<figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=H3a-Vbv1ka4&amp;list=PLB2qwhekN3qeVsynyscXzdSIUUvPBrz0O&amp;index=2"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/H3a-Vbv1ka4" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure>Magui Bravi, conocida por su versatilidad en el mundo del espectáculo, ha encontrado en el cine de terror un nicho inesperado. Desde su inicio en la actuación, Bravi ha pasado de ser una destacada bailarina a consolidarse como una actriz multifacética, encontrando un hogar en el género del horror.En dialogo con el programa Alto Día (Eco TV, Tandil FM 104.1 y El Eco Streaming) habló acerca del crecimiento del género en el país y en el mundo, y contó anécdotas paranormales que acontecieron durante algunas de sus grabaciones.Estuvo filmando en diversas locaciones impactantes, entre ellas el Castillo de Egaña, un lugar con una energía especial que, según ella, puede incluso provocar fenómenos inexplicables.&nbsp;“Hay unas locaciones increíbles en Azul, Tandil y otros lugares. El Castillo de Egaña, por ejemplo, es un lugar espectacular lleno de energía. Pasan cosas cuando uno filma y juega con los espíritus”, comentó y subrayó cómo estos lugares influyen en la atmósfera de las películas.Su incursión en el cine de terror no fue planeada. Inicialmente enfocada en el teatro y en proyectos cinematográficos en general, se encontró con su primera gran oportunidad a través de un casting para una película en inglés: “Yo buscaba mucho hacer cine. Estaba saliendo un poco de la bailarina y encontrándome con mi actriz. Cuando apareció la primera propuesta, era una película 100% en inglés. Lo di todo porque era un protagónico y me interesaba. El hecho de que era cine de terror no estaba en primer plano para mí en ese momento”.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2024/05/magui_bravi_2.jpeg" alt="magui bravi - 4"><figcaption>Magui Bravi, en El juego de las 100 velas.</figcaption></figure>Su crecimiento en el rubro fue exponencial y sus dotes hicieron que los directores la tuvieran en cuenta para nuevos rodajes, inclinando así su repertorio hacia el terror.“Empecé con el cine en el 2016 y el terror llegó al toque, en el 2017. Por alguna razón, se se fue todo para ese género y filmar allá (Egaña) fue espectacular”, manifestó.&nbsp;La experiencia resultó ser reveladora, y pronto se encontró atrapada en la dinámica del género. “Me di cuenta de que además de actuar, tenía que asustar, llorar, hacer un montón de cosas que tienen que ver con este género. Dije ‘bueno, en la que me metí, ¡hola!’, y se fue dando; así como vino esa peli, después vino una segunda, después una tercera. Este año creo que voy a estar estrenando dos”, compartió con entusiasmo.Para Bravi, a menos de una década de haber incursionado en él, el cine de terror es ahora un lugar de disfrute y realización personal. “Para mí es precioso, es hacer lo que me gusta. Después me preguntan si me gusta el cine de terror y la respuesta es sí. Soy muy fan del cine de terror, pero no era algo que me imaginé hacer. Cuando se fue dando, me fui enamorando mucho más”, confesó.Su amor por el género tiene raíces en su infancia. Recordó con cariño cómo su madre la llevaba al videoclub los fines de semana, donde siempre elegía películas de terror, en particular la saga de Alien.&nbsp;<section class="noteSuggested" data-id="117134,117916" data-title="Puede interesarte"></section><h2 style="margin-left:0px;">El Castillo San Francisco de Egaña</h2>Bravi ha vivido experiencias intensas y misteriosas mientras filmaba películas de terror en locaciones históricas y cargadas de energía. Uno de estos lugares es el imponente Castillo de Egaña, una construcción que no solo añade un valor estético y atmosférico a las películas, sino que también parece tener una vida propia, llena de eventos inexplicables."El cine de terror siempre te lleva a locaciones increíbles o con mucha historia", comentó Bravi. "Llegás a estos lugares súper canchero porque vas a filmar, y de repente te encontrás con que el lugar tiene una energía especial. Te ponés a mirar con todos porque se escuchan sonidos que no sabés de dónde vienen. Ya de por sí, la casa es súper imponente y en los rodajes pasan cosas, pero si es cine de terror, más todavía".Uno de los momentos más inquietantes que vivió Bravi ocurrió durante la filmación de "El juego de las 100 velas", realizado justamente en el Castillo de Egaña.&nbsp;<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2024/05/magui_bravi_1.jpeg" alt="magui bravi - 3"><figcaption>Así luce el Castillo de Egaña.</figcaption></figure>Durante una de las escenas más importantes de la película, todas las luces se apagaron repentinamente. "Me tocaba apagar una vela, y cuando lo hice, se apagaron todas las luces. No quedó nada de energía. Se apagó la cámara, todo. La escena está grabada y es el corte que usaron. Creo mucho en que esos lugares tienen mucha energía acumulada y hay unas entidades viviendo ahí", relató.Recordó entre risas que cuando las luces volvieron a encenderse ella tenía un cuchillo en la mano porque estaba grabando la escena y todos la miraron como si hubiese sido la culpable.De cualquier manera, refirió que no fue el único evento extraño relacionado con la película. En otra ocasión, mientras el director daba una entrevista, una de las luces del estudio cayó repentinamente. "Yo no estaba ahí, no tengo nada que ver, pero se cayó en medio del piso. Es como que la peli tiene algo", completó Bravi.