Volar bajo el agua, la sensación que marcó para siempre a Daniel López
En el marco del Día Mundial del Buzo, el experimentado instructor compartió en el programa Alto Día su vocación por este deporte, la emoción de "volar bajo el agua" y la importancia de una práctica responsable para proteger los frágiles ecosistemas marinos.
Hay pasiones que se eligen y otras que simplemente son. Pertenecen a la esencia de una persona, como un eco ancestral o un llamado irrefrenable hacia un destino que parece preescrito. Para Daniel López, instructor de buceo radicado en Tandil desde hace décadas, su relación con el mundo submarino pertenece a esta segunda categoría.
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Accedé a las últimas noticias desde tu email"Buzo se nace, porque es un llamado", afirmó con la certeza que solo dan 33 años dedicados a una misma vocación. En una entrevista con el equipo del programa Alto Día, que se emite todos los sábados de 11 a 13 por El Eco Streaming, Eco TV y Tandil FM 104.1, López desgranó los misterios, las emociones y la profunda responsabilidad que implica sumergirse en las profundidades de nuestro planeta.
Su historia no comenzó a orillas de un mar turquesa, sino en el corazón de cemento de Buenos Aires, lejos de cualquier costa. "Yo vivía lejos del agua, ni conocía el agua más que la de la ducha", confesó entre risas. Sin embargo, el océano ya lo llamaba. La primera señal llegó en forma de un juguete, un ícono de la época. "Había un juguetito, el G.I. Joe, el temerario. Para las nenas estaban las muñequitas, y para los hombres venía el soldado de nieve, el soldado de esto... Yo, ¿cuál elegí? El buzo. Venía con un botecito de plástico y me pasaba horas con el Joe buceando en la bañera".