ECO SALUD
Menopausia: las nuevas formas de abordaje para reducir los riesgos en la mujer
Se ha descubierto que está más expuesta al síndrome genitourinario, mayor predisposición a las infecciones vaginales y urinarias, a la incontinencia y aumenta el riesgo cardiovascular. La importancia de los controles y la correcta información para la toma de decisiones.
La menopausia no implica solamente el retiro de la menstruación en la mujer, sino también tener en cuenta los riesgos a los que está expuesta si no realiza los controles adecuados en esa etapa y recibe la correcta información para transitarlo.
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Tradicionalmente, la edad de la menopausia se ubica en los 50 años promedio, pero lo que ha cambiado es la expectativa de vida de la mujer, más de 80 años, por lo que el tiempo que va a permanecer sin estrógenos se corresponde con un tercio de su vida, explicó la doctora Olga Marega, médica especialista en Ginecología y Sexología Clínica y docente.
En diálogo con Eco Salud de El Eco Multimedios, la especialista señaló que “se ha descubierto que la mujer está expuesta a más riesgos, como por ejemplo el de síndrome genitourinario por la falta de estrógenos, se produce una atrofia en la parte genital y va a sufrir dolor en las relaciones sexuales. Va a tener mayor predisposición a las infecciones vaginales y urinarias. Puede tener mayor predisposición a la incontinencia y mayor riesgo cardiovascular”.
Marega enumeró que además “se suman los riesgos de daño óseo, osteoporosis por descalcificación que lleva al riesgo de fractura al menor esfuerzo y también daños cognitivos en la memoria, en la concentración y, fundamentalmente, cambios en el sueño”.
El período de menopausia
De acuerdo a la definición, la menopausia es la fecha de la última menstruación y hay que definirla cuando pasa un año de la misma. Pero, como lo explicó Marega, no sólo se trata de eso.
“Las glándulas sexuales de la mujer, que son los ovarios, dejan de cumplir sus dos funciones. La generativa, que es la formación de los óvulos para la reproducción, y la hormonal que es la producción de estrógenos, que son las hormonas por excelencia para la mujer. También de testosterona, de andrógenos, parte que se forma en las glándulas suprarrenales en la mujer y parte en los ovarios. Y estas hormonas, fundamentalmente los estrógenos, tienen una acción vital para la mujer”, indicó la especialista.
Y remarcó que esos cambios se van a producir, de una u otra manera, en casi todas las mujeres, “pero con diferencias, porque no todas tenemos el mismo tipo de vida, el mismo cuidado de la salud, el mismo tipo de ambiente familiar y social. La genética también influye, pero los que más influyen son los hábitos, el tema del peso, la alimentación y, fundamentalmente, la actividad física”.
Sobrepeso en el período de menopausia
La especialista explicó las causas del aumento de peso en las mujeres, al detallar que “todo este cambio hormonal que tiene la mujer por la falta de estrógenos hace que se modifique un poco el metabolismo de las leptinas, que son sustancias que actúan en la saciedad”.
Y agregó que “el cuerpo cambia de un aspecto ginecoide a un aspecto androide. Y este es el mayor riesgo, porque el riesgo de lo cardiovascular aparece, no tanto por el peso, sino por el diámetro de cintura. Más de 88 centímetros de cintura es riesgo cardiovascular y de síndrome metabólico”.
“El síndrome metabólico es una enfermedad que se produce, generalmente, por el aumento de peso, el sedentarismo y predispone a la hipertensión, a la diabetes, a la aterosclerosis y el riesgo de infarto”, remarcó.
Afectación de la sexualidad por la menopausia
Marega explicó que a los riesgos de todas esas enfermedades “también viene la afectación de la sexualidad, conocerse de nuevo y tener una nueva relación con ella”.
“Muchas veces el cambio del cuerpo afecta la autoestima de la mujer, pero además, con todo este metabolismo alterado, el sedentarismo, mayor riesgo de aterosclerosis, hace que disminuya el caudal de sangre que va a irrigar a los órganos sexuales”.
Y en este punto, la especialista expresó que “para la mujer es muy importante mantener un flujo sanguíneo apto en la genitalidad para que pueda tener un orgasmo. Necesita aproximadamente 500 cm³ de sangre que vayan a los músculos que rodean la vagina, los músculos circunvaginales”.
Por lo que, “si hay una aterosclerosis, eso significa que hay placas en los vasos sanguíneos. Se disminuye el calibre, el diámetro de estos vasos y, consecuentemente, el paso de la sangre y la nutrición, la llegada de sangre a los órganos que estas arterias irrigan”.
Cómo se aborda el proceso con la persona
Desde lo ginecológico, “hoy en día, la actualización médica nos dice que tenemos que tratar con una terapia hormonal cuando la mujer lo necesita, sobre todo, cuando tiene sofocos muy intensos, trastornos del sueño, que incluso estos síntomas pueden ser en algunos casos alarmantes para un riesgo cardiovascular”.
Ante ello, hay que realizar un control integral de la persona, además de “pedirle los estudios ginecológicos como papanicolau, colposcopía, ecografía transvaginal, si tiene útero, para ver el espesor del endometrio, porque si le vamos a dar estrógenos tenemos que ver cómo está el espesor del endometrio. Obviamente mamografía y ecografía mamaria, también ecodopler de las carótidas, porque hay que observar cómo está la parte cardiovascular”, expresó Marega.
Con toda esa información, se trata a través de medicación, “universalmente lo que se utiliza es el estrógeno en forma de gel que se absorbe a través de la piel, va directamente a actuar a los órganos que necesita la mujer, toda la parte genitourinaria, ósea, cerebral, porque tenemos en el cerebro receptores estrogénicos y androgénicos. Por eso, la mujer sufre de todos estos trastornos de la cognición y hay que ver qué necesita, porque algunas solamente van a necesitar un tratamiento local, entonces les damos óvulos de estrógenos para reponer todo ese trofismo geniturinario que se ha perdido para reconstruir la funcionalidad”.
Y en cuanto a lapso del período de menopausia, la doctora Marega indicó que “hay una ventana de oportunidad que es de 10 años, es decir, desde que aparece la menopausia, suponiendo que fue a los 48 años, hasta los 58 años la mujer tiene tiempo de iniciar el tratamiento hormonal”, resaltó.
“Siempre hay que escuchar lo que la mujer quiere hacer, pero hay que informarla bien para que tome las decisiones y que no corra riesgos”, concluyó.
A la doctora Olga Marega la pueden encontrar en Instagram como dra.olga.marega o en los consultorios de la Nueva Clínica Chacabuco o en ICTUM