Hogar cálido: consejos para abrazar el calor sin gastar en calefacción
Tips sencillos para optimizar la calefacción en tu hogar y mantener el calor.

Durante los meses más fríos del año, es común que el consumo energético en los hogares aumente considerablemente, especialmente por el uso de calefacción. Sin embargo, existen formas eficientes de conservar el calor en casa sin depender exclusivamente de estufas, caloventores, sistemas a gas o salamandras, lo que no solo ayuda a reducir el impacto ambiental sino también el gasto en las boletas de luz y gas.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailSegún el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), cerca del 40 por ciento de las pérdidas de calor en una vivienda ocurren a través de puertas y ventanas mal selladas, mientras que otro porcentaje importante se filtra por techos, pisos y muros. Por eso, pequeñas intervenciones en el hogar pueden generar grandes diferencias.
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En sintonía, el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) recomienda utilizar de forma racional los sistemas de calefacción, promoviendo prácticas de eficiencia energética y ventilación segura. Tomando las sugerencias de las entidades, replicamos algunas de las pequeñas, pero significativas, acciones que se pueden poner en práctica.
Cómo hacer tu hogar más eficiente térmicamente
Sellá puertas y ventanas: una de las formas más simples y efectivas de conservar el calor es asegurarse de que no haya filtraciones de aire frío. Colocar burletes de gomaespuma u otro material apto en los bordes de puertas y ventanas ayuda a evitar corrientes de aire, mejorando el aislamiento térmico. También se pueden usar cortinas gruesas que lleguen hasta el suelo y se cierren bien por la noche.
Aprovechá el sol durante el día: el calor solar es gratuito y abundante, incluso en invierno. Abrir las cortinas durante el día, especialmente aquellas que dan al norte, permite que el sol caliente naturalmente los ambientes. Al caer la tarde, es importante cerrarlas para conservar ese calor acumulado. Este aprovechamiento pasivo de la energía solar puede elevar algunos grados la temperatura interior sin usar artefactos eléctricos o a gas.
Usá alfombras y tapices: los pisos fríos absorben una gran cantidad de calor del ambiente. Colocar alfombras, especialmente en habitaciones con cerámica o cemento, permite mantener el calor en los espacios más utilizados. Además, los tapices o revestimientos en las paredes también pueden actuar como aislantes térmicos.
Optimizá el uso de la calefacción: no se trata de no usarla, sino de hacerlo con conciencia. Mantené los ambientes cerrados, calefaccioná solo las habitaciones en uso y regulá los termostatos a una temperatura moderada (20°C es lo recomendado por Enargas). Un grado de más puede significar hasta un siete por ciento más de consumo energético.
Revisá y ventilá de forma segura: aunque en invierno dé fiaca abrir las ventanas, es necesario ventilar todos los días al menos 10 minutos para renovar el aire y evitar la concentración de monóxido de carbono, especialmente si usas calefacción a gas. También es importante chequear que los artefactos estén en buen estado y con las ventilaciones obligatorias libres de obstrucciones.