- y con la familia por supuesto, porque todos participan, tenemos La Providencia”.
Entre las razones por las cuales los productos son buscados, dijo que “lo lindo es que la gente que compra sabe el origen. Tengo un verdulero cliente amigo que dice esto entra por los ojos, porque la planta tiene otro color, otra consistencia, tiene otra frescura”.
Se trata de “una planta que tiene un ciclo mucho más corto, es más nueva, más joven, y además tiene la particularidad de que su cosecha, hace que cuando uno la compra, no está comprando solamente el verde, sino que está comprando el verde con la raíz”.
Es que un producto hidropónico “viene con la raíz en una bolsa donde una parte de la base de la bolsa, tiene solución nutritiva para que la planta pueda seguir desarrollándose y manteniéndose. Es decir, que en comparación con la verdura que compramos tradicionalmente -que a los 2, 3, o 4 días se viene abajo- la hidroponia dura de 7 a15 días si uno la trata en un ambiente de cuidado”.
A raíz pelada
Al momento de analizar las principales cuestiones que se tienen en cuenta en este tipo de producción, Moreno Hueyo señaló que “la clave es que uno está produciendo una planta a raíz pelada”.
Añadió que “los agrónomos decimos que cuando uno planta en la tierra, la tierra genera un poder buffer. El poder buffer es que la tierra la ayuda a aguantar todas las deficiencias que tenga para no morir. Por ejemplo: el sostén, el agua, los minerales… La tierra ayuda a esa planta a sobrevivir alargando los tiempos de producción”.
En cambio, “en la hidroponía esa raíz pelada se la pone en los perfiles. La raíz directamente toma su alimento desde la solución nutritiva, con lo cual si el sistema de bombeo y de recirculación de agua no le da ese líquido cada una determinada cantidad de tiempo, sufre mucho más”.
Acotó que “nada se pierde, porque el agua que se bombea se vuelve a recircular. Es un circuito cerrado”.
Variedad
Al ser consultado acerca de los principales cultivos que hay actualmente en La Providencia, Moreno Hueyo señaló que “estamos haciendo todo lo que es verdura de hoja” y mencionó como ejemplos a las lechugas crespa verde, crespa morada y lechuga mantecosa; rúcula y albahaca.
“Si Dios quiere y la Virgen nos ayuda, los próximos pasos van a ser cultivos de fruto: tomate y frutilla”, se entusiasmó.
Al momento de analizar la repercusión del emprendimiento en Tandil, Moreno Hueyo hizo referencia a una respuesta “muy linda. Primero porque es un proyecto familiar. Por supuesto que es un momento del país poco agradable para llevar adelante algo nuevo, pero al mal tiempo buena cara”.
Agregó que “los amigos empiezan a comentar que no quieren comprar otra verdura que no sea hidropónica. Los verduleros y los restaurantes, que son los clientes a los que más apuntamos, dicen que la verdura entra por los ojos. Es como un Fórmula 1 de las plantas”.
Ello se debe a su “aspecto muy lindo, color muy llamativo y ni hablar el gusto, es nada que ver. Uno lo ve muy claro en la albahaca, por ejemplo. Cuando estamos en el invernadero y pasamos por al lado se siente su aroma muy fuerte”.
El ingeniero agrónomo destacó que con la hidroponia, “todas las cualidades de la planta se potencian”.
Larga trayectoria
Si bien en Tandil la técnica resulta novedosa, tiene una larga historia.
Israel, México, España, Colombia, Estados Unidos, son lugares que tienen muchos antecedentes.
“Israel tiene la particularidad de que lo hacen en el desierto” dijo y trajo a colación “el desgraciado evento de Hamas. Cuando avanzó sobre Israel en los kibutz, la mitad eran producciones hidropónicas”.
Añadió que “era gente que da su tiempo -una parte de un de su vida- trabajando en esos kibutz. Israel es un avanzado” en el tema.
Sumó que España, en las zonas más desérticas y calurosas, también tienen desarrollado muchísimo la hidroponía, hace muchos años.
En tanto, en nuestro país existen emprendimientos en “el conurbano bonaerense (Escobar, por ejemplo) hay muchos. Es una técnica que va avanzando… En Mar del Plata también hay algunos”.
Más sano
Finalmente, Moreno Hueyo invitó a animarse a probar la verdura hidropónica. “Los que la prueben no van a querer volver al cultivo tradicional. Estamos -de alguna forma- todos empujando el carro de la comida más sana, más controlada, de saber qué es lo que estamos comiendo y el sistema productivo que hace que esa planta llegue a nuestra casa”.
Planteó que “el planeta merece que lo cuidemos un poco más, que usemos menos productos… Si bien con control de un buen ingeniero agrónomo y una receta agronómica no debería haber problemas, muchas veces se comete el error de no asesorarse y utilizarlos como uno cree que tiene que ser. Y eso genera contaminaciones indeseadas, no por el producto en sí, sino por su mal uso”.
Enfatizó que “la hidroponia asegura producción de alta calidad, orgánica y continua, porque es en un invernadero y la producción no para nunca”.