Gisela Burcatt sobre el ciberdelito: "Estamos aprendiendo a los golpes"
La funcionaria judicial, Gisela Burcatt, analizó el crecimiento de las estafas virtuales y los nuevos desafíos para la Justicia durante una entrevista en el programa "La Mañana". Destacó la importancia de la capacitación constante para fiscales e investigadores ante la sofisticación y mutación de estas modalidades delictivas.
En el marco de una jornada de capacitación para integrantes del Ministerio Público Fiscal del Departamento Judicial de Azul, la funcionaria judicial Gisela Burcatt dialogó con "La Mañana" (Eco TV, El Eco Streaming y Tandil FM 104.1) sobre el notable incremento de los ciberdelitos, una tendencia que se aceleró a partir de la pandemia.
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Accedé a las últimas noticias desde tu email"La tecnología, que ya se nos venía colando, desembarcó con mucha fuerza con el aislamiento preventivo", explicó Burcatt. Esta digitalización masiva transformó las estructuras delictivas, convirtiendo estafas tradicionales como el "cuento del tío" en ciberestafas a gran escala. Según la especialista, lo que antes era un llamado telefónico ahora se ha trasladado a las redes sociales y a maniobras de phishing y pharming.
"Lo que permite internet es que un grupo pequeño o una sola persona con muy poquitos recursos pueda llegar a muchas víctimas, quizás también en lugares de residencia diferentes", señaló.
Nuevos desafíos para la Justicia
Burcatt enfatizó que el ciberdelito presenta desafíos complejos para el sistema judicial. "Hoy tenemos al juez en un lugar, a la víctima y al imputado quizás en países diferentes", comentó, destacando el "borramiento de las líneas territoriales" como uno de los principales obstáculos. A esto se suma el anonimato que ofrece la red, facilitando que los delincuentes oculten su identidad.
Esta deslocalización complica las investigaciones, como se ha visto en casos locales donde se logra identificar la cadena de responsabilidades, pero no al autor intelectual del hackeo. "Tenemos muchos casos donde terminamos viendo que hay bandas detrás de estos hechos y quizás las cabezas de las bandas están en países extranjeros", afirmó. Sin embargo, celebró que gracias a la cooperación internacional, "se han multiplicado muchísimo las alertas rojas de Interpol" y ya se están logrando extradiciones.
Para enfrentar este panorama, la capacitación es fundamental. Burcatt destacó el impulso de la Procuración General, a cargo de Julio Conte Grand, y el compromiso del Dr. Marcelo Sobrino en el departamento de Azul. "Hoy a la investigación tradicional, física, se suma todo lo que es la evidencia digital. Los investigadores tienen que capacitarse en la selección, el resguardo y la incorporación de esa evidencia", explicó.
De las escuchas telefónicas a la geolocalización
La naturaleza de la prueba ha cambiado drásticamente. Si antes las intervenciones telefónicas eran clave, hoy los investigadores se enfocan en la apertura de antenas, los impactos de IMEI y las geolocalizaciones. "Buscamos aprovechar la tecnología para enriquecer nuestras investigaciones", sostuvo.
El abanico de ciberdelitos es amplio y no se limita a las estafas. Burcatt mencionó delitos nuevos como el grooming y la facilitación de otros preexistentes, como la compraventa de material de abuso sexual infantil, que ahora encuentran en el entorno digital un terreno fértil para su difusión.
Una sociedad que aprende "a los golpes"
La funcionaria también reflexionó sobre la vulnerabilidad de la población general. "Los adultos que hoy habitamos la Tierra no somos nativos digitales. Nacimos en un mundo analógico y de repente nos conectaron de manera masiva a internet sin una brújula, sin un mapa. Estamos aprendiendo a los golpes", expresó. Hizo un paralelismo con cómo las generaciones anteriores enseñaban a los niños a "cruzar la calle o a no hablar con extraños", una formación que no existió para navegar los peligros del mundo digital.
La mutación constante del delito
El delito evoluciona a la misma velocidad que la tecnología. Burcatt describió cómo las estafas que llevaban a las víctimas a un cajero automático mutaron hacia los malware bancarios, que vacían cuentas de home banking. El paso más reciente, y que añade un grado más de dificultad, es la conversión de ese dinero robado en criptoactivos para dificultar su rastreo.
Finalmente, al ser consultada sobre si la justicia corre detrás del delito, admitió: "Sí, por supuesto vamos un poco atrás de las mutaciones delictivas". Sin embargo, aseguró que los planes de capacitación son permanentes y que, en ese sentido, "Argentina está muy bien y Buenos Aires, sobre todo, está muy bien capacitada". Este esfuerzo continuo es la principal herramienta para enfrentar un fenómeno que ha cambiado las reglas del juego tanto para los delincuentes como para quienes deben impartir justicia.