Las campanas que suenan como un piano: el tesoro sonoro del Santísimo Sacramento
Descubrí la historia detrás de las campanas de la Parroquia del Santísimo Sacramento. Desde “La Tandilera”, fundida con joyas donadas por los vecinos en 1883, hasta el carrillón alemán que hoy combina tradición, fe y tecnología, un relato que vibra en el corazón de Tandil.
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Tandil es una ciudad rica en historias, leyendas urbanas y secretos que a menudo se esconden a simple vista. Desde el origen de un nombre peculiar de una calle hasta la anécdota detrás de un monumento icónico, cada rincón guarda un relato esperando ser contado.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailCon el objetivo de sacar a la luz estas joyas ocultas, el programa Alto Día, que se emite todos los sábados de 11 a 13 por El Eco Streaming, Eco TV y Tandil FM 104.1, lanzó una nueva sección: "Sabías qué…".
En su primera temporada, serán ocho capítulos. En este sexto episodio, hablamos las campanas del Santísimo Sacramento, que no solo llaman a misa; resuenan con más de un siglo de historia y tradición.
En la torre central de la parroquia, se esconde un conjunto musical único que incluye un histórico carrillón alemán y una campana que nació gracias a la donación de joyas de la comunidad, uniendo fe, arte y tecnología en el corazón de Tandil.
De la capilla fundacional a la joya rajada
La historia del campanario comienza en 1823, con la fundación de la Fortaleza de la Independencia y la construcción de la primera capilla. Con el deterioro de esa humilde construcción, en 1875 se colocó la piedra fundacional del templo actual, dedicado al Santísimo Sacramento.
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Pocos años después, la parroquia recibió sus tres primeras campanas. Dos se fundieron en bronce en Buenos Aires. La tercera, sin embargo, nació en Tandil en 1883, gracias a la colaboración de la comunidad: se fundieron joyas donadas por los vecinos para crear una pieza de tres mil libras de peso a la que se bautizó "La Tandilera".
Lamentablemente, en 1925 se descubrió que "La Tandilera" se había rajado y dejó de usarse. Hoy, esa pieza histórica se conserva como reliquia en el Museo Tradicionalista del Fuerte.
El carrillón alemán
Para reemplazar la campana dañada y dotar al templo de una verdadera riqueza musical, la comunidad organizó una colecta que permitió una adquisición de prestigio internacional. En 1930, se compró un carrillón de diez campanas a la firma Bochum Vereiner, de Alemania, considerada la mejor del mercado en ese momento.
Años más tarde, en 1956, se emprendió una gran reforma en el atrio que culminó con la construcción de la actual torre central, el lugar perfecto para albergar el flamante carrillón.
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Ocho de esas campanas tienen nombre propio, donantes, pesos y tonos específicos, creando una escala armónica que permite interpretar melodías completas. Entre ellas se encuentran "Sara Miguel" (la más grande, con 3380 kilos) y el "Sagrado Corazón de Jesús" (la más pequeña, con 780 kilos).
Historia y tecnología sincronizada
Entre 2007 y 2021, el campanario fue objeto de una importante restauración. Se repararon martillos eléctricos, motores y cadenas, y se le dio un toque de modernidad: se incorporó un controlador litúrgico avanzado.
Gracias a esta tecnología, el carrillón no solo puede programar los toques de misa automáticamente y reproducir el Ángelus; también permite:
- Ejecutar hasta diez melodías grabadas, tocadas con las campanas reales.
- Utilizar un teclado tipo piano para tocar las campanas de forma manual, permitiendo toques personalizados en momentos especiales.
- Sincronizar la hora del sistema con el GPS, garantizando una precisión absoluta.
La próxima vez que escuches el llamado de la iglesia, recordá que estás oyendo un sonido que fusiona la devoción de un pueblo que donó sus joyas, la excelencia de la ingeniería alemana y la precisión de la tecnología moderna. Un verdadero tesoro sonoro en el corazón de Tandil.