ECO SALUD
Sobrepeso y obesidad: la importancia del abordaje grupal
Permite crear un espacio seguro para la persona, entender que no sólo le pasa a ella y poder ponerlo en palabras, especialmente por la complejidad que tiene la enfermedad. A ello se suma el trabajo interdisciplinario.
La licenciada en Nutrición, Bárbara Schrott, la profesora de Educación Física, Andrea Lerner, y la Psicóloga, Valeria Funes, trabajan desde hace quince años en el abordaje del sobrepeso y la obesidad con esta mirada que integra lo interdisciplinario con lo grupal, en el espacio Plan Forma.
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En diálogo con Eco Salud de El Eco Multimedios, Schrott y Lerner remarcaron que “el abordaje de esta manera nos permite crear un espacio seguro para que la persona pueda abrirse y volcar cuáles son sus sensaciones, o el momento de la vida que lo está atravesando. Es mucho más que un espacio en el que se habla qué comer y de moverse”.
“Hace muchos años que trabajamos con este dispositivo, donde invitamos a que vengan a participar en grupo”, indicó la nutricionista y explicó que “lo que ofrece es estar con pares, con personas que están atravesando la misma patología y sintomatología. Y en ese espacio pueden compartir y acompañarse. Creo que eso hace la diferencia muchas veces cuando el tratamiento es individual".
La profesora de Educación Física agregó que “más que nada tiene que ver con la contención, entender que no es algo que me pasa a mí sólo y poder ponerlo en palabras con un par, sobre todo por la complejidad que tiene esta enfermedad”.
La estigmatización de la enfermedad
Lerner explicó que no sólo es el alimento, y apuntó que “hay mucha estigmatización respecto a este tema, como si dependiera de la voluntad de la persona y es tan compleja la enfermedad, tan multicausal, y está el estigma de que la persona es gorda porque quiere. Y no, es una persona que está sufriendo, que a veces hay que investigar mucho cuáles son realmente las causas”.
Por eso, el abordaje de esa manera “nos permite crear un espacio seguro para que la persona pueda abrirse y volcar cuáles son sus sensaciones, el momento de la vida que lo está atravesando, es mucho más que un espacio en el que se habla qué comer y de moverse”.
Cómo se trabaja en el espacio
La modalidad que han implementado es que cuando llega una persona primero se la invita a probar el grupo, luego si se siente cómoda se pasa a la entrevista individual.
Allí se ve cómo está el paciente, se habla de la historia, donde arranca el sobrepeso y la suma de peso, en qué instancia de la vida se encuentra, bajo qué circunstancias. “Eso nos va dando una idea de lo que fue pasando con la persona”, resaltó Schrott.
“Y en el espacio grupal van trabajando distintas temáticas donde van saliendo más estas cuestiones, y ya ahí se ven distintas cuestiones sobre esas temáticas para abordar las emociones, la alimentación, van saliendo cosas para trabajar más en concreto”, apuntó.
Al tiempo que indicó que “lo que tiene que ver más con las historias de cada paciente, lo abordamos de manera individual”.
Miedos y frustraciones
En el recorrido que van realizando los pacientes “aparecen miedos y frustraciones luego de haber intentado otras formas, nosotras decimos que hay una huella dietante, las dietas las conocen mucho más ellos que nosotras”, señaló la nutricionista.
“Ha implicado el constante subir y bajar de peso, esto de poner todo el tiempo el foco que está bien o mal el tratamiento según lo da la balanza y nada más, como si fuera la única interpretación positiva o negativa”, manifestó.
Por ello se trabaja para “sacar el foco de ahí, hacerlo sobre otros indicadores más importantes que la balanza, que la podemos usar, es una medida, pero no es la única ni la más importante”, subrayó.
Lerner indicó que “acá hay un trabajo sobre los hábitos personales, una psicoeducación, educación alimentaria, lograr la actividad física, salir del sedentarismo, hay un trabajo más profundo y constante. Además porque sabemos que estamos hablando de una enfermedad crónica”.
Cuestiones a modificar y sostenerlas en el tiempo
La licenciada Schrott destacó que “tampoco es que hay que hacer cambios tan drásticos, no es que la persona llega habiendo comido totalmente mal o todos los hábitos están mal, son algunas cosas que hay que modificar y sostenerlas a largo plazo”.
Al tiempo que agregó que “la idea es que la persona siga yendo a fiestas, cumpleaños, y en esos espacios algo vamos a tener que resolver, hay que hacer ciertas negociaciones, no es que no voy más a ciertos lugares”.
Y puntualizó que “hay que ver cómo hago nuevas relaciones con la comida para poder manejarme de otra manera, que no sea una limitante”.
Actividad física grupal
La profesora de Educación Física apuntó que “la actividad física es fundamental, salir del sedentarismo, del mito de que cierta actividad no es para mí. Como la actividad es grupal, la hacemos entre nosotros, tienen otras características”.
“Siempre parto de la base que la idea es que se diviertan, trato que tengan una rica experiencia motriz teniendo en cuenta la situación de cada persona”, resaltó.
Y describió que se hacen ejercicios en interior, caminatas y hasta lograron, algunas de las participantes, realizar la Tandilia, una de las correcaminatas más importante de la ciudad”.
Acompañamiento psicológico
La psicóloga Valeria Funes está como coordinadora de grupos junto a Schrott. “Lo hacemos en conjunto. Siempre va a haber temáticas en relación con lo que son más las emociones o la parte psicológica, y está disponible para consultas específicas. Lo que no ofrecemos es una terapia psicológica especial y no es terapia de grupo”, remarcó la licenciada en Nutrición.
En el espacio también se organizan en el año charlas gratuitas sobre distintas temáticas de salud de las que puede participar el público en general.
A las profesionales del Plan Forma las pueden encontrar en Chacabuco 565 1º B, en el teléfono 0249 467-3613 o en redes sociales Facebook e Instagram: Plan Forma