Diabetes: la enfermedad silenciosa que puede prevenirse
Afecta a millones de personas en el mundo, muchas sin saberlo. Aunque la predisposición genética juega un rol clave, los hábitos y el estilo de vida marcan la diferencia.
La diabetes es una condición crónica que se manifiesta, principalmente, porque se altera la regulación de la glucemia en sangre, explicó la doctora Analía Orbe, médica clínica especializada en diabetes.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn diálogo con Eco Salud de El Eco Multimedios, la profesional indicó que “todos tenemos cierto rango de glucemia en sangre que nos mantiene vivos, eso es algo normal. En los diabéticos tienden a regular a la hiperglucemia, que son valores por encima del rango normal”.

Las causas de la diabetes tipo 2
Hay múltiples causas que llevan a que una persona tenga diabetes, apuntó Orbe quien señaló que “la diabetes tipo 2 es la más frecuente y representa el 95 por ciento de los casos a nivel mundial”.
Y en ese sentido, agregó que existe “un causal basado en la genética, principalmente, de hecho muchos pacientes tienen antecedentes familiares en padres, abuelos o hermanos. Pero no es el único factor. Uno puede tener la genética y quizás no desarrollarla nunca o tardíamente”.
No obstante, hizo una diferenciación en torno a la relevancia que tienen aquellos factores de riesgo que son modificables “y que a veces desencadenan la patología. Y hablamos de los que tienen que ver con el estilo de vida como el sedentarismo, la actividad física, el tipo de alimentación que tenemos, el manejo del estrés, que es algo que también influye mucho en el desarrollo de enfermedades crónicas”.
“Y luego hay otros factores que no son modificables como la edad, porque a medida que vamos creciendo tenemos más riesgo de tener diabetes. Pero hacemos foco en estos que tienen que ver con el estilo de vida, porque son los que después determinan que aparezca la enfermedad o no”, aclaró Orbe.
Una enfermedad con pocos síntomas iniciales
De la gran cantidad de pacientes con diabetes que hay a nivel mundial, “lo que sabemos es que hay muchos que desconocen que tienen la patología. Y eso es a veces porque tiene una etapa muy silenciosa o por desconocimiento”.
La especialista en diabetes manifestó que “en etapas tempranas no da síntomas, por lo que siempre sugiero a cualquier adulto joven a partir de los 25 o 30 años es que se haga un control, un chequeo de salud para detectar si ya empieza a aparecer algún grado de alteración en la glucemia, porque ahí uno puede empezar a actuar”.

“En general, se puede tener una alteración en la glucemia durante muchos años hasta que empieza a tener síntomas bien claros de diabetes, que son los que siempre nombramos: orinar mucho, tener mucha sed y hambre, bajar de peso, sentirse cansado, agotados. Ya todos esos son síntomas agudos de una etapa bastante más avanzada de una diabetes, cuando el cuerpo no puede sostener más esa desregulación”.
Por lo que apuntó que se trata de no llegar a esos síntomas, sino, de “detectarla de manera temprana, que es justamente cuando casi no da síntomas, y se hace con un análisis de laboratorio de los habituales, en el famoso chequeo anual”, explicó Orbe.
“Y ahí ya se puede detectar si hay una prediabetes, que es un estadio previo a la diabetes donde se comienzan a tomar conductas para evitar pasar a una diabetes o para tenerlo más controlado. Es hacer foco en la prevención más allá de los síntomas típicos”, resaltó .
¿A qué edad puede aparecer?
Una de las consultas habituales está relacionada con la edad en la que puede aparecer la enfermedad, y sobre este punto, la médica recordó que antes “se hacía como una gran separación entre diabetes tipo 2, que era la del adulto y la tipo 1, la de la insulinodependiente del niño. Hoy no es tan así. Sabemos que diabetes tipo 1, que es la autoinmune, que es de otro origen, también puede aparecer en la adultez, en el adulto joven o incluso mayor”.
“Y la diabetes tipo 2, que está asociada a las cuestiones que tienen que ver con la alimentación, el sedentarismo, el estrés, la obesidad y el sobrepeso que tanto se ve en chicos, puede aparecer de manera mucho más temprana. Incluso hay adolescentes y niños con diabetes tipo 2”, agregó.

El tratamiento comienza con cambios de hábitos
Una vez detectada la enfermedad se traza un plan de trabajo con el paciente para abordarla. “En lo que es diabetes tipo 2, el tratamiento siempre inicia con cambios en el estilo de vida. Eso es un pilar que es fundamental. Lo nombro primero siempre porque a veces pasa de largo como si fuese algo sencillo. Pero es lo más difícil porque es lo que más cuesta a los pacientes, tomar una conducta, cambiar hábitos, eso es lo más complicado, hasta que se alcanza el hábito”.
Y referenció que una vez que se llega a esa instancia, “después es más fácil sostenerlo. En la mayoría de los casos se hace un apoyo en un tratamiento farmacológico cuando está individualizado, porque hay muchas opciones terapéuticas hoy en día”.
“De acuerdo a ciertas características del paciente, si tiene alguna otra comorbilidad, se elige el fármaco que va a utilizar”, apuntó.
Otro punto importante remarcó Orbe “es la aceptación de que se trata de una condición crónica que implica tomar conducta con lo alimentario, además de la adherencia al tratamiento”.
“No hay alimentos prohibidos, hay alimentos que son más peligrosos que otros. Uno tiene que tratar de tener una conducta alimentaria eligiendo los alimentos más saludables. Aprender cómo alimentarse de la manera más sana y después siempre algún permitido va a haber”.
Para ello, la especialista explicó que mayormente es “ordenarse con lo que uno tiene. Además, se adapta a las costumbres de cada persona, a las posibilidades, a cómo puede ordenar su alimentación con lo que consume habitualmente”.

Diabetes tipo 1: otra raíz, otro enfoque
La médica referenció que en la diabetes tipo 1 “lo que ocurre es que hay una autodestrucción del páncreas, que es el órgano productor de insulina”.
“El origen es autoinmune, que es una palabra que se escucha bastante, es como que se generan anticuerpos propios que atacan al tejido, y provoca que vaya perdiendo producción de insulina el páncreas hasta necesitar de una insulina externa”.
Y es por eso “que son pacientes que dependen exclusivamente de la insulina en este tipo de diabetes. Es cuestión de aprendizaje, de trabajarlo en comunidad, ya que son los mismos pacientes los que se aplican, se hacen las propias mediciones. Hay mucha tecnología para lo que es diabetes tipo 1, ha cambiado mucho”, remarcó.
A la doctora Analía Orbe la pueden encontrar en la Clínica Modelo y en el Servicio de Neumotisiología donde se realizan talleres de diabetes.