Asma: una condición que afecta a más de 4 millones de argentinos
En la Argentina se estiman unas 15.000 internaciones debidas a crisis asmáticas y 400 muertes al año, con un alto porcentaje de subdiagnóstico.

El 6 de mayo se celebra el Día Mundial del Asma, promovido por la Iniciativa Global para el Asma (GINA) con el objetivo de aumentar la concientización sobre esta enfermedad crónica que afecta a más de 260 millones de personas en todo el mundo y causa más de 450.000 muertes cada año, muchas de ellas prevenibles.
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Accedé a las últimas noticias desde tu email“El asma es una enfermedad crónica de las vías respiratorias que dificulta el paso del aire por los bronquios. Esta obstrucción se produce por inflamación, exceso de moco y contracción de los músculos que rodean los bronquios en respuesta a diversos estímulos. Aunque la obstrucción es reversible con tratamiento, el asma no tiene cura. Por eso, el control y la prevención son fundamentales ", explicó la doctora Viviana Catarutti, médica clínica de OSPEDYC.
Esta enfermedad es conocida también como broncoespasmo, bronquitis asmática o hiperreactividad bronquial, y puede manifestarse de distintas formas según la persona.
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Los desencadenantes del asma son variados y dependen de cada paciente. Algunos de los más frecuentes son:
● Infecciones respiratorias virales.
● Alérgenos como polvo, ácaros, hongos, polen o epitelio de animales.
● Irritantes como perfumes fuertes, sprays, humo de cigarrillo o contaminación ambiental.
● Aire frío, ejercicio físico o cambios bruscos de temperatura.
● Factores emocionales como el estrés, la risa o el llanto.
Los síntomas más comunes incluyen tos persistente (especialmente por la noche), silbidos al respirar, dificultad para respirar incluso en reposo y una sensación de opresión en el pecho. En muchos casos, estos síntomas se intensifican con el ejercicio o por la noche.
Cuando los síntomas se agravan repentinamente, hablamos de una crisis asmática. En estos casos, la falta de aire puede volverse severa, acompañada de dificultad para hablar, sudoración, y necesidad de hacer un gran esfuerzo para respirar. Si esto ocurre y la persona no cuenta con un plan de tratamiento, es fundamental acudir a una guardia o centro de salud de inmediato.
Aunque no se puede curar, el asma sí puede controlarse con un tratamiento adecuado. Este se basa en tres pilares:
Prevención: conocer la enfermedad y evitar los desencadenantes.
Educación: tanto el paciente como su entorno deben estar informados sobre cómo actuar ante síntomas o crisis.
Tratamiento farmacológico: los medicamentos se administran principalmente mediante inhaladores. Los inhaladores pueden contener broncodilatadores que alivian los síntomas abriendo las vías respiratorias; o corticosteroides, que reducen la inflamación. Muchos pacientes deben usarlos a diario según la frecuencia e intensidad de sus síntomas.
“El asma no tiene cura, pero con el diagnóstico correcto, el tratamiento adecuado y el compromiso de los pacientes y sus familias, es posible llevar una vida activa y sin limitaciones. En este día, reforzamos la importancia de la información, el acceso al tratamiento y la conciencia para mejorar la calidad de vida de millones de personas”, finalizó Cantarutti.