<h2>La realidad y la ficción</h2>A pesar de su inmersión en el mundo del cine de terror y las locaciones cargadas de energía como el Castillo de Egaña, Bravi mantiene una actitud pragmática y humorística respecto a lo paranormal. La actriz, conocida por su papel en películas de terror, admite que, aunque respeta el ámbito de lo sobrenatural, no se deja atrapar por él."No te voy a mentir, no me engancho mucho con lo paranormal. Le tengo más miedo a los vivos que a los muertos", aseguró. Esta perspectiva le permite abordar su trabajo en el cine de terror con una mente clara y una disposición relajada, diferenciando la ficción de la realidad.Bravi reconoce que el ambiente en los rodajes de películas de terror puede volverse tenso debido a las historias y los escenarios inquietantes. Sin embargo, su forma de lidiar con esto es a través del humor. "Si buscás a alguien del elenco que esté asustando a la gente, probablemente sea yo. Jodo mucho, hago chistes", dijo.Para Bravi, esta actitud despreocupada es esencial para poder seguir trabajando en el género sin dejarse influir negativamente por su atmósfera: “Me lo tomo así, si no, no haría tanto cine de terror. Si fuera un poco más creyente, creo que me engancharía mucho y no sé si podría hacerlo”."En las películas, siempre entramos en alguna onda media rara, así que yo me lo tomo como que es una actuación y no es real. Si no, no sé si podría", agregó.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2024/05/magui_bravi_1.jpg" alt="magui bravi - 2"><figcaption>Bravi, fanática del género de terror</figcaption></figure><h2 style="margin-left:0px;">El cine de terror en la Argentina</h2>El cine de terror en la Argentina ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años, superando prejuicios y ganando reconocimiento internacional. La actriz, quien ha encontrado su lugar en este género, compartió su visión sobre esta evolución y los desafíos que ha enfrentado."Aún hay un prejuicio en el cine de terror en la Argentina", afirmó Bravi y añadió: "La gente se pregunta cómo serán los efectos, a dónde va a llegar esto… Esa es la primera mirada. Pero luego pasa como el año pasado con 'Cuando acecha la maldad', que ganó premios en todo el mundo y es una película argentina".&nbsp;El progreso del cine de terror en el país no solo se debe a la mejora en la calidad técnica y narrativa, sino también al cambio en la percepción del público y los actores.&nbsp;"Te das cuenta de que la cosa avanzó muchísimo y que lo que hay en oferta es de primera calidad. Por eso es que creció tanto y muchos actores se animan a hacer un gran papel dentro de este género", explicó Bravi.&nbsp;Este cambio ha ayudado a desmitificar el género, alejándolo de los estereotipos de películas de bajo presupuesto y actuaciones superficiales.De todas formas, además de la evolución nacional, la actriz observa un crecimiento global. "En general, en el mundo, el cine de terror está creciendo muchísimo. La gente busca nuevas emociones en un mundo lleno de ofertas. Todo el tiempo necesitás algo más fuerte, algo que te asuste y te dé miedo", reflexionó.&nbsp;Este aumento en la demanda de experiencias intensas ha impulsado la popularidad del género, llevando a una diversificación y sofisticación de las producciones.El cine de terror se ha convertido en un campo emocionante y dinámico que atrae tanto a cineastas como a actores dispuestos a explorar sus posibilidades.&nbsp;"Muchos buenos efectistas están trabajando y creo que, en general, está creciendo muchísimo", sostuvo Bravi.&nbsp;Este crecimiento refleja no solo una mayor aceptación del público, sino también un reconocimiento de la capacidad del cine de terror para ofrecer narrativas emocionantes y técnicamente impresionantes.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2024/05/magui_bravi.jpg" alt="magui bravi - 1"><figcaption>El maquillaje de Bravi en la película “Tú”.</figcaption></figure><h2>El desafío de las plataformas</h2>El cine de terror argentino ha logrado traspasar fronteras, alcanzando una notable proyección internacional. Sin embargo, este éxito global también trae consigo desafíos particulares, especialmente en relación con la disponibilidad de las películas en plataformas de streaming en su país de origen.&nbsp;"Se vendió como en 200 países. No tenemos suerte porque de repente lo compran las plataformas y está en Amazon en todo el mundo, pero acá todavía no se puede ver. Es muy loco, pero es algo que puede pasar a veces por las leyes del país", comentó Bravi, en referencia al film “El juego de las 100 velas”.&nbsp;Este fenómeno refleja una paradoja en la industria cinematográfica argentina, donde las producciones locales pueden tener un alcance global mientras permanecen inaccesibles para el público nacional.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2024/05/magui_bravi_2.jpg" alt="magui bravi"><figcaption>El juego de las 100 velas fue doblada a varios idiomas.</figcaption></figure>Un ejemplo destacado es el de la película rodada en Egaña, que ha sido distribuida en todo el mundo y traducida a numerosas lenguas: "Hoy la podés encontrar en miles de idiomas, me podés encontrar hablando en chino, lo cual es genial".El éxito internacional del cine de terror argentino pone de manifiesto la calidad y el potencial de estas producciones, pero también subraya las barreras regulatorias y de distribución que aún deben ser superadas para que estas obras sean accesibles en su país de origen.&nbsp;"Es algo que puede pasar a veces por las leyes del país, sabemos cómo es esto", lamentó Bravi, reconociendo los obstáculos que enfrenta la industria.Con una proyección global y personajes que trascienden fronteras, Magui Bravi y el cine de terror argentino están demostrando que tienen mucho que ofrecer al panorama cinematográfico internacional, mientras continúan luchando por un acceso más amplio y equitativo en su propio país.

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Magui Bravi, entre el misterio del Castillo de Egaña y los desafíos del cine de terror argentino

La actriz contó su experiencia en el género de terror y habló del crecimiento del cine argentino.