La historia detrás del Lago del Fuerte y su verdadero nombre
Aunque todos lo conocen como Lago del Fuerte, su nombre oficial rinde homenaje al ingeniero que diseñó la obra que protegió a Tandil de las inundaciones y cambió para siempre su historia.
Tandil es una ciudad rica en historias, leyendas urbanas y secretos que a menudo se esconden a simple vista. Desde el origen de un nombre peculiar de una calle hasta la anécdota detrás de un monumento icónico, cada rincón guarda un relato esperando ser contado.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailCon el objetivo de sacar a la luz estas joyas ocultas, el programa Alto Día, que se emite todos los sábados de 11 a 13 por El Eco Streaming, Eco TV y Tandil FM 104.1, lanzó una nueva sección: "Sabías qué…".
En su primera temporada, serán ocho capítulos. El tercero de ellos es sobre el Dique, su historia y su verdadero nombre
Episodio 3: el Dique
Es la postal indiscutida de Tandil y el lugar de encuentro para miles de personas cada fin de semana. Sin embargo, pocos saben que el icónico Lago del Fuerte no es su verdadero nombre. Oficialmente, desde 1996, se llama Dique Ingeniero Pedro Picandet Dubost, un homenaje al hombre cuya obra monumental salvó a la ciudad de la furia del agua.
Más que un espacio de recreación, el dique es una obra de ingeniería nacida de una tragedia que marcó para siempre la historia local.
Una obra para salvar a la ciudad
Para entender su importancia es necesario retroceder a 1951. Aquel año, una devastadora tromba de agua descendió de las sierras, provocando una inundación que arrasó barrios enteros. El Arroyo del Fuerte se desbordó con una fuerza incontrolable, el agua llegó hasta la calle Marconi y la zona del Club Ferro, y la catástrofe dejó un saldo de al menos 12 víctimas fatales.
Ese desastre natural encendió las alarmas y obligó a las autoridades a buscar una solución definitiva: un gran dique capaz de contener las crecidas y proteger a la población.
El ambicioso proyecto comenzó en 1957 bajo la dirección del ingeniero Pedro Picandet Dubost. Durante cinco años, se levantó una imponente estructura de hormigón armado ciclópeo, que combina acero con enormes rocas de granito de las propias sierras. Finalmente, el 19 de enero de 1962, Tandil celebró su inauguración en un acto masivo que contó con la presencia del entonces presidente de la Nación, Arturo Frondizi.
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La ingeniería detrás del paisaje
La función principal del dique es regular los caudales que bajan de las sierras durante las tormentas. A través de 20 bocas, el sistema deriva el exceso de agua hacia un entubamiento subterráneo que atraviesa la ciudad, evitando desbordes.
Su eficacia quedó demostrada en 1980, cuando una tormenta sin precedentes causó inundaciones históricas en ciudades vecinas como Olavarría, Azul y Juárez. Mientras la región sufría bajo el agua, Tandil resistió. El dique había cumplido su misión.
En reconocimiento a su creador y a su impacto, en 1996 el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires lo bautizó oficialmente como Dique Ingeniero Pedro Picandet Dubost. En 2021, su valor fue reafirmado cuando el Senado bonaerense lo declaró Patrimonio Histórico y Arquitectónico, no solo por su función hidráulica, sino por su enorme valor urbanístico y simbólico.
Aunque su profundidad máxima es de apenas cinco metros, ha regalado postales inolvidables, como en 1967, cuando se congeló por completo y los vecinos caminaron sobre el hielo.
Así que la próxima vez que disfrutes de una tarde junto al lago, recuerda que ese hermoso espejo de agua es, en realidad, una obra de ingeniería que nació para proteger vidas y que lleva el nombre de un hombre que cambió la historia de Tandil.