La Vidriera
Un crimen a sangre fría, sin explicación, el de Francisco Amespil
PENOSA REPERCUSION TUVO SU DESAPARICION EN LA SOCIEDAD TANDILENSE. PROFUNDAMENTE ESTIMADO POR SUS CONDICIONES DE HOMBRE DE BIEN, HABIA SIDO VARIAS VECES JUEZ DE PAZ, PRESIDENTE DEL CONSEJO ESCOLAR Y DIRIGENTE DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE S.M., PERMANECIENDO LOS ULTIMOS 35 AÑOS AL FRENTE DE LA DIRECCION DE EL ECO DE TANDIL.

Perico Bidegain era hombre de campo, de unos veintiocho años de edad. Sumamente estimado por cuantos lo conocían y sabían de sus condiciones de hombre de bien, de muchacho sencillo, bueno y cordial. Trabajaba un pedazo de tierra en la zona de Gardey. Nunca se supo con certeza por qué la calurosa tarde del 19 de enero de 1932 subió a un camioncito que ayudaba en sus tareas y se dirigió con un propósito definido hacia el centro de esta ciudad.
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